Telefónica esperará a principios de año para definir el nuevo plan de recompra
Habrá que esperar a la publicación de los resultados de 2007 para conocer los planes de Telefónica sobre la próxima recompra de acciones. La operadora quiere aguardar para saber cuál es su flexibilidad financiera tras comprometerse a pagar un euro de dividendo.
Telefónica lo dejó el jueves muy claro en la sexta conferencia con analistas y gestores de fondos de todo el mundo. Sus prioridades son tres -remuneración al accionista, reducción de deuda y compras selectivas-, pero la primera está por encima de todo.
Por eso el anuncio estrella de la cita del pasado jueves fue el adelanto de un año en el reparto de un euro de dividendo; ahora será con cargo a los resultados de 2008. Pero no será la única retribución. Telefónica también tiene un plan de recompra de acciones en sus previsiones, aunque su desarrollo no es tan concreto como el del dividendo.
En principio, el anuncio oficial se limita a decir que la adquisición de títulos propios, en teoría para ser amortizados después -lo que reduce el capital y da más valor a las acciones existentes- está 'en estudio'. La pregunta es, entonces, cuándo habrá nuevas indicaciones y un analista no se resistió a hacerla.
La respuesta es que habrá que esperar. Telefónica quiere ser prudente y estudiar antes el efecto que tendrá en sus finanzas el compromiso recién adquirido de elevar un 33% el dividendo para 2008.
Por eso, no habrá novedades durante este año, porque el efecto en las cuentas 'no es el tipo de cosa que se ve en días, sino en meses', explicó el director de Finanzas de Telefónica, Santiago Fernández-Valbuena. Y puesto que la operadora revisa sus planes 'de forma semestral', la cita con las noticias 'para bien o para mal', será en la publicación de los resultados de 2007, que se celebrará 'en la primavera de 2008'. Eso sí, se trata 'de una indicación, no de un compromiso fuerte', señaló el ejecutivo.
Tiempo para asegurarse
La explicación es sencilla: 'Primero queremos estar seguros de que después del compromiso de dividendo que se ha hecho seguimos teniendo capacidad en exceso y suficiente flexibilidad', advirtió Valbuena. Ni una pista dio el ejecutivo, sin embargo, de la cuantía que podría alcanzar el plan de recompra.
Para lo que resta de año, todavía quedan los últimos reductos del plan de 2.700 millones de euros que concluye a 31 de diciembre y cuyas acciones serán amortizadas tras la junta general de la primavera de 2008.
Pero los inversores no han necesitado datos adicionales para catapultar las acciones de Telefónica hasta los máximos de siete años. Si el jueves la subida fue del 6,99%, la mayor alza desde agosto de 2002; el viernes el impulso alcista siguió casi intacto. La cotización volvió a dispararse, un 4,21%, lo que suma un 11,5% en dos jornadas y deja las acciones en 21,54 euros.
Para hacerse una idea de lo que significa esta cota basta recordar que el presidente de Telefónica, César Alierta, dio un golpe de confianza a la cotización cuando estaba en 15,77 euros, al adquirir 8,2 millones de opciones con un precio de ejercicio de 22 euros y un horizonte para ser ejecutadas de 2011. En ese momento, la acción tenía que subir un 36,7% para que Alierta comenzara a ganar dinero y se consideró una apuesta y un compromiso por parte del máximo ejecutivo.
Lo importante es que esa adquisición no se realizó hace años, sino hace meses. En concreto fue en marzo, hace sólo 36 semanas. En ese periodo, la acción de Telefónica ha cubierto ya casi toda la distancia, ya que los títulos se quedaron ayer a 0,46 euros del precio de las opciones de Alierta. Eso sí, son títulos europeos, así que el presidente tendrá que esperar a 2011 para materializar la ganancia sea cual sea su precio actual.
Certificado de 'no interferencia' en Brasil
El regulador de las telecomunicaciones de Brasil dio el viernes una mala noticia a Telefónica y a Telecom Italia. La decisión de si da luz verde al acuerdo entre ambas o pone condiciones por la presencia de las dos en Brasil no está en el orden del día de la reunión del próximo miércoles, como estaba previsto. Una vez más, se pospone, como viene sucediendo desde agosto, sobre todo por las presiones de Carlos Slim, el dueño de América Móvil, que busca paralizar la operación.En un intento de desatascar la situación, Telefónica está dispuesta a dar garantías por escrito de que no intervendrá en la gestión de las filiales de Telecom Italia en Brasil y en Argentina, donde también tiene una participada propia. Así lo aseguraba ayer un diario italiano, que añadía que se busca con este gesto ahuyentar definitivamente los temores de los reguladores. Telefónica ya se ha comprometido a no interferir, pero una garantía por escrito podría tener más peso ante los consejeros de las comisiones.