1.300 dólares en donuts
Palas de quitar nieve, para que los votantes de Iowa puedan ir a los caucus sin problemas, donuts y pizza. Esas son algunas de las entradas en la contabilidad de la campaña de Hillary Clinton que el miércoles se hizo pública.
Los candidatos a la nominación tienen que presentar regularmente los detalles de sus cuentas de gastos e ingresos a la Comisión Federal Electoral y el último parte se recibió el miércoles. De estas cuentas se deducen, como poco, dos cosas. La primera es que este proceso de primarias es realmente caro y sofisticado, sobre todo en las disputadas demócratas.
La segunda es que a juzgar por el ritmo de gastos y recaudación, Clinton no esperaba, ni mucho menos, estar aún peleándose el último voto con Barack Obama.
En lo que va de campaña, Clinton ha invertido 108 millones de dólares y su competidor 114. En la ya decidida carrera republicana, el líder John McCain ha gastado unos 50 millones en su candidatura y Mike Huckabee, apenas unos 13 millones. Mitt Romney se dejó en su fallida apuesta 98 millones de dólares de los cuales se calcula que unos 18 eran suyos.
Con ese dinero se han pagado anuncios, viajes (en aviones privados o comerciales) y estancias en hoteles. Hay que tener en cuenta que el candidato ni viaja solo ni está solo cuando llega a su destino y eso eleva la cuenta por mucho que sobre el terreno muchas de las actividades estén en manos de voluntarios.
Las cuentas de Clinton muestran unas sumas muy elevadas en enero incluso en pequeñas cosas. Unos 11.000 dólares en pizza, y 1.300 en donuts. La campaña Clinton no reparó en gastos durante su estancia en Las Vegas para los caucus de Nevada y los recibos muestran unas cuentas de más de 25.000 dólares por las habitaciones que ocuparon en uno de los hoteles más caros y lujosos de la ciudad, The Bellagio.
Con todo, la partida más llamativa para ambos demócratas es la de los consultores y medios. Clinton se ha gastado unos 35 millones de dólares. Obama, se calcula, que unos 40 millones. La firma del estratega jefe de la campaña de la senadora, Mark Penn, se embolsó 3,8 millones entre comisiones y gastos en enero pero la cuenta para esta firma encargada de encuestas, publicidad y estrategia asciende ya a 10 millones de dólares. Penn, no es la única firma especializada que utiliza la campaña de Clinton aunque el resto no le cobra tan astronómicas sumas.
David Axelrod, estratega jefe de Obama ha ganado ya 1,2 millones y no es el único a su servicio.
Obama y Clinton han gastado mucho dinero pero la diferencia es que él ha seguido recaudando más que ella, gracias a una red de donantes más amplia. Clinton ha gastado mucho desde el inicio apostando por una victoria rápida sin contar con una batalla tan larga como la que ahora se libra. Así, a finales de enero tuvo problemas de liquidez y tuvo que prestar de su propio bolsillo cinco millones de dólares. Además, fue entonces cuando empezó a animar muy activamente a los votantes a dar dinero, algo que no ha hecho desde el principio.
Desde finales de enero empezó a mandar mensajes parecidos a los que envía Obama animando a contribuir con pequeñas cantidades. El último lo firmaba su esposo, Bill Clinton, y llegó el sábado por la tarde. El objetivo era recaudar 1,3 millones de dólares en 24 horas para emitir un anuncio de 60 segundos antes de las decisivas primarias de Texas, Ohio, Vermont y Rhode Island el 4 de marzo.