General Electric, en busca de la eficiencia ecológica
La empresa invierte este año 1.100 millones en 'Ecomagination'
Busco lo que el mundo necesita y lo invento'. Con esta máxima, Thomas Edison, creó, entre otras cosas, la bombilla incandescente. Ahora, la empresa cuyos fundamentos puso en pie, General Electric, busca el sustituto a esta fuente de luz porque lo que el mundo necesita es una energía más limpia y eficiente, es decir, medioambientalmente más tolerable.
Y lo está encontrando. Los científicos del laboratorio que GE tiene en Niskayuna (norte del Estado de Nueva York) trabajan sobre una 'casa más verde' para un futuro que dicen 'no está tan lejos'. Entre otros productos que incluyen una mejora de la eficacia y el coste energético de la energía solar, están desarrollando diodos de luz orgánica (OLED en sus siglas en inglés). Se trata de una nueva y distinta iluminación que prescinde del mercurio de la bombilla incandescente. GE ha transformado a estos OLED en finas y flexibles películas semejante al papel que ofrecen la misma calidad de iluminación pero de forma más eficiente. Son versátiles y están hechos por materiales orgánicos. GE tiene un acuerdo con Konica Minolta para empezar a introducir productos en 2010.
Este es uno de los muchos proyectos que tiene en su cartera la división Ecomagination de GE. Este área de negocio se creó en 2005, cuando en EE UU la opinión pública apenas había hecho del debate de la ecología su bandera. El objetivo era crear tecnologías que permitieran a sus clientes hacer frente a sus necesidades medioambientales.
En un mundo cada vez está más concienciado con el desarrollo medioambientalmente sostenible, la apuesta está siendo rentable ya que aunque tiene 45 productos en la cartera de Ecomagination, las ventas de 14.000 millones en este área, suponen un ritmo crecimiento del 12% en 2007, por encima de la media del 8% del resto de los negocios. 'Estos productos se venden mejor y crecen más que el resto', afirmaba en un encuentro con periodistas Lorraine Bolsinger, vicepresidenta de Ecomagination. El objetivo es llegar a 20.000 millones de dólares en 2010.
Para que así sea, GE tiene un fuerte compromiso inversor y este año ha pasado la barrera de los mil millones dedicados a I+D, en concreto serán 1.100 millones de dólares (770 millones de euros). La empresa quiere que la inversión sea de 1.500 millones anuales a partir de 2010.
Para GE la apuesta 'verde' ha sido fácil. La cuestión medioambiental está ahí, 'lo acreditan los científicos, además aunque uno no crea en el calentamiento global es ineludible que estamos en un escenario en el que hay un protocolo de Kioto y habrá otro tras este', explica Bolsinger. En esta situación GE 'que todo lo que hace usa o crea energía' quiso entrar de lleno en el debate medioambiental.
Lo hizo a principios de año junto con más de 20 multinacionales al constituir la Sociedad para la Acción Climática con la que piden al escéptico gobierno de George Bush regular las emisiones. Bolsinger afirma que quieren que el listón esté 'políticamente alto porque estamos invirtiendo mucho'. 'Cremos que nuestra tecnología prevalecerá y una legislación dura nos beneficiará'.
Desde el punto de vista de las emisiones, GE tiene el compromiso de rebajar las suyas a niveles de 2004 de forma constante. 'Si mantuviéramos las cosas como hasta ahora crecerían un 30%', dice la vicepresidenta. De momento las luces de las fábricas se han cambiado y en 2006 se ahorraron 70 millones en costes de energía.
'No se puede estar en contra de todo'
Los avances en materiales nuevos como el composite de carbón están permitiendo a GE trabajar sobre unos molinos de viento para los campos de energía eólica con unas aspas de 70 metros, unos 30 metros más que las actuales. Con estas aspas se puede generar casi tres veces más energía que con las actuales. Hasta ahora estas turbinas no eran posible porque el peso las hacía poco eficaces.El desarrollo de este supermolino, para el que se emplean materiales similares a los que se van a usar en la construcción de los nuevos motores de aviones, presenta un reto ecológico fuerte, no solo por la imponente presencia del molino en el paisaje sino también por el hecho de que anclar semejante gigante requerirá muchas toneladas de cemento.Lorraine Bolsinger, vicepresidenta de GE, afirmaba durante su reciente encuentro con la prensa que 'no se puede estar en contra de todo'. Esta ejecutiva afirmaba que la ciencia está proveyendo de soluciones pero no se puede descartar todas ellas, 'estar en contra de la energía nuclear, la eólica, la solar o los biocombustibles porque hay necesidades que cubrir'.Bolsinger no quiso evitar entrar en uno de los temas que medioambientalmente más oposición tiene: el carbón. EE UU tiene unas enormes reservas de este mineral una de las razones que disuade al gobierno federal de entrar a legislar. 'El carbón existe, no podemos evitarlo y es necesario pero tenemos que usarlo de forma limpia y con menos emisiones'.