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Keith Wade

'EE UU saldrá debilitado de esta crisis'

Tras 15 años como economista jefe de Schroders, reconoce que ha extraído lecciones de la crisis 'subprime'. Entre otras, que no hay liquidez sin confianza

Diluvia en Madrid y los paraguas se secan, abiertos, en una de las salas de la Casa de América, en Cibeles, donde Schroders celebró el jueves 8 de mayo unas jornadas con motivo del décimo aniversario de la llegada a España de la gestora británica. Con una sonrisa perenne, muy inglesa, a lo Hugh Grant, Keith Wade (Gloucester, 1961) desgrana su visión sobre la situación de los mercados. El economista jefe de Schroders no es muy pesimista. Al contrario, 'hay factores importantes que invitan al optimismo'. Por lo pronto descarta una crisis estructural en el sistema financiero. Pero advierte. 'Aún tenemos que ver el impacto de la crisis subprime sobre la economía real'.

¿Qué ha aprendido de la crisis subprime?

Hemos aprendido mucho. Hace uno o dos años todo el mundo hablaba de la liquidez del sistema financiero. Pensábamos que la liquidez iba a estar presente por mucho tiempo. Pero había un discurso que a mí me llamó la atención, de Kevin Warsh, del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal. æpermil;l dijo que la liquidez es confianza. Y creo que tiene razón. Si no hay confianza no hay liquidez. También hemos aprendido que hay presiones muy fuertes que impiden que siempre se forme el mejor precio para los activos. Hay presión sobre los actores del sistema para que participen en cualquier mercado rentable, como el de las hipotecas de alto riesgo. Y eso provoca la sobrecapitalización de los mercados y da lugar a situaciones en las que se asume demasiado riesgo. Además, el incentivo de las personas que dirigen estas instituciones es asumir el mayor riesgo posible, porque si tienen éxito la recompensa es muy alta. Y si fallan, sólo pierden su empleo.

'Sin la ayuda de los fondos soberanos, la Bolsa habría caído más'

¿Cree que lo peor ha pasado?

Creo que el riesgo de sufrir una catástrofe sistémica, después del rescate de Bear Stearns por parte de la Reserva Federal, ha descendido. También hemos visto muchas provisiones por parte del sector bancario por su exposición a la crisis subprime. Así que sí creo que lo peor de la crisis financiera puede haber pasado. Pero ésa es sólo una parte. La segunda es el impacto de la crisis sobre la economía real. Y en este caso las cosas no están mejorando, sino que están yendo a peor. Los bancos están aumentando los tipos hipotecarios, endureciendo las condiciones de crédito. Llevará tiempo estabilizar la economía.

¿Prevé una recesión fuerte o débil en EE UU?

Podríamos ver una recuperación lenta, en la que el PIB evolucionará como la forma de una sartén, con una caída y una recuperación progresivas. La renta variable parece estar descontando ya la desaceleración. Hay factores positivos. Los tipos de interés en EE UU han bajado mucho y pensamos que se mantendrán durante un largo periodo de tiempo a niveles bajos. El recorte de impuestos de la Administración Bush será clave para que la economía rebote, porque incidirá directamente en el consumo. Pero probablemente, una vez pasado el efecto fiscal veremos que la economía se frena, influida por el bajón inmobiliario y el alza de las materias primas.

¿Le preocupa la subida del precio de las materias primas?

Sí es preocupante, porque si persiste los bancos centrales se verán obligados a frenar las rebajas de tipos. En todo caso, debemos recordar que las materias primas están subiendo porque la economía mundial aún crece con fuerza. Asistimos a una desaceleración en los países de la OCDE, pero no así en los emergentes. Y ellos son los que demandan materias primas. Creo, aún así, que la inflación será un problema sólo si la economía estadounidense rebota con fuerza.

¿Comparte las críticas que ha recibido el Banco Central Europeo?

El BCE ha inyectado mucha liquidez. Más incluso que el Banco de Inglaterra. Pero no ha rebajado los tipos porque percibe que la inflación es un riesgo. Sin embargo, aún no hemos visto que el alza del IPC se traslade a los salarios, por lo que creo que quizás está siendo un poco cauto. Las principales economías de la zona euro lo están haciendo bien, pero es cierto que los países periféricos como Irlanda, España, Finlandia e incluso Italia lo están pasando peor. Cuando se perciba la debilidad económica de los principales países europeos será clave ver cómo reacciona el BCE.

¿Cómo ve al dólar?

A largo plazo la economía de EE UU va a vivir un periodo de tipos bajos. Al contrario que en otras desaceleraciones, Bernanke ha bajado los tipos mucho y en muy poco tiempo. No descarto nuevas bajadas todavía, y no creo que veamos subidas hasta finales de 2009. En este contexto, creo que la tendencia a largo plazo del dólar seguirá siendo de debilidad, pudiendo llegar a 1,60 unidades por euro, aunque no excluyo que a corto plazo se produzca un rally.

¿Qué opina del papel de los fondos soberanos en los últimos años?

Es increíble. La estructura del sistema ha cambiado. Hasta ahora el Fondo Monetario Internacional prestaba dinero a los países emergentes. Hoy esos países financian a las economías más desarrolladas. Son lo que yo llamo un caballero blanco. Aunque es cierto que el asunto ha generado no poco debate, por ejemplo, sobre la posibilidad de que activos estratégicos de países desarrollados estén bajo control estatal de países emergentes. Pero también es cierto que sin esa ayuda hoy en día los mercados estarían a niveles más bajos. Y dadas las necesidades de capital de muchas empresas, los fondos soberanos tendrán que inyectar más dinero en occidente.

¿Cómo se define en estos momentos, optimista o pesimista?

Estoy en un punto intermedio. Hay factores para el optimismo, como la rápida actuación de los bancos centrales, el crecimiento de los países emergentes y el pool de liquidez que suponen los fondos soberanos. Ahora bien, el mundo que salga de esta crisis será diferente al que hemos conocido. Estados Unidos va a perder mucho peso en la economía mundial. Los mercados emergentes liderarán el crecimiento económico global y se encontrarán áreas de crecimiento aún por descubrir.

'Los 'hedge funds' lo van a pasar mal'

'Los hedge funds y las entidades de capital riesgo lo van a pasar mal, porque han estado invirtiendo con endeudamiento, y ese sistema ya no vale', comenta Keith Wade. 'Veremos muchas quiebras en ambos sectores, aunque los más fuertes, los de mayor tamaño, lo van a hacer bien, porque esos sí van a encontrar financiación para sus inversiones.'El economista jefe de Schroders no muestra optimismo hacia el sector financiero. 'Es cierto que el último rebote lo han protagonizado los bancos. Pero el sector no está bien. Las pérdidas han sido muy fuertes. En los últimos años el sector financiero ha generado mucho dinero porque ha podido invertir apalancado. Pero hoy ya no puede hacerlo. Los bancos centrales han ayudado mucho a los bancos, pero van a necesitar más capital'.Entre sus preferencias, Wade menciona a los sectores de energía y materias primas, que se beneficiarán del alza de los materiales básicos; a la tecnología, en un contexto en el que los valores de crecimiento van a sobresalir, y a las infraestructuras, en previsión de que este sector recibirá inyecciones de capital por parte de los Gobiernos para dinamizar la economía.

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