Afer retrasa la apertura de sus dos fábricas de viviendas prefabricadas
El grupo constructor Afer no quiere poner fechas concretas a la entrada en actividad de sus dos fábricas de viviendas prefabricadas, que a partir de un sistema de módulos pueden ensamblar edificios de pisos de hasta doce alturas. La construcción de la planta de Magallón (Aragón) está más avanzada, y podría entrar en actividad 'quizás dentro de dos años', según Jabyer Fernández, presidente de Afer. Para el segundo centro, a ubicar en Alonsótegui (Vizcaya), la diputación de este territorio histórico todavía no ha concluido la fase de compra de terrenos a sus actuales propietarios, y ya se plantea recurrir a las expropiaciones para acortar los plazos.
El centro vizcaíno empleará a 1.650 personas y tendrá capacidad para fabricar 3.500 viviendas al año. Las cifras del proyecto de Magallón son similares. Afer mantiene su interés por implantar otras instalaciones en Baracaldo (Vizcaya) y Azkoitia (Guipúzcoa). El plan es llegar a seis centros en España con una inversión global de 465 millones que generaría 7.000 puestos de trabajo.
Afer presentó ayer en su sede de Ortuella (Vizcaya) la primera vivienda fabricada por ese sistema de módulos, y con prestaciones de domótica. Cientos de visitantes pasearon por sus habitaciones. El presidente de Afer, Jabyer Fernández, quiso salir al paso de 'los rumores malintencionados' sobre la salud financiera del grupo vasco. Reconoció la crisis del sector pero aseguró que Afer tiene controladas 'las tensiones' generadas por esa coyuntura.