Lehman Brothers despide a parte de su cúpula por la crisis
Erin Callan, directora financiera de Lehman Brothers, anunció que la firma captaría 6.000 millones de dólares para lidiar el colapso de los mercados hipotecarios. Ayer, Callan, la cara del banco en esta crisis, fue relevada de su cargo junto con Joseph Gregory, el director de operaciones.
Erin Callan, una abogada especializada en fiscalidad de 42 años, y Joseph Gregory, director de operaciones y encargado del día a día de Lehman Brothers, han sido los dos últimos miembros de la élite de Wall Street que han caído por la crisis que vive esta plaza financiera desde que explotó la burbuja de la vivienda y la crisis del crédito. Ambos perdieron ayer sus cargos después de que el banco, el más vulnerable a las turbulencias, decidiera dar un vuelco a su estructura ejecutiva.
La noticia de la salida de estos dos responsables no fue celebrada por unos mercados que de nuevo volvieron a castigar a Lehman. Ayer el valor cedía un 2,6% lo que profundizaba una erosión de su capitalización que ha perdido unos 7.400 millones de dólares (4.800 millones de euros) en una semana. Desde inicio de año, el título acumula un descenso de más del 64,7%
La decisión de Lehman es muy llamativa y controvertida porque Callan se había convertido en la cara del banco desde que llegara a su puesto en diciembre de 2007. Entonces, la firma ya estaba bajo una intensa presión por parte de un mercado que sabía que el estelar crecimiento de Lehman se debía a la apuesta por productos hipotecarios que la crisis de la vivienda ha convertido en una carga en sus libros. Callan era conocida como 'la rock star' del banco y era frecuente verla en los foros de Wall Street defendiendo la situación de liquidez del banco, frente a analistas y gestores que apostaban a corto sobre su valor.
El mercado especula con que el banco de inversión termine en manos de un competidor
Esta directiva había revelado muchos detalles de la situación de Lehman pero empezó a perder credibilidad conforme el grupo anunciaba medidas para capitalizarse. David Einhorn, gestor del hedge fund Greenlight Capital mantuvo con ella un mano a mano sobre la veracidad de sus declaraciones que ha sido seguido al milímetro por la comunidad inversora.
Así, y pese a sus declaraciones sobre la firmeza de Lehman, la propia Callan fue la encargada de anunciar el lunes que habría una ampliación de 6.000 millones de dólares (que ya ha sido completada) y que el banco, el más pequeño de Wall Street, perdería 2.800 millones de dólares en el segundo trimestre.
Callan volverá a su puesto anterior en la división de banca de inversión, 'en una posición senior', y será sustituida por el codirector de contabilidad Ian Lowitt.
Gregory, por su parte, era el encargado del día a día en el banco y ha estado trabajando codo con codo con el consejero delegado de Lehman, Richard Fuld. Refiriéndose a su salida del banco, Fuld indicaba que Gregory 'ha sido mi socio durante más de 30 años'. Este ejecutivo será sustituido por Herbert McDade, quien era jefe de la división internacional de valores.
McDade es muy respetado en el banco y se dice que podría llegar a sustituir a Fuld si Lehman sigue siendo una firma independiente, una duda con la que se especula en Wall Street.
El grupo no está en la situación que estaba Bear Stearns porque su liquidez es mayor y porque, además, puede acudir a la ventanilla de descuento de la Fed, cosa que Bear no pudo hacer. Esa diferencia la reconocen incluso gestores como Einhorn. Pero el panorama es, aún así, delicado. Por eso en los mercados se rumorea con que Lehman pueda tener dificultades para mantenerse como firma independiente.
Más allá de sobrevivir a esta crisis, en Wall Street se cuestiona el futuro de una entidad que está desapalancando posiciones, evitando el riesgo y que ha confiado en unos productos estructurados que se han revelado fallidos cuando no hay alternativas en el mercado que puedan tomar el relevo. La única duda es quién va a comprar. No hay muchos pretendientes. Ayer, Blackrock negó estar interesado.