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Lunes de los fondos

Escenario para las pensiones

Es necesario tomar nota del daño que sufrirán los planes de jubilación por la crisis.

La tormenta financiera arrecia hasta niveles insospechados para muchos, y en uno de los países más afectados por la misma en estos momentos, el Reino Unido, salía a la luz de los principales medios de comunicación del país una noticia en las páginas interiores. Venía a decir que el conjunto de las pensiones privadas habían perdido alrededor de un 20% de su valor total en los doce últimos meses. Esto se publicaba hace unos días, por lo que las caídas del final de la semana pasada han llevado con seguridad a una pérdida global superior al 30% en estos momentos.

La información quedaba diluida entre otras de planes del Gobierno para el rescate del sistema bancario, pero no por ello dejaba de añadir leña al fuego de las carencias que pueden producirse en los planes de, por ejemplo, bastantes empresas que se podrían ver obligadas a cubrir la diferencia entre el valor de los activos en cartera y los beneficios o prestaciones que tienen comprometidas con sus empleados. La tendencia en el Reino Unido y a nivel internacional hacia planes de contribuciones definidas, en lugar de los planes de beneficios definidos buscaría evitar los grandes déficit que pueden llegar a producirse. En cualquier caso, la necesidad de hacer coincidir las contribuciones con las prestaciones objetivo de los planes seguirá poniendo presión creciente a los gestores y consultores para construir carteras de inversión sólidas pero que maximicen los retornos al mismo tiempo.

La caída superior al 30% podría parecer excesiva desde el punto de vista español, pero hay que tener en cuenta que aproximadamente un 80% de los activos de los fondos de pensiones británicos se encuentran en renta variable. Sin embargo, ello no debería llevarnos a ninguna autocomplacencia, sesgados en nuestras apreciaciones por las brutales caídas bursátiles de las que estamos siendo testigos en estos días.

Dejando aparte el problema que se vislumbra en el horizonte con las pensiones públicas y la necesidad prioritaria de fomentar una cultura y sistemas de ahorro privados más desarrollados, los fondos de pensiones privados españoles no muestran en su conjunto unas rentabilidades en el largo plazo que sean muy competitivas. El largo plazo es verdaderamente un asunto vital en el mundo de las pensiones dado su carácter intrínseco de sistema de ahorro a largo plazo y es en ello en lo que deberían enfocar sus esfuerzos los promotores y gestores de los mismos.

No es este el lugar para hacer un estudio en profundidad de cuales son los resultados de los fondos de pensiones privados españoles en términos absolutos y relativos. No obstante, análisis preliminares revelan que las rentabilidades relativas anuales en periodos largos con los propios fondos de inversión domésticos o en mayor medida con los fondos de inversión internacionales y los fondos de pensiones privados de otros mercados son claramente decepcionantes. Las diferencias lógicamente varían en función de los sectores o categorías, los universos y los plazos tomados en consideración pero mayoritariamente todas apuntan en la misma dirección.

En el caso de los fondos de pensiones españoles y británicos por ejemplo nos encontramos que para ciertas categorías de activos las diferencias de rentabilidades anuales en periodos largos en las monedas locales respectivas oscilan entre el 2% y 3%, lo que en el acumulado del periodo se traduce en grandes diferencias de dinero para los partícipes de dichos planes. Precisamente en estos difíciles momentos para los mercados financieros y las acciones en particular es cuando más conviene recordar a los inversores que las asignaciones de activos con elevados pesos en renta variable superan con claridad a las carteras conservadoras en los muy largos plazos.

Sesgo nacional

La comparativa de resultados arriba apuntada tiene también otra lectura negativa adicional. El sesgo de los fondos de pensiones a nivel internacional y los españoles en especial hacia las inversiones domésticas es muy marcado. Teniendo en cuenta que tanto los bonos como las acciones españolas han tenido un comportamiento relativo muy favorable en la última década, las peores rentabilidades parecen todavía más preocupantes. No sólo esto, sino que es difícil prever que los próximos diez años sean tan buenos para este país tanto en términos macroeconómicos como de mercados financieros.

La conclusión que se deriva de todo ello es que parece clara la necesidad de una mayor profesionalización del sector en los próximos años. El asesoramiento en la construcción de carteras desde un punto de vista estratégico y táctico, la selección de gestores, la ampliación del rango de tipos de activo susceptibles de inversión y la especialización serán tendencias deseables para los próximos años. Idealmente, la industria debería tomar la iniciativa. En caso contrario, la incipiente pero creciente ola de beneficiarios comenzando a recibir sus prestaciones será la fuerza bajo el necesario cambio.

Juan Manuel Vicente . Director de análisis de Lipper

Análisis. Clásicas formas de comparar

No es poco habitual recibir peticiones que comparan la rentabilidad de los fondos de pensiones respecto a sus primos cercanos, los fondos de inversión.A nivel nacional el hecho de que las entidades que gestionan ambos tipos de productos pertenecen en muchas ocasiones a la misma entidad financiera, la comparativa debería arrojar pocas diferencias.No obstante, resultados preliminares apuntan a un mejor comportamiento relativo de los fondos de inversión en el largo plazo, presumiblemente por el carácter conservador de los fondos de pensiones.

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