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La crisis del ladrillo

La constructora cántabra Seop suspende pagos

Seop Obras y Proyectos, filial del grupo cántabro Silver Eagle, se ha convertido en la primera constructora española, con un volumen cercano a los 500 millones de facturación, en sucumbir a la crisis del ladrillo tras las elecciones del 9 de marzo. La empresa solicitó el lunes el concurso voluntario de acreedores lastrada por 'los impagos de clientes del sector inmobiliario'.

La falta de liquidez derivada de los impagos de las inmobiliarias y el 'endurecimiento del sistema financiero' han puesto en jaque a la constructora Seop Obras y Proyectos. Es la foto perfecta de una coyuntura que angustia al sector: problemas para las entidades expuestas al mercado residencial y sequía en el mercado de capitales.

Acuciada por las deudas y con un fuerte impacto de los impagados en su tesorería, Seop presentó el lunes, ante el Juzgado Mercantil de Madrid, la solicitud voluntaria de concurso de acreedores. La deuda de la empresa, decimotercera en el ranking elaborado por Alimarket sobre las 250 primeras constructoras de España por resultado neto, supera los 300 millones.

El 100% de Seop está en manos del grupo Silver Eagle, entidad cántabra de la familia Montalvo con tres líneas de negocio: construcción, promoción inmobiliaria y servicios. El apellido Montalvo ha comenzado a ser habitual en los últimos meses, especialmente en la esfera económica cántabra, tras hacerse con el 80% del club de fútbol Racing de Santander a través de la sociedad Dunviro Ventures.

Fuentes oficiales de Silver Eagle dicen que, salvo la constructora, el resto de las divisiones del conglomerado que preside Javier de Montalvo gozan de buena salud. El grupo, fundado en 1992, es titular de la promotora de viviendas Seif y participa en Alcala 120 y Seif Procam con Caixa Catalunya.

'Los responsables de Seop han recurrido a la medida del concurso voluntario de acreedores para cumplir de forma ordenada con las obligaciones de pago con los proveedores', cita un escueto comunicado emitido ayer. En él se habla de garantizar el futuro de la sociedad y se califica de 'transitoria' la falta de liquidez.

Resultados

Las últimas cuentas registradas por Seop, las de 2006, arrojan unas ventas de 433,8 millones, un 47,4% por encima de la cifra de negocios de 2005. El beneficio bruto de explotación fue de 13,4 millones; el resultado neto de explotación alcanzó los 6,6 millones, y el beneficio neto registrado es de 3,6 millones, una suma que fue destinada en su totalidad a la dotación de reservas de la sociedad.

La viabilidad de Seop, con un millar de empleados, parecía garantizada por una cartera de obra valorada en 1.262 millones de euros, pero el 78,6% estaba relacionada con el área de negocio de la edificación residencial, la más afectada por la crisis inmobiliaria, y sólo un 12% pertenecía a obra civil.

En cuanto a la deuda, la partida con vencimiento a corto plazo ascendía a 356 millones, de los que 31 millones estaban firmados con entidades de crédito y 311 millones correspondían a acreedores comerciales. Más a largo plazo, la mayoría con vencimiento más allá de 2011, Seop reconocía a 31 de diciembre de 2006, 10,3 millones.

En el capítulo de deudores, la cifra era de 313,9 millones, de los que 53,5 millones pertenecían a contratos con empresas de Silver Eagle.

Entre las últimas actuaciones de la compañía figuran la construcción de 112 viviendas para el Instituto de la Vivienda de Madrid, en San Sebastián de los Reyes, inauguradas en octubre por la presidenta madrileña Esperanza Aguirre y el líder del PP, Mariano Rajoy. Además, se adjudicó la reforma de la terminal del aeropuerto de Santander por ocho millones.

Ficha de la empresa

Fundada en 1993, Seop se dedica a la construcción de viviendas. En 2006, último ejercicio registrado, facturó 433,8 millones y obtuvo un beneficio neto de 3,6 millones. Sus números la colocan en la decimotercera plaza del ranking de constructoras españolas.

Impagos por 2,5 millones desde enero

Entre el 25 de enero y el 12 de febrero Seop ha reunido impagos por 2,54 millones. Unas deudas con entidades como el Santander, Banco Gallego, Caja Duero o Caja Cantabria, que han motivado la entrada de la constructora en el RAI.Por la situación que pasa Seop, con un concurso de acreedores en el juzgado, ya han transitado semanas atrás los grupos Contsa y Jale, este último con dos filiales en problemas: Amuerga y Jale Construcciones.Fuentes del sector aseguraban fechas atrás que el 9 de marzo, día de las elecciones generales, iba a marcar el punto de inflexión para muchas firmas relacionadas con el ladrillo: 'Los bancos han aguantado hasta los comicios y ahora es el momento de intentar cobrar las deudas y ejecutar garantías', explican.Al grupo de constructoras e inmobiliarias en crisis estuvo a punto de unirse Hábitat, que eludió el concurso de acreedores al negociar su deuda con los bancos en el último minuto. Otra que ha precisado definir una nueva estructura de deuda es Martinsa Fadesa; Colonial espera el visto bueno de los bancos para vender la empresa al fondo ICD; Llanera entró en concurso a finales de 2007, y Nozar afronta una solicitud de entrada en concurso presentada por un acreedor.

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