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Hacia un nuevo orden financiero

Wachovia, Fortis y Dexia protagonizan un lunes negro para la banca mundial

La Fed, el Fondo de Garantía de Depósitos y el Tesoro, mediadores de la venta a Citi del sexto banco de EE UU.

La crisis financiera mundial ha hecho tambalearse en las últimas horas a instituciones financieras de uno y otro lado del Atlántico. La fase más dura y darwiniana de la crisis, lejos de haber tocado fondo, sigue totalmente abierta y tres firmas más cambiaron de cara ayer o estaban camino de hacerlo para siempre.

En EE UU, el epicentro de la crisis subprime que ha enfermado al resto del sofisticado y a la vez frágil sistema financiero, Wachovia tuvo que llegar a un acuerdo con Citi para que este banco comprara la mayor parte de sus activos y divisiones. La operación ha estado activamente promovida por el Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC), la Reserva Federal y el Tesoro, una tríada que da, de nuevo, la medida de hasta qué punto el Estado está involucrado para que la brusca y rápida remodelación del sistema bancario estadounidense sea tan ordenada como sea posible. De hecho, fue la FDIC la que primera que informó de esta operación.

En concreto, Citi, se ha comprometido a pagar 2.160 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) en acciones por hacerse con la banca comercial de esta entidad de Carolina del Norte, la sexta en el país por activos. Con esta compra, el banco dirigido por Vikram Pandit, se hace con una red de 3.300 sucursales en 21 estados en los que hay poca duplicidad entre los dos, de hecho, se estima que sólo hay un 5% de operaciones redundantes. Con unos depósitos combinados de 600.000 millones de dólares, un 9,8% del mercado americano y 1,3 billones en todo el mundo, 'Citigroup se convierte en una de las instituciones financieras con la mayor cantidad de depósitos del mundo'. Son activos valorados en unos 700.000 millones de dólares de los 812.000 de Wachovia.

El banco japonés Mitsubishi UFJ-Bank of Tokio compró ayer el 21% de Morgan Stanley por 9.000 millones de dólares

Con ello, el banco de Pandit retoma su papel de gran competidor en banca comercial frente a JP Morgan y Bank of America, dos entidades que han apostado en los últimos años por este segmento de negocio y que, hasta el momento, parecen ser los más aislados de los peores efectos de esta crisis.

Wachovia mantiene sus actividades de sus oficinas de corretaje al por menor y su gestión de activos, con las áreas de negocio de A.G. Edwards y Evergreen Investments, y ya está buscando otra entidad con la que aliarse, dada la delicada situación en la que está este modelo de negocio.

Pero Citi no sólo se hace con los activos sino también con una fuerte deuda y activos tóxicos de Wachovia, uno de las firmas más presentes en el negocio de hipotecas de alto riesgo. En total, el banco de Pandit, una de las entidades más golpeadas por la crisis hipotecarias, se hace con una deuda de 53.000 millones de dólares y en su cartera hay 312.000 millones de dólares de activos tóxicos relacionados con hipotecas.

Según el acuerdo al que ha llegado Citi con el FDIC, el banco se hace responsable por los primeros 30.000 millones de pérdidas de la cartera, algo que se va a materializar en cuando se cierre la transacción. Además, asumirá otros 12.000 millones de pérdidas más en los próximos tres años si en cada uno de los ejercicios éstas no suben por encima de los 4.000 millones. A partir de estas cantidades El FDIC las asumiría. Citi, se ha comprometido a emitir acciones preferentes (sin derecho a voto) y warrants por un valor total unos 12.000 millones de dólares. Además Citi contaba con el plan Paulson de rescate de la banca para aliviar el peso de esta cartera, aunque, a cierre de esta edición el Congreso había rechazado su aprobación.

A pesar de la ayuda oficial, Citi va a necesitar más músculo por lo que va recortar a la mitad su dividendo y hacer una ampliación de capital de 10.000 millones de dólares. El banco, que ha recibido grandes inversiones de capital de fondos soberanos, ya ha ajustado a la baja el valor de sus activos en 40.000 millones de dólares desde que estalló la crisis del crédito.

La crisis de Wachovia ha explotado justo después de que otra entidad, Washington Mutual (WaMu) se hundiera la semana pasada. El FDIC quiso dejar claro que Wachovia no ha estado en la misma posición que WaMu y que el banco no se ha caído. Aunque Wachovia afirmó el jueves y el viernes pasado que los depósitos estaban bien y no había una fuga, el viernes por la noche el banco estaba oficialmente en venta. El grupo de Santander y Wells Fargo eran las firmas que se especulaba que estarían interesadas en la entidad.

Mientras se cerraba este acuerdo por parte del Citi, otro banco de Wall Street, Morgan Stanley obtenía de Mitsubishi UFJ la última palabra con respecto a la compra que apalabró la semana pasada. El banco japonés se hará con el 21% de Morgan Stanley por 9.000 millones de dólares.

En Europa, el temido contagio alcanzó especial virulencia tras el fin de semana. Dexia, la entidad franco-belga que presume de ser el producto de una de las primera fusiones transfronterizas en el sector financiero del Viejo Continente, se desplomó ayer en Bolsa un 20% y puso de nuevo a prueba la capacidad de reacción de las autoridades de supervisión financiera y monetaria en la zona euro.

El riesgo de hecatombe se producía sólo unas horas después de que los Gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en coordinación con el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, orquestasen el domingo el rescate de Fortis. La histórica operación, valorada en 11.200 millones de euros, marca el estreno de los mecanismos pactados en secreto por los ministros de Economía y Finanzas de la zona Euro para hacer frente a una crisis en un banco paneuropeo.

Bruselas celebró ayer el éxito de la intervención. 'El sistema europeo ha demostrado su capacidad de respuesta incluso en casos transfronterizos', subrayó el portavoz de José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea. 'Habrá que ver qué lecciones se pueden extraer, pero lo cierto es que este fin de semana ha habido una operación concertada que ha conseguido sus objetivos'.

Los tres países se harán con el 49% de Fortis en cada uno de sus mercados. Bélgica, con una inversión de 4.700 millones de euros; Holanda, de 4.000 millones; y Luxemburgo, de 2.500 millones. La operación acarreó también la dimisión de Maurice Leppen, el hasta legendario presidente de Fortis. Los tres gobiernos elegirán a su sucesor e impondrán una reestructuración completa de los órganos de supervisión de la entidad.

Pero la tranquilidad dura poco en tiempos de crisis. Y la satisfacción de la CE por el éxito de la operación Fortis coincidía con el desplome en Bolsa de Dexia, en lo que parece una segunda prueba de fuego para los métodos de supervisión y coordinación de la zona euro.

Al cierre de esta edición, el consejo de administración de Dexia seguía reunido a la búsqueda de unos fondos que tranquilicen al mercado bursátil. La solución podría llega con una inyección de 7.000 millones de euros procedente de los accionistas belgas de Dexia y de las entidades federales del país.

La sucesión de acontecimientos con Dexia se asemeja peligrosamente a los que desembocaron el domingo en la operación de rescate de Fortis. El viernes pasado, Reynders también intentó tranquilizar a los clientes de Fortis asegurando que el Estado belga no permitiría que ningún particular viese en peligro sus ahorros. El sábado, el Gobierno celebró un consejo de ministros restringido para analizar la situación de la entidad. Y el domingo arrancaba las negociaciones de un plan de rescate en las que participaron cuatro Gobiernos (Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Francia), el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. El acuerdo se anunciaba a las 23.22 del domingo. La zona euro salvaba por primera vez un banco transfronterizo.

Lehman vende su gestora de activos Neuberger Berman al capital riesgo

Finalmente llegó el acuerdo. Tras más de una semana de espera, Lehman Brothers ha cerrado la venta de su lucrativa gestora de activos Neuberger Berman, así como de su negocio de renta fija y algunos activos alternativos. Los compradores han sido las firmas de capital riesgo Bain Capital Partners y Hellman & Friedman. Y el importe desembolsado, 2.150 millones de dólares (1.490 millones de euros).Hace apenas un mes, antes de que se produjese la quiebra de Lehman Brothers Holdings, estos activos eran valorados por los analistas de Wall Street en unos 7.000 millones de dólares (4.850 millones de euros). Neuberger Berman se constituirá ahora como sociedad independiente con activos bajo gestión por 230.000 millones de dólares (159.000 millones de euros).George Walker, antiguo responsable global de gestión de inversiones de Lehman Brothers, será el consejero delegado de la nueva matriz Neuberger Investment Management, mientras que Joe Amato seguirá haciéndose cargo de la gestora Neuberger Berman.Bain Capital y Hellman & Friedman contarán con igual peso en la nueva compañía. Los gestores de las carteras y el equipo directivo de Neuberger también tendrán un paquete significativo e incrementarán su peso en la firma a lo largo del tiempo por medio de un programa de incentivos. La transacción, que está previsto que se cierre a principios de 2009, está sujeta al desarrollo del proceso de liquidación de Lehman Brothers Holdings.

El Gobierno alemán y varios bancos salvan a Hypo Real Estate de la quiebra

El Ejecutivo germano y varios bancos ofrecerán a Hypo Real Estate una garantía de crédito de 35.000 millones de euros para salvarlo de la quiebra por sus problemas de financiación ante la crisis, informa EFE. Esta entidad sufre una falta de liquidez a causa de su filial Depfa Bank, especializada en prestar fondos para obras públicas.El ministerio de Finanzas germano informó ayer que los acreedores otorgarán a Hypo Real Estate una línea de financiación en dos tramos, de 14.000 y 21.000 millones de euros, respectivamente. Los bancos privados, cuyos nombres no se han desvelado, afrontarán el 60% del primer tramo del crédito (8.400 millones de euros), y el Gobierno atenderá el 40% restante (5.600 millones). El segundo tramo será asumido por completo por el Ejecutivo.Este rescate aún debe ser aprobado por el Parlamento alemán. Tanto el Gobierno como el Bundesbank sostienen que la medida puede costar a los contribuyentes unos 26.600 millones de euros en el peor de los casos, pero consideran que evitará el colapso del sistema financiero nacional.Esta es la segunda intervención de una entidad de crédito efectuada por Berlín este año. En febrero, salvó al grupo IKB.Mientras, en Islandia, el Gobierno de ese país se ha hecho con el control de Glitnir Bank por sus problemas de liquidez. El Ejecutivo pagará 600 millones de euros por un 75% del grupo. La entidad tenía compromisos de pago por 22.000 millones de dólares y los depósitos que captaba apenas cubrían el 30% de los créditos que tiene concedidos.

La CE no ve ayuda de Estado en la entrada de capital público en Fortis

La Comisión Europea recordó ayer que el Tratado de la Unión no establece diferencias entre capital público y privado y, por tanto, la incorporación de accionistas estatales, como en el resecaste de Fortis, no constituye una ayuda de Estado.El departamento de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, añadió, de todos modos, que vigilará muy atentamente las 'medidas de acompañamiento' al plan de rescate de la entidad acordado por los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Kroes, según su equipo, se mantuvo 'en estrecho contacto' con los negociadores del plan durante todo el fin de semana. Y, a primera vista, no tiene objeciones a la compra con capital público del 49% de Fortis en cada uno de los tres países, con una inversión total de 11.200 millones de euros.Bruselas distingue esa participación como accionista de las inyecciones de capital para salvar in extremis una empresa o para recuperar su viabilidad. En esos casos, se trata de una ayuda de Estado que la CE debe analizar para ver si es legal. En esa circunstancia se encuentra, por ejemplo, el banco británico Northern Rock, cuyo plan de reestructuración todavía lo está revisando el departamento de Kroes.La CE insistió en que las normas sobre ayuda de Estado no son un obstáculo sino que contribuyen a la solución de las dificultades y garantizan que el rescate de una empresa no distorsiona la competencia.Bruselas también precisó ayer que la inversión pública en Fortis computará como deuda en las cuentas del Estado, pero no incrementará el déficit.

Los dos grupos de origen belga emplean en España a un total de 700 personas

Tanto Fortis como Dexia están presentes en España. El primero, de capital belgaholandés, cuenta con divisiones de banca privada y banca corporativa -especializada en dar servicios a entidades financieras y en inversiones inmobiliarias-. En total, la firma con sede en Bruselas emplea en la Península Ibérica a alrededor de 500 personas. Fuentes internas explicaban ayer que el plan de rescate puesto en marcha por los gobiernos de Holanda, Bélgica y Luxemburgo ha servido 'para aumentar la confianza de accionistas, clientes y empleados' en el grupo. Respecto a la venta de los activos procedentes de ABN Amro, aseguran que en España apenas les correspondían operaciones (la mayor parte fue a parar a Royal Bank of Scotland). El grupo Santander mantiene una participación del 1,85% en su socio belga.Mientras, otra de las entidades golpeadas ayer por las turbulencias financieras, Dexia, tiene presencia en España a través de un banco custodio (RBC Dexia Investor Services, con una plantilla de 172 personas) y de dos joint ventures. Una con Sabadell para financiación de infraestructuras, y otra de banca privada con Popular. En el caso de la primera, el banco Dexia-Sabadell, emplea a 43 personas y en 2007 obtuvo un beneficio neto de 15,5 millones de euros. Fuentes de la entidad catalana aseguran que, en caso de haber problemas con la matriz francobelga, podrían hacerse cargo del 100% de la firma. La situación es diferente en Popular Banca Privada, ya que el grupo español cuenta con una mayoría de control.

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