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Debate abierto
Tribuna
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Convertir la investigación en innovación

El sector de la industria biotecnológica español valora positivamente el esfuerzo creciente realizado desde el Estado en promover la I+D en biotecnología. Sin embargo, existe la tendencia a concentrar la inversión pública en potenciar la investigación básica, que tiene lugar principalmente en centros públicos dependientes del Estado o de los diversos Gobiernos autonómicos. Potenciar esa investigación básica es bueno para el país, que ya está acercándose a los niveles de productividad en lo que a I+D se refiere, que cabría extrapolar de su situación económica.

Además de esta ayuda a la investigación principalmente académica existen diversos programas de ayudas públicas que van a apoyar directamente la actividad de creación de empresas, entre los que cabe destacar el programa Neotec del CDTI o las diversas iniciativas generadas con la constitución de los parques científicos y biorregiones. Lamentablemente, esto no es suficiente.

La asociación española de empresas de biotecnología (Asebio), en su informe anual, asegura que su baremo del optimismo empresarial para el sector de la biotecnología mantiene un valor positivo en 2006, a pesar de experimentar un descenso sobre el año anterior. La asociación atribuye como principal causa de este disminuido optimismo la dificultad de acceso a la financiación que sufren muchas empresas.

æpermil;ste es el principal problema del sector, sacar adelante proyectos que en este campo suelen ser tremendamente arriesgados y de los que más hacen esperar al inversor hasta ver el fruto de la I+D convertido en ingresos por ventas. Para poder evolucionar frente a estos retos, el sector (principalmente en Estados Unidos) ha inventado en los últimos 25 años nuevas formas de convertir los avances de la I+D en activos transaccionables de mayor o menor liquidez. Estas estrategias, fundamentadas en transacciones de licencia de derechos sobre patentes, son esenciales para lograr la financiación necesaria para llevar las empresas hacia la generación de un retorno económico por productos y servicios de alto valor añadido.

La clave de la capacidad para apalancar esos resultados de I+D es el desarrollo de una estrategia de interrelación entre I+D, mercado y financiación. Esta estrategia será eficaz en la medida en que genere una cartera de patentes, y también marcas, de alto valor y enfoque el desarrollo del negocio basado en esos intangibles, que con frecuencia es donde reside el valor de una empresa biotecnológica emergente. La capacidad de los equipos gestores tanto de estas empresas emergentes como del sector financiero de capital semilla y capital riesgo de realizar el valor de los proyectos es tan crítica para la supervivencia del sector como la capacidad de los equipos de I+D de generar nuevos inventos y descubrimientos.

España está dando pasos certeros en el refuerzo de su capacidad de innovación en biotecnología, principalmente a través de la generación de una reserva de recursos humanos altamente cualificados. Diversos índices internacionales dan fe de su crecimiento cuantitativo y cualitativo y de que ya no estamos lejos de las principales potencias mundiales. La discrepancia entre esa capacidad investigadora y la escasa capacidad demostrada en el pasado de convertirla en resultados que contribuyan de forma más directa a la economía nacional y universal es un fenómeno complejo.

Sin duda, esa falta de capacidad para realizar el potencial económico de este activo nacional se va a suplir a corto plazo, ya sea con personal interno que adquiere la formación necesaria o con personal experimentado de otros países que nuestra emergente economía será sin duda capaz de atraer. En este sentido es sintomática la aparición de diversos estudios de expertos en gestión empresarial que coinciden en la necesidad de unas estrategias específicas para este sector (como por ejemplo el libro Science Business del profesor Pisano de la Universidad de Harvard).

En respuesta a los retos que la biotecnología plantea, están surgiendo programas de gestión de empresas que responden a la creciente demanda de formación enfocada al sector, como es el nuevo programa Master in Biotechnology Management que lanzará el Instituto de Empresa en 2008.

Sin duda, merecen la admiración de todos las pocas empresas que están saliendo adelante a pesar de los condicionantes que ha supuesto hasta ahora el panorama español. Estas empresas son las que han logrado la difícil tarea de ensamblar equipos gestores capaces de convertir la investigación en innovación. Estas empresas son la evidencia más clara de que el futuro nos reserva la oportunidad de ser testigos de cómo este sector va a superar relativamente pronto la falta de recursos críticos y entonces evolucionará exponencialmente para posicionarse entre los más importantes de Europa y del mundo.

Rubén Henríquez, Ph. D.. Director académico del Master's Degree Program in Biotechnology Management del IE Business School

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