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Los próximos 30 años

Soluciones sorprendentes para retos ya percibidos

Los expertos anticipan un mundo con fármacos personalizados, objetos parlantes y realidad virtual

Los últimos treinta años trajeron consigo cambios sociales y tecnológicos que hubieran sido considerados como disparates en 1978. ¿Qué supondrán los siguientes? En Estados Unidos, los estudios universitarios especializados en Foresight (que se podría traducir como prospectiva) se reproducen, e incluso la UE ha creado un organismo de consejeros especializados en anticipar tendencias, el BEPA. También las empresas españolas cuentan con personas dedicadas a analizar el futuro.

Varios especialistas han ofrecido a CincoDías su visión sobre las áreas en las que se vivirán los mayores cambios. La informática, campo estrella en las últimas décadas, aún nos puede reservar sorpresas. Según Vicente Sánchez, director de Operaciones y Marketing de Microsoft Ibérica, 'ya desarrollamos pilotos en los que, a través de la lectura de las constantes vitales, las máquinas pueden conocer el estado de ánimo del usuario y sugerir acciones en consecuencia. No esperaremos treinta años para tener un ordenador que intente animarnos tras un día difícil'.

En particular, cambiará la interrelación con los objetos. 'Hablarán entre sí y con los seres humanos', afirma Joaquín Ochoa, presidente de Sun Microsystems en España: 'En pocos años, nuestra nevera contactará directamente con el centro de recepción de pedidos de un supermercado para encargar los productos habituales que se agotaron'. David de Ugarte, escritor y destacado miembro del movimiento ciberpunk español, destaca la eventual aparición de impresoras 3d: 'El fabbing, la fabricación doméstica, presentará nuevos problemas ambientales y obligará a nuevas lógicas de producto y comercialización en sectores como la juguetería'.

Internet -'o algo tan distinto que ya ni se llamará internet', según el escritor de ciencia ficción estadounidense Bruce Sterling- mantendrá un creciente protagonismo. 'Serán posibles sistemas de telepresencia inmersiva de gran calidad. Es necesario llegar al punto en que se pueda transmitir y sintetizar la realidad, con lo que podremos mantener una reunión virtual con la otra punta del mundo o realizar nuestro trabajo diario sin desplazarnos', señala Pablo Rodríguez, director científico de internet de Telefónica I+D.

El economista de Oxford Tim Harford es algo escéptico al respecto: 'Al final, la gente emplea el correo electrónico para escribirse con compañeros de trabajo. La proximidad física sigue siendo importante, y creo que las ciudades de aquí a 30 años seguirán siendo el eje de la civilización'. En el contexto mundial, el catedrático de la Universidad de Barcelona Josep Oliver resume un panorama con 'nuevo músculo financiero y económico mundial, precios de las materias primas al alza por el ascenso de nuevas potencias económicas y tecnologías vinculadas a las necesidades energéticas y de lucha contra el cambio climático'.

Sterling insiste en que los principales factores en juego serán 'los cambios climáticos de la década de 2010, los de la de 2020, los de la de 2030... y las innovaciones que se introduzcan ante la certeza de que llegan aún mayores cambios después'. Para Juan Antonio Samaranch Salisachs, del banco de Inversión GBS Finanzas, la preocupación sobre el cambio climático se plasmará en la generalización de la Responsabilidad Social Corporativa, 'convertida en una marca de calidad con tanto peso como las certificaciones ISO'.

Para De Ugarte, además de los problemas medioambientales, la eventual llegada del barril de petróleo a 150 dólares supondrá 'el comienzo de la energía distribuida: casas, urbanizaciones o parques empresariales instalarán sus propios molinillos de viento u otras fuentes renovables'. Las instalaciones renovables supondrán, además, fuertes desembolsos: 'Las nuevas energías van a cambiar el mapa económico y político del mundo, demandando grandes inversiones y la activa participación del sistema bancario', anticipa Joaquín Vidal, economista jefe del servicio de estudios del BBVA.

El encarecimiento de las materias primas se acentuará por el ascenso de China e India a los primeros puestos de la economía mundial, que todos dan por seguro. César Dopazo, asesor de la presidencia de la UE para el cambio climático, suma a África: 'Con el dinero del intercambio de derechos de emisión de CO2 se podrían construir embalses y emplear un potencial hidroeléctrico que hoy sólo se explota en un 10%'. Mientras, Europa seguirá su camino de especialización en servicios e I+D, con una población envejecida: 'La gente va a vivir más y en mejores condiciones, lo que plantea importantes desafíos en todos los ámbitos: desde las modalidades de trabajo hasta la planificación financiera cara a la vejez', apunta Vidal.

La biotecnología apuesta por conseguir muy pronto resultados importantes, en palabras del presidente del grupo de empresas biocientíficas Noray, Julio Font: 'Tendremos medicina personalizada, con fármacos específicos para cada individuo; medicina regenerativa para la implantación de nuevos tejidos; terapia celular y tests de diagnóstico basados en ADN'.

La visión más osada. Cerca de la singularidad

Los future studies más osados tratan sobre la proximidad -o no- de lo que se ha dado en llamar la singularidad tecnológica. Popularizado por el matemático y escritor Vernor Vinge, este concepto afirma que el desarrollo de inteligencias artificiales superiores a la humana supondrá una escalada tecnológica mayor que ninguna de las conocidas hasta hoy, aunque las novedades que se produzcan podrían estar por encima de la capacidad de comprensión humana. Vinge asegura que, con el ritmo actual de crecimiento científico, la singularidad llegará antes de 2040.

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