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Gobierno

Aguirre y Gallardón pugnan por vigilar la venta de alcohol

La Comunidad de Madrid ha dado marcha atrás en su idea inicial de incluir en el proyecto de ley de modernización del comercio el punto que eliminaba la licencia municipal en la venta de bebidas alcohólicas. El Ayuntamiento de Madrid reclamó su retirada al entender que cercenaba sus competencias.

Una nueva discrepancia entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en esta ocasión saldada a favor de Alberto Ruiz-Gallardón. El Consistorio reclamó la pasada semana al Ejecutivo de Esperanza Aguirre que modificara el proyecto de ley de modernización de comercio, al entender que se entrometía en sus competencias.

El desacuerdo se centraba esta vez en la decisión de la Comunidad de eliminar la necesidad de contar con una segunda licencia para permitir la venta de alcohol. 'La supresión de la licencia municipal pone en riesgo la salud de muchos jóvenes madrileños y da un paso atrás con respecto a lo conseguido en la ley de drogodependencia', aseguraba ayer el delegado de Economía y Empleo del Consistorio madrileño.

El Ayuntamiento de Madrid entendía que la eliminación de la segunda licencia iría en contra de varios puntos de la normativa de 2002 con la que pretendía acabar con el botellón, ya que la ley establecía expresamente la necesidad de contar con una licencia específica para vender bebidas alcohólicas. Además, prohibía la venta en los establecimientos donde su consumo no fuera inmediato. Por ello, entendía que la nueva regulación derivaría en la proliferación de locales donde se comercializara alcohol, haciendo más difícil las tareas de control para evitar su venta a menores.

El ayuntamiento creía que iba a derivar en una mayor venta a menores

Aunque la Comunidad ha tenido que modificar el texto elaborado por su Consejería de Comercio, no quiere hablar de marcha atrás. 'No vamos a derogar nada porque nunca ha estado recogida formalmente en ninguna ley', señalaba ayer el vicepresidente primero y portavoz del Gobierno de Esperanza Aguirre, Ignacio González.

El representante del Ejecutivo regional aseguró que conocieron las discrepancias del Ayuntamiento gracias a la misiva de Ruiz-Gallardón. 'La carta no es de ahora, es de hace unas fechas y la conocíamos perfectamente, como no puede ser de otra manera', apuntó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. 'æpermil;sta es una propuesta formulada por la Consejería de Comercio que no ha sido incorporada por el Consejo de Gobierno al proyecto de ley de comercio definitivo, no hay ninguna dificultad', reiteró.

Aunque las dos Administraciones madrileñas discrepaban respecto a puntos concretos del texto, ambas están de acuerdo con el fondo de la ley. Sin embargo, el Ayuntamiento aboga por declarar zonas de Especial Interés Cultural, como ya ha hecho con la zona de Sol. 'Hay razones económicas, culturales y turísticas que hacen conveniente que determinados barrios tengan libertad de horarios', aseguraba el responsable de Economía y Empleo del Ayuntamiento.

La ley de comercio llega a la Asamblea

Una vez modificado el texto, tal y como pedía el Ayuntamiento, la ley de modernización del comercio madrileño recibió ayer el visto bueno del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. A partir de ahora, será la Asamblea regional la que revise la nueva ley, antes de su aprobación definitiva. El punto más polémico es el que permitirá la apertura de todos los establecimientos comerciales entre las 12 de la noche y las siete de la mañana de laborables y festivos autorizados. Una decisión que no cuenta con el respaldo del pequeño comercio, al entender que sólo las grandes superficies pueden hacer frente a la apertura nocturna. Sin embargo, el Ejecutivo de Aguirre cree que serán los pequeños comerciantes quienes más se beneficien de la ley, según señalaba ayer su vicepresidente Ignacio González. Por el momento la única empresa de gran distribución que ha reconocido que estudia ampliar sus horarios es la francesa Carrefour.

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