Tres escenarios de inversión para el futuro
El porvenir económico mundial y de los precios condicionará la distribución de activos. ¿De qué hay que huir y dónde se puede apostar?
1.Estanflación. Precios sin control y retroceso del PIB æpermil;ste sería el peor de los mundos posibles. Implicaría una escalada de la inflación, propulsada por una espiral alcista de las materias primas, y un profundo deterioro económico.
Los bancos centrales se verían entre la espada y la pared y tendrían que optar entre controlar la inflación endureciendo la política monetaria o tratar de impulsar el crecimiento mediante recortes de los tipos de interés. Las opciones atractivas de inversión se reducirían fuertemente.
Para que este escenario se convirtiera en una realidad, el precio de las materias primas tendría que continuar fuertemente al alza, de forma que la inversión en petróleo y metales se perpetuaría como un refugio rentable.
La inversión en Bolsa estaría muy dañada por este panorama, que tendría como consecuencia inmediata, de medio y también de largo plazo, una caída de los beneficios empresariales. Con todo, algunos de los sectores que sacan provecho de los altos precios de las materias primas, como el petrolero y el minero, podrían verse beneficiados.
Así, Merrill Lynch explica que, en este contexto, apostaría por el sector de recursos básicos, representado por compañías como Anglo American, Xstrata y Arcelor Mittal, y de seguros, puesto que ya habrían recogido en sus precios una fuerte caída de los beneficios. La entidad estadounidense menciona a Aviva, Swiss Re, Old Mutual, Munich Re, ING y Hannover Re.
La estrategia en renta fija sería compleja y estaría condicionada por la manera de afrontar la situación de los bancos centrales. En principio, si los tipos en la zona euro y Estados Unidos se mantuvieran en el entorno actual, no sería conveniente apostar por bonos con vencimientos a largo plazo. Los activos monetarios con vencimientos cortos serían el refugio más seguro.
En un entorno de inflación elevada, Phil Collins, gestor de Newton, una de las gestoras especializadas de BNY Mellon AM, señala que 'la manera más clara de protegerse es optar por bonos ligados a la inflación'.
2. Frenazo. Bajo crecimiento e inflación moderada Hoy por hoy, la opción con más seguidores gracias al receso de los precios de las materias primas y también la menos negativa entre las tres más probables. En este escenario, serían posibles recortes de los tipos de interés, especialmente en Europa. La mayor parte de los expertos daría preferencia a la renta variable respecto al resto de los activos, aunque habría que extremar la selección. Así, Nuria Álvarez, de Renta 4, menciona sectores 'no correlacionados con la coyuntura económica', como el de utilities, el farmacéutico o el de autopistas. Ignacio Dolz de Espejo, director de estrategia de A&G, aconseja telecos (las de Francia y Alemania y Telefónica), tecnológicas y relacionadas con el sector salud. Este experto apuesta además por compañías estadounidenses exportadoras, como Philip Morris o Cisco.
Lehman Brothers sobrepondera la inversión en Bolsa y apuesta por 'empresas que sean capaces de aumentar los ingresos en este desafiante entorno de beneficios'. Entre tanto, Marian del Campo, responsable de inversiones de Cortal Consors, es partidaria de empresas europeas de gran capitalización y favorece los sectores más penalizados, como los bancos y las constructoras.
Sarah Arkle, jefa de inversiones de la gestora británica Threadneedle, advierte que extremaría la cautela con la renta variable de España. Por su parte, Pierre Lamboray, gestor del fondo Dexia Equities L Spain, afirma que su opción más clara en España es Telefónica. También hace un hueco para el sector de salud, con Grifols, Rovi y Almirall, y para el de consumo estable, con Ebro Puleva.
Materias primas
Al mismo tiempo, las materias primas, especialmente el crudo, deberían seguir con la corrección, de forma que Ken Adams, jefe de estrategia global de SWIP, aconseja infraponderar estos activos.
La renta fija a largo plazo ganaría enteros, pues la moderación de los precios permitiría a los bancos centrales bajar el precio del dinero, lo que daría lugar a compras en el mercado de deuda. JPMorgan opta por los bonos a cinco años en Europa y a dos años en Estados Unidos.
3. Recesión. Deflación junto a decrecimiento. Después del escenario de estanflación, éste sería el segundo peor. El decrecimiento económico estaría acompañado en este caso por una inflación moderada o incluso deflación. Los bancos centrales, tanto de Estados Unidos como de la zona euro, tratarían de reactivar la actividad con bajadas de los tipos de interés.
Los activos que hay que evitar están claros, según los expertos. Frederic Buzaré, director de renta variable de Dexia AM, advierte que, en un entorno global de riesgos para el crecimiento económico, los inversores no pueden permitirse el lujo de ser optimistas. Por lo tanto, lo que no puede hacerse es vender renta fija, apostar por activos con riesgo, sobreponderar compañías que dependen del consumo cíclico e ignorar la rentabilidad por dividendo. 'Paciencia y preservación del capital son las reglas del juego', resume el experto.
Con todo, Buzaré no descarta la renta variable completamente. Sería crucial apostar por empresas de calidad, con elevado retorno de capital empleado (Roce) y balances sólidos. En la misma línea, Ignacio Dolz de Espejo asegura que en una eventual coyuntura de recesión con deflación o aumento mínimo de los precios, 'en términos relativos, no habría que estar muy corto de renta variable', aunque sí sería necesaria una selección cuidadosa de los sectores.
Las compañías de consumo estable serían las que mejor podrían hacerlo, mientras que habría que huir del consumo cíclico y de las energéticas. James Milne, analista de renta variable europea de la gestora New Star, evitaría los sectores más ligados al ciclo económico, como las compañías de venta minorista, los medios de comunicación y las de telecomunicaciones móviles, entre otras. Por zonas geográficas, Dolz de Espejo sobreponderaría EE UU, 'donde ya está descontada la recesión', frente a Europa, ya que ahora es cuando comienzan a revelarse los primeros signos de la crisis en la región.
En cualquier caso, la renta fija sería la apuesta estrella de los expertos, puesto que el precio de los bonos a largo plazo se beneficiaría de los aumentos de precio motivados por las bajadas de los tipos.