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CincoSentidos

Se busca talento empresarial en cuarto de primaria

Las empresas alemanas acuden a los colegios para explicar a los niños cómo funciona el mundo y reclutar jóvenes cerebros

Se busca talento empresarial en cuarto de primaria
Se busca talento empresarial en cuarto de primariaCinco Días

Los escolares de cuarto del colegio Theodor-Heuglin de Ditzingen (cerca de Stuttgart) tienen un compañero de clase que actúa como responsable de finanzas; otro es el jefe de compras; y un tercero se ocupa de la gestión del producto. Hace un par de años crearon su empresa: Muffin Kids. Hacen magdalenas y bizcochos caseros en la cocina de la escuela y los venden a 50 céntimos la unidad en el patio del colegio, en las fiestas de la ciudad y al consorcio de maquinaria y electrónica Trumpf. Para fundar Muffin Kids pidieron un préstamo de 80 euros a la dirección del colegio, que se lo concedió al tipo de interés del mercado. Sus resultados los presentaron hace poco en rueda de prensa local: 400 euros de beneficios en el primer ejercicio. Los chicos de diez años de Theodor-Heuglin no están jugando.

Detrás de ellos hay una compañía que sigue muy de cerca sus primeros pasos en el mundo de los negocios: Trumpf, uno de los campeones alemanes de la exportación. Pero no es la única. Ni mucho menos. La economía alemana está convencida de que nunca es demasiado temprano para orientar a los chicos hacia el mundo de los negocios y de las ciencias. El Instituto de Economía (IW), de Colonia, cuenta con un proyecto, llamado Junior, para convertir a los escolares en pequeños empresarios. La Fundación de la Infancia y la Juventud de Berlín (DKJS) ha lanzado el programa Schüler unternehmen was (Los escolares emprenden algo), para asesorar y financiar sus proyectos empresariales. La mayoría opta por temas informáticos, afirma Bettina Schoenau, de la Cámara de Industria y Comercio de Berlín.

Otra posibilidad es participar en alguno de los veinte concursos Business-Wettbewerbe que se organizan anualmente en Alemania.

Pero también está Wissensfabrik (la fábrica de la ciencia), una iniciativa empresarial creada en 2005 para acercar la técnica y el mundo de la empresa y de la economía a los más jóvenes. Participan sesenta consorcios alemanes. Entre ellos, colosos como BASF, Bosch, Siemens, Thyssen Krupp, Boehringer Ingelheim y Boston Consulting, que cooperan ya con un millar de colegios (ciencias empresariales y técnica) y guarderías (técnica y ciencias naturales). Incluye un programa de mentores para formar y apoyar proyectos empresarios. La idea es consolidar la cultura del aprendizaje y de la innovación. Apostar por la economía y preparar a las futuras generaciones para el mundo global. También con concursos como Weconomy, en el que los chicos exponen sus ideas de negocio a los grandes directivos del mundo. El máximo responsable del proyecto es el presidente de Alemania, Horst Köhler.

¿Cómo funciona una lupa?, ¿por qué se quema la piel con el sol?, ¿cómo surge el arco iris? La imagen de directivos de la economía alemana jugando a técnicos y a empresarios en colegios y guarderías se ha convertido en algo habitual en los medios. Para explicarles cómo funciona el mundo y reclutar jóvenes talentos, las empresas intervienen en cada vez más proyectos de educación. El objetivo es motivarles a experimentar, aproximarles a la técnica, convertirles en pequeños empresarios y aprender para la vida profesional. La asociación de ingenieros alemanes VDI cuenta con su propio proyecto educativo: Sachen machen (Hacer cosas), en el que colaboran Audi, Mercedes-Benz y Eon. VDI, preocupada por la gran falta de ingenieros en Alemania, quiere que este país recupere su liderazgo tecnológico mundial hasta el año 2015.

'La orientación profesional de los jóvenes tiene lugar mucho antes de lo que se piensa habitualmente. Por esta razón, a nosotros nos interesa confrontarles cuanto antes con imágenes vinculadas a las profesiones y a la vida laboral.' Lo dice Gerrit Velten, responsable de formación de Trumpf, uno de los consorcios miembros de la Wissensfabrik.

Los escolares de Saalfeld-Rudolstadt (Thüringen) experimentan con el agua y el aire de la mano de BASF. Y Endress & Hauser, empresa de microsistemas y automatización, pone a disposición tanto material (aparatos de análisis) como personal para trabajar con los chicos. Hasta ahora, han participado un total de 80 escolares en su programa Challenge Blue. De los cuales, nueve han optado por formarse profesionalmente en Endress & Hauser.

'Lo importante es que nosotros, como profesionales de la economía, podemos mostrar a los chicos cómo funciona una empresa', añade Velten. Además, no sólo los empresarios acuden a las escuelas, sino los chicos a las fábricas. Por ejemplo, para recibir clases prácticas en Trumpf. Bajo el lema Kitec, los chicos descubren la técnica y fabrican utensilios de metal para su colegio.

Una de las compañías más convencidas de esta estrategia es Siemens, que incluso ha creado material específico para las guarderías: la caja de la ciencia, desarrollada en cooperación con pedagogos y la empresa Science-Labor GmbH, que permite a los más pequeños experimentar con el agua, la luz, el sonido y la electricidad.

Siemens invierte dos millones de euros anuales en este tipo de proyectos preescolares y escolares. Para estos últimos, cuenta con el programa Generación 21, con el que pretende encauzar a los chicos hacia formaciones técnicas, así como 'descubrir talento y formar para el futuro'. El consorcio tecnológico bávaro ha creado concursos técnicos para escolares en EE UU (Siemens Competition in Math, Science & Technology), Alemania y Rusia, que le permiten 'identificar jóvenes talentos y seguirlos de cerca en su formación'. Y sólo para chicas: el Workshops Science Camp.

Según sostienen desde Siemens, la edad preescolar es el momento ideal para transmitir entusiasmo por la técnica y las ciencias naturales. 'Cuanto antes aprenden a manejar lúdicamente estos temas, más seguros se sienten después', afirma Gerd von Brandenstein, jefe del grupo en Berlín.

Todo lo que se aprende a esta edad marca la vida posterior. Por eso, afirma, 'Siemens está también interesada en que conozcan el mundo de la economía.' Y, por supuesto, 'esperamos que algunos de ellos trabajen después para nosotros.'

Ejecutivos del futuro

El objetivo de los veinte concursos Business-Wettbewerbe para jóvenes en Alemania es premiar ideas de negocio entre escolares y estudiantes. Más de dos tercios de los jóvenes empresarios que salen de estos concursos superan la primera fase de fundación de sus empresas. Aunque lo decisivo son los mentores, según Tobias Birzer, especialista en educación del diario Süddeutsche Zeitung. Entre los concursos destacan Projekt Junior, del Instituto de Economía de Colonia; el Junior-Business-Camp, apoyado por el Ministerio de Economía y Siemens AG; y el Deutscher Gründerpreis für Schüler, promovido por Porsche, la revista Stern, la Sparkasse (cajas de ahorro) y el segundo canal de televisión ZDF. 'Queremos apoyar a los jóvenes empresarios con talento y espirítu innovador a implementar sus visiones e ideas', dice Wendelin Wiedeking, el jefe de Porsche. El equipo ganador de 2007 del Deutscher Gründerpreis für Schüler ha conseguido llevar su concepto adelante: Eureso, una plataforma en internet para intermediar con servicios creativos.

Mentes precoces

La patronal Südwestmetall, que acaba de lanzar el programa Technolino para enseñar técnica y ciencias naturales a los niños en las guarderías, argumenta que faltan y faltarán ingenieros y que los pequeños están cada vez menos vinculados a lo técnico. En Technolino participan los estudiantes de la Escuela Superior de Esslingen. Cuatro universitarios acuden una vez por semana a las guarderías de la región para dedicarse a investigar, experimentar y transmitir conocimientos técnicos a los críos. Construyen aviones, molinos de viento y cohetes (principio de repulsión). Tienen previsto visitar 90 guarderías. Carl Zeiss AG es una de las empresas que integran el proyecto Technolino. En febrero, el presidente de la compañía Dieter Kurz equipaba el primer 'rincón de investigadores' en la guardería Sandbergnest de Aalen con material del líder en microscopía y metrología industrial: lupas, termómetros, básculas y relojes de arena. Kurz lo ve muy claro: 'Los pequeños investigadores de hoy son el talento científico y tecnológico del mañana', concluye.

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