El tirón alemán mantiene alcistas las Bolsas de Europa del Este
Son aún pequeños y más volátiles que los mercados de los países desarrollados, pero los expertos destacan que se siguen beneficiando de los flujos de capitales extranjeros.
Todavía no son alternativa ni de lejos a las Bolsas de los países desarrollados, pero la evolución más reciente y la de ejercicios anteriores de algunos mercados bursátiles de Europa del Este muestran que es posible encontrar rentabilidades en ellos. La Bolsa de Varsovia, la de más peso del área, presenta una revalorización en el año de 19,16%, que se eleva a 21% si se mide en euros. En 2006, la subida fue del 41,6%. En el caso de la bolsa de Praga el alza es del 10,89% en 2007, mientras que el año anterior se saldó con un modesto 7,8%. Esta trayectoria se repite en otros mercados bursátiles de la zona, aunque los más pequeños presentan saltos más espectaculares.
¿Cuáles son los aspectos más significativos que marcan esta tendencia? Los expertos citan los fondos estructurales en el caso de los países que están en la UE, el flujo de capitales extranjeros y el gradual peso del consumo interno. También el interés de las empresas alemanas por ese área; casi todas las compañías que cotizan en el Dax de Fráncfort están presentes en ella.
Para Manuel Arroyo, directivo de JPMorgan Asset Management, este año va a ser también bueno para la región y destaca, entre otros motores que impactarán en los datos macroeconómicos y en las compañías, los flujos que desde la Unión Europea se dirigen hacia allí. 'Por otro lado, a nivel empresa, el universo de oportunidades sigue expandiéndose y el perfil de riesgo sigue cayendo, gracias fundamentalmente al aumento de la rentabilidad y de la disciplina corporativa', afirma.
Los fondos de renta variable de la zona están en positivo en el año
Y en opinión de Mark Artherton, codirector de mercados emergentes de Morley -gestora de activos de Aviva-, los pequeños mercados de Europa oriental están encontrando apoyos en la liquidez, pese a que la incertidumbre es la que gobierna el rumbo de las Bolsas mundiales en estos momentos.
Artherton, aunque le preocupa que algunas valoraciones de la región estén ligeramente forzadas, destaca el atractivo futuro. 'La fuerza derivada de la convergencia con la zona euro deja un amplio margen para que esta clase de activos ofrezca rentabilidades anuales de forma sostenida', concluye.
En este contexto y dentro de la estrategia de JPMorgan de centrarse en empresas con buena gestión y con capacidad de generar rentabilidad, sus preferencias apuntan, entre otros valores, a la banca, que tiene aún una senda de crecimiento por delante.
Pero esa selección no es un tema central para los inversores particulares, ya que todos los asesores recomiendan entrar a través de fondos. 'Es la vía más adecuada para invertir en Bolsas emergentes. Las razones son varias, pero principalmente porque la diversificación que estos vehículos ofrecen hace que disminuya el riesgo que el inversor asume', señala Manuel Arroyo. Destaca, asimismo, que los fondos tienen más capacidad de gestión en mercados opacos y con poca transparencia.
Los datos de fondos que invierten en renta variable en esa zona, incluida Turquía, presentan rentabilidades en lo que va de año que se mueven entre el 29,8% al 6,4%, según Morningstar. La media está en el 14,6%. Si la referencia se toma a tres años y a cinco años, la rentabilidad se dispara al 154,5% y al 283,1% de media, respectivamente. En una línea similar se mueve Mutuafondo Euroconvergencia, de Mutuactivos, que, aunque pierde en el mes, cuenta con una revalorización del 34% en un año. Invierte básicamente en el sector financiero, petróleo, telecomunicaciones y servicios públicos.
También es posible optar por esa región de forma global y con liquidez a través del fondo cotizado ETF Europa del Este de Lyxor (Société Générale), que está presente en el mercado español desde julio. Apuesta por compañías de mayor volumen de negocio de Polonia, Hungría y Chequia. La rentabilidad de este ETF en los últimos 12 meses se eleva al 23%.
Inversión más atractiva a largo plazo
Aunque no hay razones para que los pequeños inversores se pierdan los aspectos positivos de esos mercados, el peso en la cartera debe ser reducido y el porcentaje debe fijarse en función del grado de aversión al riesgo. Es un consejo que se aplica a todos los mercados emergentes. Según el gestor de JPMorgan, si el horizonte es a corto plazo y el perfil conservador la presencia debe ser nula o pequeña, aunque si el objetivo es medio-largo plazo se puede alcanzar el 5% de la cartera invertida, ya que estos activos cuentan con una relación rentabilidad-riesgo atractiva para periodos más largos.En esta misma línea se pronuncia Banca March en un informe en el que destaca la estrechez de los mercados de Europa del Este. No obstante, los autores añaden que es una zona de oportunidades. Y recuerdan que la República Checa está considerada como uno de los países más prósperos y estables del área.Pese que no sea todavía el momento de abordar inversiones directas, los expertos añaden que hay dos países más interesantes por su tamaño y capacidad de desarrollo. Por un lado, está Polonia que es comparada con la España hace 20 años. Será el país que más se beneficie de los fondos estructurales: 4.000 millones de euros en 2007, lo que equivale al 3% o 4% del total del PIB. Y el otro es Turquía. Desde BNP Paribas se subraya el potencial de la Bolsa turca y su atractivo actual. 'El mercado turco se beneficia de valoraciones muy débiles sobre la base del PER (número de veces que el beneficio por acción está contenido en la cotización) en comparación con el conjunto de los mercados emergentes', señalan. Como aspecto negativo citan la debilidad de la moneda. 'La fragilidad de la divisa constituye ahora el principal riesgo para un inversor extranjero antes que el riesgo político', agregan.