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Consumo

La difícil correlación entre la libertad de horarios y los precios

La CNC pide el fin de las limitaciones al comercio para rebajar precios, pero los datos no indican una relación directa.

El presidente de la Comisión Nacional de Competencia (CNC), Luis Berenguer, abogaba el lunes por derogar las restricciones comerciales (en cuanto a horarios y nuevas aperturas) para frenar el encarecimiento de la cesta de la compra. Pero ¿existe una relación directa entre los festivos abiertos, la libertad de establecimiento y la reciente evolución de los precios de la alimentación?

La legislación comercial está transferida a las comunidades autónomas, que son las encargadas de fijar por ejemplo el número de domingos y festivos que pueden abrir las grandes superficies. El más liberal es el Gobierno de Esperanza Aguirre, que permite 20 festivos frente al mínimo de ocho que marca la ley y que además tiene intención de dar plena libertad de apertura si llega a un acuerdo con el sector.

En Madrid, el IPC se situaba en septiembre (el último mes del que ha aportado datos el Instituto Nacional de Estadística) en el 2,6%, por debajo del 2,7% nacional, pero por delante de autonomías más restrictivas como Baleares (2,5%) o Galicia (2,3%). Aunque otras, como Cataluña o Valencia, en las que se abre ocho festivos, o Murcia donde se permiten 10 fechas, los precios repuntaron en septiembre hasta el 2,9%. Unos datos de IPC que aún no reflejan las alzas de octubre, cuando el indicador adelantado llegó hasta el 3,6%.

El responsable de Competencia también criticó la restricción al número de aperturas al ser 'negativa para los intereses de los consumidores' e 'incapaz' de 'resolver los problemas' del pequeño comercio. No es la primera vez que Competencia considera 'deseable' la libertad de horarios y aboga por eliminar trabas.

Ya en 2003 las consideraba prácticas 'discriminatorias' en un informe sobre el sector de la distribución, donde criticaba las barreras de las comunidades ya que podían derivar en 'situaciones de monopolio'.

En cuanto a la ley de ordenación del comercio minorista, ésta se remonta a 1996. Impuso una segunda licencia de apertura a las grandes superficies (además de la que conceden los ayuntamientos) que deben otorgar las comunidades en función de la incidencia de los nuevos establecimientos en el comercio colindante. Por ejemplo, todas las autonomías (excepto Baleares, Cataluña y País Vasco) exigen una licencia específica para los establecimientos hard discount, entre los que figuran enseñas como Día o Lidl, según señalaba el Banco de España en un informe sobre comercio minorista publicado en octubre.

Además, muchas comunidades establecieron periodos de moratoria para frenar la apertura de grandes superficies. æpermil;stas ya no están en vigor, por ejemplo, en Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Navarra o Asturias, pero en Cataluña han estado vigentes durante 10 años y tanto en Baleares como en Canarias aún siguen en marcha.

Sumando las restricciones, como horarios, segunda licencia, moratorias e impuestos específicos (existentes en Cataluña, Aragón, Navarra o Asturias) el Banco de España considera que las comunidades más reguladas son Navarra y Asturias. Sin embargo, estas dos autonomías no registraban hasta septiembre las mayores tasas de IPC interanual en alimentación y bebidas no alcohólicas, 2,4% y 2,7%, respectivamente. Una tasa que alcanzó en el conjunto de España el 3,4%. Las siguientes en trabas comerciales son Extremadura, (con una IPC en alimentación del 3,3%), Aragón (2,8%), Canarias (4,6%) y Cataluña (3%). Según el Banco de España, las menos restrictivas son, por orden, Galicia (2,4%), Castilla-La Mancha (3,2%), Madrid (3,1%) y Valencia (4,1%). Donde más creció el IPC de los alimentos fue en Murcia (6,1%), la séptima región más restrictiva, delante de Canarias, Valencia, Andalucía (3,9%) y Melilla (3,9%).

Clos no ve un efecto directo

Las declaraciones del presidente de la CNC han provocado reacciones dispares. El ministro de Industria, Joan Clos, aseguró ayer que la supresión de las restricciones de la libertad comercial no garantizan la reducción de la inflación. En el mismo foro, el ministro aseguró que las tarifas domésticas registrarán un alza 'en el entorno de la inflación'.Por su lado, la patronal de supermercados Asedas considera que las declaraciones de Berenguer suponen un cambio de tendencia en las tesis de Competencia y prevé que más libertad de horarios podría traducirse en un alza de costes. La patronal de la gran distribución Anged reiteró su apoyo a la liberalización, mientras, la Confederación Española de Comercio señaló a Alemania y Holanda como países con restricciones que tienen 'una inflación baja y una productividad alta'.

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