Deuda de calidad y corto plazo para tener un sueño tranquilo
Las oportunidades en renta fija crecen con el desplome del sector corporativo, pero la única apuesta sin peligro pasa por las letras del Tesoro.
Hay muchísimo valor ahora en la renta fija. Cuando cunde el pánico, impera la regla de 'vende primero y pregunta después', y eso ha provocado la caída indiscriminada de deuda corporativa de calidad. Pero hay que analizar en profundidad las empresas y desterrar la idea equivocada de que renta fija es igual a rendimiento fijo'. Así resume la situación actual del mercado de bonos el director de ventas en España de Fidelity, Pablo Anabitarte. Los expertos avisan, sin embargo, que en un mundo de sobresaltos sin fin, la renta fija soberana es la única opción segura.
'El único sitio en el que un inversor podría sentirse totalmente seguro es en letras del Tesoro de EE UU', detalla Anabitarte. 'Hay que ir a deuda pública. En deuda privada no hay liquidez y hay que conocer muy bien dónde se invierte', aconseja Luis Benguerel, de Interbrokers.
Y los datos de la deuda americana corroboran la estampida de los inversores. La renta fija se llama así porque el pago del cupón es siempre la misma cantidad. Su rendimiento en porcentaje varía lógicamente con el precio del título; cuanto más caro el bono, menos rentabilidad. Pues bien, las notas del Tesoro a tres meses pasaron de rentar un 1,77% a principios de mes a un 0,061% tras la quiebra de Lehman Brothers, un ajuste del 95,7%. Aunque los tipos se han recuperado, aún están lejos del 1%.
'El pánico desatado entre los inversores hace que muchos necesiten vender y sean pocos los dispuestos a comprar, lo que resulta en un mercado muy ilíquido, empujando los precios a la baja. A medio plazo, esta crisis marcará un antes y un después en la renta fija. Incluso una vez superada, será difícil volver a ver los niveles de confianza previos', explica Itiziar Mendia, de Fineco.
En definitiva, los precios de la deuda privada son tentadores pero ¿está garantizada la continuidad de las empresas? 'Si esta crisis cala en la economía real, las suspensiones de pagos serán tan brutales que aunque los bonos están ahora baratísimos, en realidad seguirían estando caros', explica José Manuel Gómez-Borrero, de N+1.
'Para quien no quiera correr ningún tipo de riesgo, no queda más remedio que optar por títulos o fondos de inversión de muy corto plazo y con riesgo de crédito muy limitado, lo que implica un objetivo de rentabilidad a largo plazo inferior al de cualquier otra alternativa', corrobora Itziar Mendia.
Cada día, lo extraordinario pasa a ser lo habitual. El último sobresalto ha sido la caída de Washington Mutual, con 210.700 millones de euros en activos. El perímetro de seguridad se estrecha.
El mercado. Los elementos que componen el sectordivisas en juego
¦bull; Los títulos. Los bonos son deuda emitida por empresas o autoridades públicas. Los inversores adquieren la deuda a cambio del pago periódico de un cupón determinado durante la vida del título. El bono tiene una fecha de vencimiento en la que se devuelve el principal, pero puede ser negociado en el mercado y ahí es donde su precio varía. En caso de quiebra, los tenedores de bonos son acreedores y están por delante de los accionistas a la hora de cobrar.¦bull; Inversores. La renta fija no es un activo sin riesgo, pero suele ser poco volátil. Es también el mecanismo habitual para tener reservas en divisas. De hecho, un 51,5% de la deuda de EE UU (un mercado de 30,85 billones de dólares), está en manos de inversores extranjeros, según Fitch Ratings.¦bull; Calificaciones. A la hora de invertir es preciso saber si el emisor tendrá flujo de caja suficiente para afrontar el pago de los intereses y, llegado el momento, del principal. Las agencias de rating -las principales son Standard & Poor's, Moody's y Fitch Ratings- se dedican a valorar la solvencia de los emisores. La máxima calificación es la triple A, de solvencia asegurada. Luego la garantía va desciendo de calidad hasta la triple B. De ahí para abajo, nada es seguro. En esta crisis, sin embargo, muchos bonos triple A han devenido en impago, lo que ha puesto en cuestión el trabajo de las firmas de rating y ha generado un pánico extraordinario en el mercado.
Divisas en juegos
La ejecución del célebre plan de estabilización financiera estadounidense puede derivar en una caída del precio de la deuda, al aumentar la emisión y, por tanto, del dólar. Como explica la gestora Pimco, la mayor del mundo en renta fija, el Tesoro nunca perderá 'porque para hacer frente a sus obligaciones, simplemente puede recurrir a imprimir más dinero'. Los que perderían ahí serán los bonistas: el mismo cupón, pero pagado en una moneda devaluada.Es un momento muy inestable en las divisas. En dos meses, el euro ha pasado de 1,6 dólares a menos de 1,4 y otra vez a más de un 1,45. 'Hay tantas incertidumbres que muchas empresas están cubriendo sus necesidades de liquidez sólo a corto plazo, acentuando la trayectoria errática de las divisas', explica José Manuel Pazos, director de la consultoría Omega IGF.
Claves. Giro de 180 grados
Qué ha pasado1. Movimiento sísmico. La quiebra de Lehman Brothers cristalizó todos los temores. La huida hacia la calidad fue espectacular, los inversores se arrojaron en tromba sobre los bonos a corto plazo del Tesoro estadounidense. A comienzos de mes su rendimiento medio al vencimiento era del 1,77%; el día 17 había bajado al 0,061%. Como muestra, una serie de bonos de Goldman Sachs a cinco años con vencimiento en 2009 pasó de rentar un 3% a un 33,9% la semana pasada.Qué se espera2. Iincertidumbres. 'A partir de esta crisis, la rentabilidad exigida a la deuda irá más en consonancia con el riesgo real que supone', vaticina Itziar Mendia, de Fineco. Si el plan de rescate de Wall Street funciona, generará un gran volumen de deuda y provocará un alza en los tipos de interés que presionará a la baja el precio de los bonos. El sector corporativo aún tiene un largo camino hasta que los inversores disciernan qué empresas son solventes.Qué hacer3. Estrategias. Lo más seguro es renta fija soberana de corto plazo. Pero hay más opciones. En M&G Investments apuntan a deuda pública europea de largo plazo, ante la expectativa de que el BCE baje tipos. Respecto a los bonos corporativos, M&G Investments señala que 'empiezan a ser muy atractivos, al estar sobrevendidos por las necesidades de liquidez de los bancos'. El riesgo está en que apuestas que hace poco eran muy seguras, ahora han dejado de serlo.