Citi premia con el 10% anual las aportaciones y traspasos a sus planes de pensiones
Gestiona un volumen de patrimonio en planes de pensiones de apenas 270 millones de euros y ha lanzado una de las campañas más agresivas para la captación de este producto de ahorro en la recta final del año. Citi anunció ayer una bonificación del 10% anual en efectivo para las aportaciones o traspasos a sus planes de pensiones hasta fin de año.
La entidad premiará a aquellos que realicen aportaciones o traspasos con más antelación. Así, la bonificación total resultará de aplicar el 10% sobre la contribución realizada y multiplicarlo por la cantidad de días que restan hasta fin del ejercicio, dividido por los 365 días del año. No se trata por tanto de una bonificación automática por el 10% del importe aportado o traspasado, de modo que si a fecha de ayer se realizó un traspaso por valor de 25.000 euros -el importe medio que recibe Citi, según explica la propia entidad- el cliente cobrará 336 euros.
Y si el usuario realiza el traspaso en el mes de diciembre, obtendría una bonificación en metálico de 212 euros, con independencia de si lo hace a principios o a finales de mes. Tal bonificación se cobrará en febrero y asciende al 12% para los clientes de banca personal Citigold. La aportación mínima para beneficiarse de la campaña es de 3.000 euros.
El objetivo de la entidad es igualar al menos el resultado de la campaña del año anterior, en que se consiguió un crecimiento del 50%, según explicó ayer en rueda de prensa Javier Sánchez, responsable de planes de pensiones de Citi. El banco no ha lanzado planes nuevos este año y centra su campaña en el Citiplan II, que invierte en renta variable española y arrojaba a septiembre una rentabilidad anual del 8,26% en los últimos diez años. 'Estamos muy focalizados en renta variable por tratarse de una inversión a largo plazo', señala Sánchez.
Para el conjunto del sector, el responsable de pensiones de Citi prevé en este año un volumen de aportaciones similar al de 2006, a pesar de las permanentes turbulencias en los mercados y de los cambios en la fiscalidad introducidos este año con la reforma del IRPF, que rebajó los límites deducibles para los partícipes de más edad y eliminó la deducción del 40% en los rescates en forma de capital.