Primer paso del plan Paulson
El plan de rescate de 700.000 millones de dólares del secretario del Tesoro Hank Paulson para el sector financiero estadounidense pasó el trámite del Senado estupendamente. Aunque el voto era esperado, ofrece socorro a los inversores tras el rechazo el lunes del plan por la Cámara de Representantes. Pero la Cámara aún tiene razones para actuar escépticamente.
El Senado ha añadido nutrientes genuinos para rechazar la versión. Un incremento de la garantía en los depósitos bancarios de 100.000 dólares a 250.000 ayudará a cimentar la confianza. El permiso al Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) para pedir prestado cantidades ilimitadas al Tesoro asegurarán que la confianza esté justificada.
El FDIC es un digno receptor del apoyo del Congreso. Su astuta gestión de los quebrados bancos Wachovia y Washington Mutual hace de la agencia gubernamental la mejor posicionada para alcanzar el menos malo de los acuerdos para los contribuyentes.
La SEC es otra historia. Su reciente acción refleja para restringir las ventas a corto indica que se merece una estrecha correa. Dar a la SEC permiso para suspender la contabilidad mark-to-market deja un mal gusto. Y por acomodar el proyecto a la legislación fiscal, el Senado se ha ganado su reputación para despachar beicon con huevos. Parece que ahorrar al sistema financiero global no es bastante para el Congreso de EE UU. Los legisladores tienen que negociar también tanto con asuntos fiscales aparentemente vitales como el equipo de entrenamiento de rescate de una mina, flechas de madera de niños y negocios inmobiliarios en las reservas indias.
Aunque la mayor amenaza para la aprobación por la Cámara puede ser algo más sano que el cerdo, el mercado libre. Por supuesto, la caída del 9% en los mercados de EE UU asustó a muchos políticos, particularmente a aquellos con sólo con rudimentarios estudios sobre cómo funcionan los mercados. Pero esta semana los mercados estuvieron funcionando un poco mejor.
El capital privado parece estar volviendo, por sí solo y en tándem con los mecanismos gubernamentales existentes. Warren Buffett se abalanzó sobre una inversión de 3.000 millones de dólares en General Electric el miércoles, dos días después de que Citigroup salvara Wachovia.
Estos desarrollos, y todo el cerdo, pueden dar una pausa a la Cámara.
Por Rob Cox
Apuestas de Warren Buffett
Las apuestas millonarias de Warren Buffett en Goldman Sachs y General Electric (GE) aumentan el atractivo de estas compañías y el de la Bolsa en general. Pero no deberían ser interpretadas a la ligera. Los 5.000 millones de dólares que el Oráculo de Obama ha puesto en Goldman y los 3.000 millones en GE son en acciones preferentes con dividendos del 10% anual. En ambos casos, se complementan con warrants equivalentes en acciones normales -con el derecho de compra por debajo del precio de cada momento durante los próximos cinco años-. Esta es una estructura perfecta para inversores impacientes por protegerse contra las pérdidas. Buffett solamente necesita creer que Goldman y GE continuarán siendo solventes para que le paguen los dividendos preferenciales. Y salvo que esta confianza sea injustificada, obtendrá al menos un retorno del 10% anual a perpetuidad.Por supuesto, como pueden atestiguar los accionistas -también preferentes- de Lehman Brothers, Buffett puede perder su dinero si hay quiebra y las acciones preferentes pueden caer por debajo de su valor nominal. Pero aún así implica menos riesgo que las acciones normales, cuyos propietarios pueden no recibir dividendos -a diferencia de Buffett-.Además, los warrants supondrán un chollo extra para Buffett cuando las acciones de Goldman y GE se recuperen. Sus warrants están in-the-money aproximadamente en un 10%, en ambos caso, aportándole también teóricamente miles de millones en valor de opciones. Por supuesto, un inversor que acudiese a la ampliación de GE -al menos 12.000 millones de dólares- también lo podría conseguir, si sus acciones suben. Pero la estructura de Buffett recorta las posibles pérdidas y amplifica las ganancias.Quizá suponga un motivo de alegría para los contribuyentes cuyo dinero se ha usado en recapitalizar bancos en problemas. Pero los inversores corrientes no deberían necesariamente tomar las inversiones de Buffett como motivo suficiente para invertir sin más. Cierto impulsa el sentimiento de que estas empresas suponen una ganga. Y que las convierte en las estrellas de sus respectivos sectores, pero no significa necesariamente que las acciones ya están listas para brillar (ayer se desplomaron).Por Richard Beales