Cien años de formación para élites empresariales
El MBA de Harvard siempre está en los primeros puestos de los rankings
La fecha oficial es en abril, pero la celebración, como corresponde a un centro tan singular, se celebra a lo largo de todo 2008. La Harvard Business School cumple este año el 100 aniversario de su fundación, lo que la convierte en una institución casi tan antigua como el concepto de la educación de la gestión de empresas.
No es casual que esta escuela de negocios, que siempre está a la cabeza de los rankings mundiales, se abriera en el campus de esta universidad de Boston. La Universidad de Harvard en sí misma es la más antigua institución de estudios superiores de EE UU (se fundó en 1636), y a la vez fue la primera y más antigua de las corporaciones del país.
La Harvard Business School, HBS, abrió sus puertas en 1908 en el campus de Cambridge. El nacimiento de este centro es uno de los muchos frutos de la labor reformadora de la educación que impulsó Charles W. Eliot, quien fue elegido presidente de la Universidad con apenas 35 años. Eliot dedicó su largo mandato al frente de la universidad a modernizar un centro que se había quedado antiguo y al margen de los intereses de la sociedad en aquel momento. Su objetivo era convertirla en una institución de investigación.
El caso de los estudios empresariales era un ejemplo de por dónde tenía que rejuvenecerse la docencia. Según la portavoz de Harvard, 'la necesidad de este colegio se hizo evidente con la llegada del ferrocarril transcontinental y el telégrafo, que hicieron posible el 'capitalismo de gestión'. Los negocios se expandían más allá de los miembros de las familias y se buscaban gestores profesionales para liderar las operaciones.
Con esta visión nació esta escuela de negocios, cuyo primer decano fue Edwin Gay, un experto en historia económica. Bajo su batuta, la HBS abrió sus puertas el 1 de octubre con 33 estudiantes regulares y 47 especiales.
Gay tenía la convicción de que la gestión era un arte mejorable a través del análisis de la historia y además de los casos contemporáneos. Su sucesor, Wallace Donham, fue el impulsor de la creación de un profesorado que enfatizaba el estudio de casos concretos del pasado para compararlos con los del presente.
Con semejantes premisas nació el 'método del problema' en 1911. El 'problema' se presentaba a la clase por un empresario al que se invitaba hablar con los estudiantes de sus experiencias diarias. Fue el predecesor del 'Método del Caso', del que HBS fue pionero en 1924. Este método, comparable en cierta medida al estudio práctico de la medicina, se ha establecido hasta hoy como la herramienta en la que se basa el 80% de la enseñanza en la HBS y su objeto es que los alumnos ejerciten sus dotes de liderazgo y trabajo en equipo.
Desde el caso de la marca Dove, con su búsqueda de nuevas referencias de belleza en su marketing, hasta la retribución en empresas familiares, el libro de casos de Harvard no deja de crecer. La HBS trabaja con compañías de todo el mundo para escribir 350 nuevos cada año, el 25% responden a cuestiones planteadas en negocios globales, y los alumnos deben manejar al menos 500 durante los dos años que dura el programa MBA. Con semejante producción, el 80% de los casos que se estudian en todas las universidades del mundo tienen el sello Made in Harvard.
Al cumplir 100 años, la HBS es una institución con campus propio en Boston y centros de investigación en California, Hong Kong, Buenos Aires, Tokio, París y Bombay. Además tiene acuerdos de colaboración con otras escuelas como el IESE y un profesorado de reconocido prestigio para élites que afrontan unos gastos mínimos de 73.000 dólares en el programa de MBA. La Universidad suele conceder ayudas.
HBS utiliza criterios más duros de selección. Para el programa de 2009 se han recibido 7.424 solicitudes de entrada y solo el 14% han sido aceptadas. El 36% de ellas son mujeres (cuando en 1965 eran apenas el 2%) y el 33% son estudiantes no americanos.
Las cifras
77 millones de dólares (53 millones de euros) es el presupuesto de investigaciónde la escuela, cuyos gastos en totales ascienden a unos 200 millones de euros.
256 profesores forman la plantilla de la Escuela de Negocios de Harvard, incluidos los visitantes. De ellos, la mayoría (199) son hombres.
95% de los graduados en 2006 recibieron una oferta de trabajo tres meses después de obtener su diploma. El 90% lo aceptaron y su salario base fue de 105.000 dólares anuales y bonos por 20.000.
75 son los países de donde vienen los estudiantes extranjeros que han solicitado entrar en la escuela de negocios en el curso de 2009. La diversidad crece.
Un diploma del que hacen gala políticos y ejecutivos
Cuando George Bush hacía campaña para ser elegido presidente de EE UU, una de las cosas de las que hacía gala era de su MBA. æpermil;l podía ser el primer presidente con un título de la escuela de negocios de Harvard bajo el brazo. En el actual Gobierno no es el único con este diploma. Elaine Chao, que lidera el departamento de Trabajo, también pasó por este centro, de la misma manera que lo hizo el actual secretario del Tesoro, Henry Paulson. El candidato a la presidencia por el Partido Republicano Mitt Romney también comparte esta educación con quien desea sustituir.Otras personas de relevancia política lejanas a este Gobierno de Bush han pasado por estas clases. Es el caso de quien fuera secretario de Defensa, Robert McNamara, y James Wolfenshon (que tienen en común haber ocupado la presidencia del Banco Mundial).Christopher Cox y William Donaldson, que en los últimos años se han encargado de la SEC, han pasado por las aulas de este campus, así como el consejero delegado de General Motors, Rick Wagoner; Jamie Dimon, presidente de JPMorgan, y Lou Gerstner, presidente del grupo de capital riesgo Carlyle Group y ex presidente y consejero delegado de IBM.La lista sigue con nombres como el de Bruce Henderson, fundador de Boston Consulting Group; Jeffrey Immelt, presidente y consejero delegado de General Electric; Abigail Johnson, heredera de la firma Fidelity Investments; Belmiro de Acevedo, de la portuguesa Sonae, o Stan O'Neal, ex consejero delegado de Merrill Lynch, entre otros.