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Transporte por carretera

La firma británica de transporte de viajeros Arriva compra De Blas

Arriva pretende seguir la senda de expansión emprendida por su rival National Express en la península Ibérica. La compañía británica ampliará su negocio en Madrid con la compra de la empresa De Blas, por la que pagará 99,25 millones de euros. La firma adquirida explota 34 rutas interurbanas, además de ser propietaria de parte del intercambiador de Príncipe Pío. Esta compra es la tercera de empresas madrileñas que lleva a cabo Arriva en poco más de año y medio.

La firma británica de transporte de viajeros Arriva compra De Blas
La firma británica de transporte de viajeros Arriva compra De Blas

Arriva dio ayer un paso más en su intención de convertirse en una de las tres principales compañías de transporte de viajeros en España. El operador británico anunció la adquisición de la Empresa de Blas y Cia, SL (conocida como De Blas) y sus filiales por 99,25 millones de euros. Del monto total de la operación, 79,4 millones se abonarán con efectivo proveniente de la caja de Arriva. El dinero restante se ha destinado a un depósito que servirá a hacer frente a cualquier denuncia presentada contra los vendedores, según explicó ayer la compañía compradora en un hecho relevante remitido a las autoridades británicas. De no producirse ninguna reclamación, el dinero será transferido en los próximos cinco años.

'Este es un importante paso adelante para posicionar a Arriva en el desarrollo de uno de los mercados de ciudad más excitantes de Europa en el transporte de viajeros', aseguró ayer el primer ejecutivo de la compañía británica, David Martin, en el comunicado emitido.

Las grandes operaciones en el sector el transporte de viajeros por carretera parecen agotadas, después de las dos compras llevadas a cabo por National Express: la de Alsa en octubre de 2005 por 670 millones; y la de Continental en abril de 2007 por poco más de 700 millones -Arriva participó en la puja de esta empresa, en alianza con una empresa gallega-. A estas dos operaciones, hay que sumarles la compra de el grupo Avanza por parte de Doughty Hanson a finales de 2006 por un precio que oscilaba alrededor de los 600 millones. Por eso, Arriva ha de alcanzar los ambiciosos planes de crecimiento que mantiene para el mercado español con compras de pequeñas y medianas empresas y en los concursos.

'El rápido crecimiento de la población de Madrid', prosigue Martin, 'proporciona una base de fuerte demanda; además, las significativas inversiones de las autoridades en servicios e infraestructuras están ayudando a crear una red de transporte interurbano que entre en la capital y que la rodee'.

Este interés en el mercado madrileño llevó a la compañía británica a adquirir a finales de 2007 Autocares Fray Escoba, una compañía que cuenta con 14 autobuses y una plantilla de 20 trabajadores. Esta compra se une a la del Grupo Esfera, llevada a cabo en enero de 2007 por un importe de cuatro millones. Después de estas dos operaciones, el negocio de Arriva en Madrid daba empleo hasta ahora a más de 100 personas, con una flota de 42 autobuses.

Arriva, sin embargo, comenzó su travesía en España lejos de Madrid, en Galicia. Allí se hizo con dos empresas a partir de 1999. Los comienzos no fueron sencillos, y en 2005 reestructuró su negocio gallego, bautizado como Arriva Noroeste. Con posterioridad, ampliaría su negocio, primero a Mallorca (Autocares Mallorca y Bus Nord) y después a Madrid (Grupo Espera y Fray Escoba).

En Europa, según las cifras aportadas ayer, la compañía transporta a 1.000 millones de pasajeros cada año, opera en nueve países (Dinamarca, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Suecia, República Checa y Reino Unido, además de España), donde combina el transporte en autobús con el ferroviario y el marítimo a través de ferries y da empleo a 40.000 personas. En 2007, el grupo facturó 2.000 millones de libras esterlinas (2.523 millones de euros), con un resultado operativo de 128 millones de libras (161,5 millones de euros) y un beneficio de 90 millones de libras (113,6 millones de euros), el 20,8% menos.

LAS CLAVES

La compra de la Empresa de Blas por 99,25 millones es la tercera que la británica Arriva lleva a cabo en Madrid en año y medio.

Arriva pretende ser uno de los tres principales actores en el mercado español, según, sus directivos en España.

Una empresa con los orígenes en la posguerra

De Blas se fundó en los años posteriores a la Guerra Civil y actualmente está radicada en el municipio de Alcorcón, en el sur de Madrid. La compañía cuenta con 222 autobuses, da empleo a 679 personas y explota 34 rutas interurbanas, además de ser la propietaria del 30% del intercambiador de Príncipe Pío, cerca de la Plaza de España.En 2007, sus ingresos ascendieron a 48,8 millones de euros, y su beneficio antes de impuestos se elevaron a 3,5 millones, según las cifras de la compañía británica. Sus activos netos suman 11,4 millones, incluyendo una deuda de 15,3 millones.Según el comunicado de Arriva, De Blas es una empresa 'establecida, con un negocio gestionado de forma profesional y con una flota muy joven, lo que permite a Arriva prosperar en un mercado floreciente'.Y es que el negocio del transporte de viajeros en autobús ha atraído las miradas de numerosos inversores extranjeros en lo que va de década. Entre el año 2000 y 2006, el número total de viajeros transportados en autobús creció el 93,5% hasta 3.354 millones. De esta cifra, el transporte interurbano supone el 40,3% del total, según los datos del Ministerio de Fomento. Entre 2005 y 2006, el tráfico interurbano creció el 3,8%. Las cifras no son tan positivas si se abre el plazo de tiempo: entre 2002 y 2006 ha caído un 40,4%.

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