Los españoles se mueven cada día más por motivos laborales
Los españoles empiezan a aceptar cada vez más que la movilidad se incluya entre los requisitos laborales. Por primera vez, el año pasado se superaron los dos millones de contratos que implican desplazamientos entre provincias o entre autonomías. Un informe del Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (Ceprede) y de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) revela que el porcentaje de relaciones laborales que requieren desplazamiento entre provincias se ha situado en el 11,8% del total. En número absoluto, el aumento respecto a 2005 fue del 11,4%. La movilidad entre autonomías fue una condición presente en el 7,7% de los contratos. En este caso el crecimiento fue del 13,8% respecto al año anterior. Los incrementos de 2006 son los mayores registrados desde 2001. Se entiende que hay movilidad geográfica 'cuando no coincide la localidad del domicilio del trabajador y la del centro de trabajo, por lo que se tiene que producir un desplazamiento, independientemente de que sea de carácter diario, temporal o permanente'.
En cuanto al perfil del empleado dispuesto a desplazarse, el estudio dibuja el retrato de un hombre de entre 25 y 34 años, licenciados o con estudios inferiores a la ESO. Por sexos, los hombres tienen una mayor movilidad interprovincial que las mujeres, de modo que dos de cada tres contratos que implican movilidad se realizan a hombres. Además, la tasa de desplazamientos masculina (14%) ha aumentado en cinco décimas respecto al año anterior, mientras que la femenina sólo lo ha hecho en un punto, hasta alcanzar un 9,2%.
Según los grupos de edad, son los de entre 25 y 34 años los que más se desplazan (13,6%), mientras que el resto tienen tasas de movilidad inferiores a la media nacional. Por nivel de estudios, los trabajadores más dispuestos a desplazarse son los licenciados (13,6%), y los que tienen un nivel inferior a la ESO (13,8%). La explicación de esta polaridad es que los empleos que más atraen a trabajadores de otras provincias son los de dirección de empresas (18,1%) y técnicos y profesionales (17,6%), ambos orientados a licenciados; o bien trabajos manufactureros y en la construcción (14,9%) dirigidos a empleados de baja cualificación.
El 11,8% de los contratos requería movilidad en 2006, un 11,4% más que en 2005
De entre los que deciden trabajar en una provincia diferente a la suya, la mayoría lo hacen para dedicarse a la construcción y a la agricultura y ganadería, que aglutinan el 21,4% y el 11,7% de los trabajadores sujetos a movilidad respectivamente.
Las regiones españolas que más trabajadores reciben son las de la costa mediterránea y Madrid, mientras que las regiones emisoras se encuentran en la mitad sur y en el norte, como Asturias o León. Además, se mantiene la tendencia de los últimos años, por la que las áreas de origen son cada vez más diversas, con las mismas comunidades receptoras como destino. De esta forma, el número de provincias con un saldo de movilidad negativo aumenta, mientras que el de provincias con balance positivo no crece, sino que se incrementa la cifra de cada una de ellas. Las provincias que reciben más trabajadores son Madrid, Barcelona y Málaga, mientras que las que registran los mayores saldos negativos son Cádiz, Cáceres, Asturias y Badajoz.
Entre los empleados extranjeros la tasa de movilidad es superior a la de los españoles, tanto en el ámbito interprovincial (15,6%) como en el interautonómico (12,2%). Cataluña es la comunidad en la que se realizan más contratos a extranjeros, por delante de Madrid y la Comunidad Valenciana.