La industria juguetera china se tambalea por la crisis
Cerca de la mitad de las fábricas de juguetes de la provincia sureña de Cantón, que surten a marcas de todo el mundo, cerrará en menos de dos años debido a la recesión mundial, señaló al diario Guangzhou Daily el vicepresidente de la Asociación de la Industria Juguetera de Cantón, Wang Zhiguang.
"De las 3.800 firmas de juguetes de Dongguan (corazón de la producción juguetera mundial) es probable que menos de 2.000 sobrevivan en un par de años", diagnosticó Wang. El análisis pesimista se produce después de que el pasado viernes, día 17, se anunciara el cierre de una fábrica de Smart Union (compañía que abastecía a multinacionales como Mattel o Hasbro) en Dongguan, dejando sin empleo a 7.000 trabajadores.
La crisis financiera amenaza con disminuir aún más el número de pedidos de los mercados occidentales para estas fábricas, que orientan una gran parte de su fabricación a la exportación (ya que, por ejemplo, un 75% de los juguetes que se venden en Estados Unidos son fabricados en China).
Los empresarios del sector también señalan que los escándalos por juguetes chinos tóxicos o con defectos de fabricación aparecidos el pasado año también perjudicaron a la industria juguetera nacional. Los escándalos surgieron a la raíz de la retirada por parte de la estadounidense Mattel de millones de sus productos de las tiendas de medio mundo (aunque en un 85% de los casos no se debió a problemas de toxicidad de productos sino a "errores de diseño", según aseguró la propia marca estadounidense).
El aumento de los precios de las materias primas y la depreciación del dólar y el euro ante el yuan (la moneda china) son otros factores que amenazan con acabar con el dominio del país asiático en el sector juguetero mundial.
Según las asociaciones de fabricantes chinos, los costes de producción de juguetes han aumentado un 60% desde 2006, mientras que los pedidos sólo han subido a un ritmo de un 10%, por lo que la rentabilidad de este negocio ha disminuido enormemente. "El principal problema es que muchos jugueteros de Dongguan dependen demasiado de los pedidos de EE UU y Europa. La crisis financiera ha conducido a una disminución de estas peticiones", señaló al diario China Daily Xiao Yong, dueño de una empresa de la localidad. A ello se añade que, tras los escándalos del pasado año, los costes de análisis de productos para evitar que contengan sustancias tóxicas aumentaron un 25%.