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Inauguración con sorpresa

Un beso, ¿una esperanza?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, han vuelto a coincidir en un acto oficial esta mañana, la inauguración del nuevo intercambiador de Moncloa, donde se ha producido la ansiada y pueril imagen que los fotógrafos reclamaban: un beso.

La instantánea se ha producido durante la inauguración de la ampliación del intercambiador de Moncloa. El 6 de febrero, la presidenta autonómica y el primer edil inauguraron otro intercambiador, el de Plaza de Castilla, pero en aquella ocasión no hubo más que un frío apretón de manos entre ellos, lo que se ha repetido a primera hora de esta mañana. En un momento de la cita, los fotógrafos les reclamaron un beso, pero la presidenta les replicó si tenía que ser a Gallardón o podía besar a cualquier alcalde. Finalmente, besó al regidor de Alcobendas. Sin embargo, hoy ha sido diferente. Aguirre ya se había mostrado convencida de que volverían los besos y los abrazos durante una visita al municipio vizcaíno de Getxo el pasado día 23. Con todo, la secuencia de los hechos ha sido desconcertante.

Cuando ha llegado la presidenta, cinco minutos después que el alcalde -aunque todavía en hora-, ella se ha acercado a él y se han dado la mano, pero Ruiz-Gallardón se ha apartado lo justo para que los dos besos de Aguirre se quedaran en un sonoro "muac, muac" en el aire. Pese a ello, los periodistas y los presentes más avezados en leer entre líneas los gestos de ambos líderes populares notaban que el ambiente era mucho menos frío que en la inauguración del anterior intercambiador, en el que apenas se dirigieron la palabra y la mirada. Hoy, ambos han intercambiado opiniones con naturalidad durante toda la visita, que ha continuado desde el vestíbulo del intercambiador hacia la parte ampliada.

97,2 millones de euros

Según ha sido avanzando el acto, la relación entre ambos ha ido tomando calor hasta que, media hora después del inicio del acto, Aguirre y Gallardón han decidido pasar página ante el público y dar un motivo menos de expectación. Tras descubrir la placa que daba por abierta la infraestructura, Gallardón se ha acercado a Aguirre, ha pasado la mano por sus hombros y la ha besado en la mejilla, gesto que la presidenta ha recibido con afecto y que ha levantado grandes aplausos entre los asistentes al acto. El beso ha sido recibido por Aguirre con bromas por la cantidad de testigos de tan corriente pero, en su caso, anhelado gesto de cordialidad.

Así, los dos políticos enfrentados se han besado por primera vez en un acto oficial después de que el líder del partido, Mariano Rajoy, comunicara el 15 de enero a ambos que no formarían parte de las listas del PP, algo que el primer edil había solicitado en varias ocasiones. En cuanto al motivo del acto, el intercambiador, el que Gobierno regional explica que ha contado con un presupuesto de 97,2 millones de euros y que unirá 47 líneas interuranas, 19 de EMT y dos de Metro (6 y 3). La construcción de este intercambiador ha presentado "especiales dificultades técnicas", según las mismas fuentes, al tener que realizarse sin dañar los cimientos del Arco de Moncloa, que se han integrado dentro de las nuevas instalaciones.

Para su realización fue necesario demoler la antigua estación de Metro de Moncloa y sus correspondientes cocheras, para ubicarla en otra situación y dejar espacio para la nueva infraestructura. Además de contar con 34 dársenas para todas las líneas procedentes del corredor de la A-6, el intercambiador tiene una zona de estacionamiento y regulación de autobuses para que estos no esperen en el exterior. El intercambiador cuenta con 46.000 metros cuadrados divididos en dos plantas y conexión directa con el bus-vao de la carretera de La Coruña.

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