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Buen gobierno

Los asesores de la CE critican que se abandone la democracia accionarial

El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, ha anunciado que abandona la idea de emprender un plan de acción en defensa del principio de que una acción debe equivaler a un voto. La decisión ha generado un profundo malestar en el Foro de Expertos que asesora a la CE en materia de buen gobierno.

Han sido meses de anuncios, declaraciones de intenciones y estudios para analizar la manera de impulsar el principio de democracia accionarial que implica que cada acción equivalga a un voto. Pero las presiones de algunos países, en especial los escandinavos que cuentan con una tradición de votos múltiples, y en menor medida, de algunas otras naciones, han quebrado la intención del comisario de Mercado Interior Charlie McCreevy.

También ha tenido influencia en el abandono del impulso a la democracia accionarial los resultados de un estudio encargado por la CE y publicado el pasado mes de julio en el que se aseguraba que no existían evidencias económicas que avalaran los beneficios de impulsar el principio de que una acción equivalga a un voto.

Según algunas fuentes el comisario ha claudicado ante el temor de abordar un tema espinoso. El propio Charlie McCreevy reconocía el pasado miércoles, cuando anunció su intención de tirar la toalla, que la idea de impulsar la democracia accionarial ha sido uno de los principios que se 'han combatido de manera más feroz'.

McCreevy reconoce que las críticas a la proporcionalidad han sido 'feroces'

'Anunciar el abandono de la idea sin hacer caso a las recomendaciones del Foro de Expertos de la CE, pero sobre todo sin darnos ninguna explicación es bochornoso', asegura José María Garrido, ex secretario del consejo de la CNMV, que fue uno de los autores del informe Winter de buen gobierno y que en la actualidad forma parte del selecto grupo de 15 expertos (el European Corporate Governance Forum) que asesora a la Comisión Europea en materia de buen gobierno.

Garrido asegura que hay un intenso malestar en el seno del grupo de alto nivel por la manera en la que el comisario McCreevy anunció en primer lugar que iba a estudiar las fórmulas para impulsar la democracia accionarial para, meses después de estudios, análisis y debates, anunciar sin dar más explicaciones que cree que en esta materia es mejor no hacer nada.

McCreevy, que no se ha puesto en contacto con el grupo de expertos ni les ha explicado los motivos de la decisión, sí afirmó ante la comisión de servicios jurídicos del Parlamento Europeo el miércoles (donde desveló su propósito) que su anuncio de hace casi dos años en el sentido de promover la democracia accionarial fue 'deliberadamente provocativo'.

El responsable de mercado interior de la Comisión Europea asegura ahora que el principio de que una acción equivale a un voto es 'altamente sensible', ya que afecta a la cultura empresarial de los distintos estados miembros y a la forma de propiedad y de control de las empresas. 'Debido a esta importancia, siempre estuve convencido de que la cuestión debía someterse a un intenso debate público antes de tomar ninguna decisión', explica McCreevy.

Pero el debate, con estudio incluido, sí se ha producido. Poco antes del verano Bruselas dio a conocer un informe encargado a dos instituciones relacionadas con el estudio del gobierno corporativo y un despacho de abogados que se convirtió en un auténtico jarro de agua fría para aquellos que sostienen que el principio de una acción, un voto, es una de las bases del buen gobierno.

Y lo fue, porque el informe aseguraba que no se han podido encontrar pruebas concluyentes que vinculen la desviación del principio de proporcionalidad con los resultados económicos de las sociedades. 'Ese estudio decía que no había evidencias de los beneficios económicos de que una acción equivalga a un voto. Bueno, tampoco hay una evidencia empírica sobre el beneficio de que haya independientes en el consejo, por ejemplo', argumenta Garrido que opina que la decisión de no impulsar la democracia accionarial supone un auténtico bloqueo al buen gobierno.

Con los resultados del estudio en la mano, el comisario McCreevy anunció que retomaría el análisis de la cuestión 'con la cabeza fría' y encargó al Foro de Expertos un consejo; una conclusión. El miembro español de este foro desvela que el organismo asesor alcanzó un documento de consenso, 'que no fue fácil de lograr'. Pidieron a la CE que impulsara medidas de transparencia para que las empresas en las que una acción no equivalga a un voto explicaran las razones que les llevan a desviarse del principio de proporcionalidad y pedían a los estados miembro que proporcionen anualmente a la CE 'información comparable respecto a la aplicación de sistemas no proporcionales en sus jurisdicciones'.

El Código Conthe aboga por no limitar el número de votos

'Nadie estaba pensando en una norma vinculante. Se pretendía pedir a las empresas que cuando se aparten del principio de proporcionalidad expliquen las razones por las que lo hacen', explica uno de los miembros del European Corporate Governance Forum, el español José María Garrido. El foro de expertos abogaba por aplicar esta dosis de transparencia a las empresas. Una recomendación que sí incluye el Código Conthe: 'Que de los Estatutos de las sociedades cotizadas no limiten el número máximo de votos que pueda emitir un mismo accionista, ni contengan otras restricciones que dificulten la toma de control de la sociedad mediante la adquisición de sus acciones en el mercado'.

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