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Productos

Las claves de la emisión de bonos del Santander

El producto que la entidad está vendiendo a los minoritarios sólo sería más atractivo que invertir directamente en títulos si el euribor se dispara en los próximos años.

Las oficinas de Banco Santander han vivido una actividad frenética esta semana. Sus empleados tenían una misión: vender a sus clientes los flamantes bonos convertibles a cinco años que financiarán la eventual compra del ABN Amro. Dicho y hecho. Pese a que la CNMV todavía no ha autorizado el folleto de la operación, los 5.000 millones de euros de la emisión han sido colocados con sobrada suficiencia entre los pequeños ahorradores. La petición mínima es de 5.000 euros y la máxima, de un millón de euros.

El gancho del producto es el elevado rendimiento que ofrece, puesto que los bonos rentan un 7,5% TAE (Tasa Anual Equivalente) el primer año, mientras que durante los cuatro ejercicios restantes ofrecerá el euribor a tres meses -que se sitúa actualmente en torno al 4,75%- más 2,75 puntos porcentuales. Sin embargo, los eventuales inversores han de tener presente que no es una inversión equivalente a un bono del estado o a un depósito, ya que su conversión en acciones es obligatoria. 'Por lo tanto, deben compararse con las acciones del propio Santander y no con renta fija', explica Jordi Padilla, de Atlas Capital.

A cambio de la elevada rentabilidad, la conversión en títulos se realizará con un sobreprecio del 20% respecto al precio de referencia de la operación, que, según la información que Santander proporciona a sus clientes, se fijará en función de la cotización tras la ampliación de capital de 4.000 millones de euros y cuya finalidad también es financiar la compra de la entidad holandesa. Los inversores podrán canjear los bonos por acciones a través de ventanas de liquidez que se abrirán durante unos días cada año. Eso sí, la conversión será inevitable al quinto año.

Estos bonos convertibles implican una inversión en renta variable, no son como un depósito

'Pueden ser rentables, pero sólo lo serían más que las acciones del propio Santander si el euribor superara el 7% durante los próximos años', afirma un analista que prefiere no ser identificado. Así, en caso de que el euribor a tres meses se mantenga en torno a los niveles actuales y el dividendo de la entidad suba a un ritmo del 13% anual, sería más ventajoso entrar directamente en la acción que a través de los bonos convertibles.

Los bonistas se quedarían sin percibir el dividendo, que se estima para este ejercicio en unos 0,6 euros por acción, y 'que seguirá creciendo a buen ritmo en los próximos años', según David Navarro, de Inversis. 'Los dividendos cuentan, además, con la ventaja de que los primeros 1.500 euros anuales están exentos de tributar, frente a los intereses del bono, de los que habrá que entregar a Hacienda el 18% desde el primer euro', señala.

'Es más, es improbable que la actual tensión del euribor se mantenga en el futuro, por lo que los intereses del bono durante el segundo, tercer, cuarto o quinto año pueden disminuir', según Navarro. Por su parte, Padilla advierte de que la liquidez de los bonos, al margen de la posibilidad anual de transformarlos en acciones, será escasa. Un factor positivo sería el dinero que ingresará el bonista anualmente, previsiblemente superior al del dividendo, cuya rentabilidad se sitúa actualmente en torno al 4,6% anual'.

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