Francia busca la inversión española en energías renovables
Ofrece beneficios fiscales y otras facilidades para desarrollar allí una industria complementaria a la nuclear
Francia es una potencia mundial en energía nuclear pero no así en otras fuentes de electricidad alternativas. El país vecino busca atraer las inversiones de las empresas españolas que se dedican al negocio de las energías renovables para fomentar su desarrollo en el territorio francés.
No en vano, tal y como asumen los responsables de la agencia Invest in France, una pequeña empresa de financiación pública dedicada a incrementar el establecimiento de empresas extranjeras en Francia, 'en este territorio hay pocas compañías de gran tamaño que se dediquen a la fabricación de aerogeneradores o de placas solares'. La escasa industria relativa a estas fuentes energéticas 'es una de las causas del retraso francés en estas energías'.
Por eso, han fijado su objetivo en lograr que empresas como Gamesa o Iberdrola o incluso firmas de renovables de menor tamaño, se decidan a instalarse en Francia.
'Nuestro escenario ha sido distinto al español. Nuestros grandes productores energéticos han desarrollado sus iniciativas renovables fuera de Francia', afirma Philippe Parfait, director de seguimiento de los proyectos en Invest in France.
El Gobierno francés ya se ha fijado como objetivo incrementar la potencia eólica instalada hasta los 1.300 MW y 'multiplicar por 20 la potencia de energía solar instalada entre 2008 y 2012', para llegar a los 1.000 MW en ese periodo.
En España, se añadieron sólo en 2007 unos 3.515 MW de energía eólica alcanzando los 15.145 MW acumulados. La energía solar fotovoltaica ha crecido a ritmos del 450% desde 2005 y ya hay instalados 839 MW, según los datos de marzo de la CNE.
Para fomentar esta implantación y el desarrollo de I+D en el país, el Gobierno ha establecido una serie de 'créditos de impuestos', según explican en Invest in France, por el que las compañías se descontarán de sus impuestos el 50% del importe de sus inversiones en investigación el primer año y el 40% para el segundo año. Estos beneficios fiscales alcanzarán los 1.300 millones de euros en 2008. El objetivo del Gobierno de Nicolas Sarkozy es alcanzar los 2.700 millones de euros de reducción en 2012. Además, el ejecutivo estudia ahora la nueva regulación para las energías renovables que, si bien no solucionarán las dificultosas trabas administrativas que son necesarias para llevar a cabo una instalación eólica y solar, restablecerán las primas para estas energías para su fomento.
Los responsables de Invest in France reconocen las dificultades que el 'derecho laboral francés, tan rígido, la alta fiscalidad que sufren las empresas y la presión de los lobbies' imponen en un primer momento para establecerse como inversores en territorio francés.
Pese a las dificultades, en Invest in France destacan que España es el 'tercer socio comercial de Francia en Europa'. 'En cinco años, el número de inversiones españolas en Francia se ha multiplicado por dos', afirman. Hay 129 compañías establecidas allí.