La demanda de activos seguros tumba el rendimiento de las letras
La inestabilidad reinante en el mercado ha disparado la demanda de activos sin riesgo, en especial el interés por la deuda estatal a plazos más cortos. Las peticiones ayer en las subastas de letras a 3 y 12 meses superaron las expectativas de emisión del Tesoro y situaron el tipo de interés marginal de estos activos en el 3,25% y en el 3,403%, respectivamente.
La alta demanda de deuda estatal ha tumbado la rentabilidad de las letras del Tesoro. En la subasta de letras a 12 meses realizada ayer el tipo de interés marginal de estos títulos cayó al 3,4%, casi un punto porcentual por debajo del 4,34% al que concluyó la subasta anterior realizada el pasado mes de septiembre. Un nivel de rentabilidad que no se veía desde julio de 2006 cuando estos activos rentaban el 3,36%.
En las últimas semanas la enorme inestabilidad que ha vivido el mercado ha llevado a los inversores a refugiarse en la seguridad de la deuda estatal, en especial en los plazos cortos por su gran liquidez y mayor seguridad. 'Ahora los largos plazos no están demandados. Se demandan plazos cortos', explica José Carlos Díez, de Intermoney. El activo refugio que sigue generando mucho interés pese a la relativa tranquilidad que se respira en los mercados tras la batería de medidas de emergencia aprobadas en los últimos días.
El Tesoro, de hecho, volvió a subastar ayer letras a tres meses, algo que no hacía desde enero de 2004. En total los inversores solicitaron 2.836 millones de euros de los que finalmente se adjudicaron 1.210 millones a un tipo marginal del 3,25%.
El Tesoro vuelve a subastar letras a tres meses, algo que no ocurría desde enero de 2004
Suben las peticiones
La demanda de letras a 12 meses fue aún mayor y aumentó de manera sustancial respecto a los solicitado en septiembre. Los inversores pidieron 7.135 millones de euros, un 58% más, de los que finalmente se adjudicaron 4.866 millones. Así, el total de las dos subastas ascendió a 6.076 millones de euros frente a la horquilla que barajaba el Tesoro de entre 5.500 y 6.500 millones de euros.
'La demanda es un claro síntoma de huida a la calidad. Activos con vencimientos cortos y muy líquidos. Es lógico que se demanden letras porque aún hay muchas incertidumbres', comenta Marta Raga, de la gestora de BNP. 'Los inversores se han refugiado en los tramos cortos pero en principio ante la reducción de la tensión bancaria ese dinero comenzará a buscar deuda corporativa o tramos más largos de deuda. Eso sí, no hay que olvidar que el enfermo acaba de salir del coma', explica Marian Fernández, de Inversis.
La expectativa de recortes de tipos de interés en el medio plazo también explican el especial interés de los inversores en los plazos cortos de la deuda, dice Javier Castellanos, de Gesconsult. Otros, sin embargo, consideran que pese a las incertidumbres la deuda estatal aún no es el activo más aconsejable. 'Más que plantear la inversión como atractiva, ofrece el refugio que busca el mercado. Ahora mismo aconsejaríamos buscar alternativas en el mercado monetario que es donde hay activos con rentabilidades mejores. Empezaremos a comprar deuda cuando atisbemos bajadas de tipos de interés. Quizá aún es demasiado pronto', comenta Manuel Arroyo, director de JPMorgan AM.
Millones de euros en la pista de salida
La buena acogida que tuvieron ayer las subastas de letras se presentan como un buen augurio para las colocaciones millonarias de deuda estatal que van a inundar los mercados en los próximos meses. La aprobación de planes de rescate tanto en EE UU como en Europa tendrá sus consecuencias, y la búsqueda de financiación de los diferentes gobiernos aumentará la oferta de deuda estatal donde invertir.'Es previsible que en Europa y en Estados Unidos se emitan más de dos billones de dólares de aquí a un año', explica José Luis Martínez, estratega de Citi. En el pasado, las emisiones fuertes se han dado en épocas de crecimiento menor, lo que ha presionado las rentabilidades a la baja, algo que no está claro que ocurra en el momento actual. 'Es previsible que en los plazos más largos entre la presión de la oferta y que la calidad del riesgo público se vaya a deteriorar la rentabilidad aumente', añade Martínez. En teoría, en los tramos cortos se prevén caídas de rentabilidad por el aumento de la oferta, algo también por ver dado el enorme interés que está suscitando en el momento actual los activos refugio de calidad. Todo dependerá de las incógnitas se vayan despejando.Los expertos, en cualquier caso, esperan que el mercado absorba la oferta de deuda pública y recuerdan que la clave la darán también las condiciones que se ofrezcan.