Bruselas limita el acceso de las empresas extranjeras al sector energético
Separación patrimonial de las actividades de producción y de transmisión y fórmulas de defensa frente a los grandes grupos extracomunitarios. æpermil;stas son las dos propuestas más llamativas del tercer paquete de medidas para la liberalización de los mercados de la energía presentado hoy por la Comisión Europea (CE). El objetivo es doble. Por un lado, evitar que las empresas de fuera de la Unión Europea se aprovechen de la apertura del sector energético y, por otro, recordar la conveniencia de que los grandes grupos del gas y la electricidad no controlen las redes de transporte. En el paquete se incluye, además, el refuerzo de los poderes de los reguladores energéticos nacionales y la creación de una agencia para la cooperación entre estos organismos a escala europea.
"Se trata de proteger la competencia leal entre todos los actores, y eso es algo diferente al proteccionismo", puntualizó en rueda de prensa el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, que insistió en que éstas nos son "acciones políticas".
En concreto, el texto adoptado por el Ejecutivo comunitario incluye una "cláusula internacional" por la que sólo se permitirá a las empresas energéticas extranjeras hacerse con el control de redes de transporte de energía en la Unión Europea (UE), si respetan las mismas reglas que sus competidores comunitarios. Para asegurar esto, la CE propone que únicamente las empresas energéticas de aquellos países que firmen acuerdos en este ámbito con la UE podrán operar los gasoductos y las redes eléctricas.
Estas medidas impedirían a empresas como la rusa Gazprom, principal suministrador de gas de la UE, hacerse con el control de las redes europeas de transporte de energía, un escenario temido en varios Estados miembros.
Las "duras condiciones" -en palabras de Barroso- que se impondrán a las empresas extranjeras pretenden evitar que éstas se aprovechen de las nuevas normas que tendrán que cumplir los grupos energéticos europeos.
Separación de funciones
Porque de aprobarse la propuesta presentada hoy por la CE, los gigantes europeos del gas y de la electricidad tendrán que deshacerse de sus redes de transporte si quieren seguir produciendo y comercializando energía, en un intento por parte de la CE de impulsar la competencia en el sector e incentivar la inversión.
La fuerte oposición a esta medida por parte de gigantes como la alemana E.ON y las francesas EDF y Gaz de France, y de varios países miembros, con Alemania y Francia a la cabeza, ha llevado a la CE a ofrecer una alternativa, que permitiría a las empresas mantener la propiedad de las redes de transporte, pero gestionadas por entidades totalmente independientes.
En cualquier caso, se mantiene una gran división entre los países que, como España, defienden la separación patrimonial -que sigue siendo la opción preferida de Bruselas-, y los que se oponen.
El comisario de Energía, Andris Piebalgs, expresó en la misma rueda de prensa su confianza en que la negociación pueda concluir en el segundo semestre de 2008, pese a que en ese momento presidirá la Unión Francia, uno de los países más reacios a la iniciativa de Bruselas.
Oposición de la patronal
En este sentido, la patronal europea BusinessEurope consideró hoy que la propuesta de la UE para la liberalización del sector energético supone "un buen paso adelante", pero puso en duda que sea necesario forzar la desmembración de los grandes grupos para garantizar el correcto funcionamiento de las redes de transporte.
En un comunicado, la asociación que agrupa a los empresarios de la UE recalcó que la separación de las actividades de transmisión es "esencial" para asegurar la igualdad en el acceso a las infraestructuras de transporte e incentivar las inversiones. Pero se preguntó si la mejor manera para conseguirlo es obligar a los grupos que controlan todas las actividades (desde la generación, al transporte y la comercialización) a deshacerse de las redes o establecer un operador independiente, o si basta con aplicar correctamente la legislación vigente.
Más independencia para la CNE
Bruselas ha propuesto además varias medidas para reforzar el papel de los reguladores nacionales y mejorar su independencia respecto de los Gobiernos, lo que en el caso de España supondría que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) podría tomar decisiones sin la supervisión del Ministerio de Economía.Respecto a la agencia para la cooperación entre reguladores, la comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, indicó que persigue eliminar los "diferentes enfoques" vigentes en cada país y evitar contenciosos como el que mantiene Bruselas con el Gobierno español, a propósito de las OPA sobre la eléctrica Endesa.