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BCE

Trichet sugiere que volverá a bajar tipos de interés la próxima semana

Si no sucede nada extraordinario, el Banco Central Europeo recortará de nuevo los tipos de interés el próximo jueves. Sería la segunda bajada en menos de un mes, según adelantó ayer el presidente del organismo, Jean-Claude Trichet.

Trichet sugiere que volverá a bajar tipos de interés la próxima semana
Trichet sugiere que volverá a bajar tipos de interés la próxima semanaMANUEL CASAMAYâN

Ante un auditorio nutrido de empresarios, políticos y dirigentes de organismos reguladores (entre ellos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Francisco González, Rodrigo Rato y Esperanza Aguirre), Trichet aprovechó su conferencia de ayer en Madrid, en el foro de Europa Press, para lanzar una esperada noticia: el BCE planea realizar su segunda bajada de tipos en cinco años dentro de nueve días.

'La nueva información disponible parece indicar un ulterior alivio de los riesgos al alza para la estabilidad de precios', explicó Trichet, antes de rematar que considera posible que el Consejo de Gobierno vuelva a recortar los tipos el 7 de noviembre. Recalcó que es 'posible, no seguro', aunque hay dos factores que elevan la probabilidad de que tal recorte suceda. El primero es de fondo: el precio del barril de petróleo llegó a caer ayer por debajo de los 60 dólares, frente a los casi 150 donde cotizaba hace sólo cuatro meses. El crudo es el principal responsable de la escalada inflacionista del último año, y nadie duda de su impacto inverso en los próximos meses.

La otra pista es de forma: Trichet rehuyó la pregunta sobre el montante del recorte de tipos (actualmente situados en el 3,75%), afirmando que ya había sido 'extremadamente generoso' al anticipar el recorte del precio del dinero. Sólo un improbable rebrote del crudo podría cambiar la determinación del BCE, dado que una mejora de las perspectivas económicas está prácticamente descartada.

Minutos antes de reunirse con el vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, Trichet afirmó que la crisis financiera aumenta la probabilidad de que se produzcan fusiones bancarias. Trichet afirmó que, en el análisis de los errores que han llevado a la crisis, ningún organismo, institución, agencia o empresa debe quedar al margen de crítica. Así, reclamó que no se busque un 'chivo expiatorio' que pueda dejar indemne al resto.

Al margen de la necesaria asignación de culpas, el presidente del BCE reclamó que el nuevo orden financiero se base en cuatro premisas principales: la mejora de la transparencia de empresas y mercados, incluidos los productos financieros complejos; la eliminación de la 'prociclicalidad' sic (las políticas y decisiones que estimulan una economía sobrecalentada, o que agudizan una contracción de la actividad); la reducción de la visión de corto plazo; y la 'introducción o reintroducción' de la disciplina en las políticas macroeconómicas.

Trichet no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de un único organismo regulador financiero a nivel europeo, aunque sí destacó la necesidad de elevar la interacción entre los reguladores y los bancos centrales.

El BCE apoya la presencia de España en Washington

El presidente del BCE habló ayer sobre el tema de moda en España: la posible ausencia del Gobierno español en la reunión que el próximo 15 de noviembre debe sentar las bases para regular el nuevo orden financiero internacional. La cumbre se celebrará en Washington, y el Ejecutivo anfitrión ha limitado la asistencia a los países del G-20.Trichet, que sí está invitado, afirmó ayer con rotundidad que 'por su peso, España debe estar en el centro de la toma de decisiones en materia financiera'. A su juicio, la responsabilidad de las invitaciones corresponde a Estados Unidos, pero 'no hay ninguna duda de que España es un país muy importante que debe estar en el corazón de la decisión'.Trichet saludó el impacto de la inmigración de los últimos años sobre el mercado laboral, lo que constituye 'un caso excepcional' en Europa en términos de rejuvenecimiento. Pero el líder del organismo emisor advirtió de la necesidad de que, en un entorno de moneda única, los países del euro acompasen los crecimientos de sus costes laborales unitarios y su inflación. Más allá de los legítimos impactos de la convergencia económica, los costes laborales en España han crecido un 26% en ocho años, frente al 14% de media en la zona euro. Trichet se refirió a la pérdida de competitividad consecuente, y afirmó que los efectos inflacionistas de segunda ronda son 'el enemigo a batir').Por otra parte, el BCE considera que el decreto ley que permite al Gobierno avalar a entidades financieras por hasta 100.000 millones de euros puede llevar a tratos preferentes, por lo que urge introducir garantías como limitar la comercialización de productos financieros o la ampliación de actividades basadas en dichos avales.

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