Abertis cruza los dedos para sacarse la espina de Italia
La nueva regulación italiana de autopistas da nuevas posibilidades al aparcado proyecto de fusión con Autostrade, si bien los expertos todavía ven gran incertidumbre jurídica sobre la operación
Abertis sigue mirando de reojo hacia Italia. La concesionaria controlada por ACS y La Caixa conoció el viernes una de las noticias más esperadas de los últimos meses: las autoridades italianas dieron luz verde a la modificación de la regulación de las tarifas de las autopistas. El gobierno de Romano Prodi había decidido precisamente modificar esas tarifas después de conocer el proyecto de fusión entre Abertis y Autostrade, anunciado allá por abril de 2006, y hacia el que Italia mostró desde el principio su oposición a pesar de las llamadas al orden de Bruselas, que sí había dado el visto bueno a la operación.
La negativa del Gobierno italiano terminó por acabar con la paciencia de Abertis y Autostrade, que el pasado mes de diciembre anunciaron la suspensión de su proyecto. Pero ahora se entreabre de nuevo la puerta en Italia, aunque con todas las cautelas. 'Es una noticia positiva porque el gobierno italiano se empieza a mover, pero es un paso muy previo. Por ahora lo que se conoce de la nueva regulación de tarifas es poco y se necesita más seguridad jurídica', opina Luis Padrón, analista de Fortis. 'En Italia, un día piensan una cosa y al día siguiente otra. Seguirá existiendo la incertidumbre sobre Abertis mientras no se aclare el marco regulatorio en Italia', añaden fuentes de mercado.
En principio, la nueva regulación no tendría carácter retroactivo, por lo que el marco jurídico sobre el que se hicieron los cálculos de la fusión hace más de un año seguiría vigente en su mayor parte, en opinión de Ahorro Corporación, que considera que 'por fin hay buenas noticias de Italia para Abertis'. Bruselas no tiene las cosas tan claras y la Comisión Europea se ha dirigido al gobierno italiano para que le explique precisamente si las reglas se aplican sólo a las nuevas concesiones o también a las antiguas. El presidente de Abertis, Isidro Fainé, mostró esta semana en la junta de accionistas de la compañía su confianza en poder desencallar el proyecto de fusión con la italiana, para lo que ahora se dan de plazo hasta enero de 2008.
El mercado prevé ahora que Abertis renegocie los términos de la operación. 'Con las nuevas tarifas, se revisaría la ecuación de canje, aunque se rompa la fórmula de la fusión entre iguales', explica Víctor Acitores, de Kepler Equities, para quien Abertis tiene ahora dos frente abiertos en paralelo. Por un lado, el futuro de la fusión, con un nuevo proceso de negociación por delante, y por otro, en caso de que fracase la operación, el futuro de su participación en el capital de Atlantia, de alrededor del 7% del capital.
Otro de los elementos que influyen en la cotización de Abertis es la presencia de ACS en su capital, con una participación del 24,8%. 'El efecto de la nueva ley de opas puede servir de catalizador para las acciones de Abertis', señala Jesús Domínguez, analista de Ibersecurities. Así, con la nueva normativa, ACS podrá apurar hasta el 30% del capital como límite máximo a partir del que estaría obligada a lanzar una opa por Abertis.
'La posibilidad de que ACS compre otro 5% adicional es argumento para que las acciones de Abertis no bajen', añade Luis Padrón, de Fortis, que tiene el valor en reducir, con un precio objetivo de 23,76 euros. La compañía cerró la semana en los 23,97, tras un alza del 1,6% el viernes. Aun así, la recomendación mayoritaria para Abertis es de compra, con un porcentaje del 65% sobre el total según el consenso de Bloomberg.
Italia es el quebradero de cabeza de Abertis desde hace ya más de un año. Pero la vida sigue y la concesionaria española sigue haciendo planes, aunque no sean de la magnitud de la fusión con Autostrade. El último es su interés por entrar en el capital del operador español de satélites Hispasat con una participación del 40%, un proyecto a falta del visto bueno del Gobierno. 'Es una operación que tiene sentido y que es probable que se convierta en realidad', según opinaba esta semana JPMorgan. Supondría un desembolso de 375 millones de euros, un importe reducido en comparación con la capitalización de Abertis -equivale al 2,57% de su valor en Bolsa-, por lo que no ha revolucionado en exceso a la acción. Tras la compra del 32% de Eutelsat, 'es una adquisición que aporta diversificación al grupo y con la que refuerza su expansión en las telecomunicaciones', destaca Víctor Acitores.
A cubierto del maleficio del alza de los bonos
Los analistas descartan un impacto significativo sobre la cotización de Abertis de la operación con Hispasat. En cambio, no pierden de vista la evolución de la rentabilidad de los bonos, tradicionalmente asociada a la trayectoria bursátil del conjunto de las concesionarias de autopistas.El negocio de la concesión de autopistas, con ingresos estables y recurrentes durante un prolongado periodo de tiempo, es percibido por los inversores como una alternativa a la renta fija, de modo que un alza en la rentabilidad de los bonos suele traducirse en un recorte para la cotización bursátil de las concesionarias. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años marcó esta semana niveles de abril de 2002, rozando la cota del 5,3%, y el bono español a diez años cotiza casi al 4,7%, un nivel que no se recordaba desde octubre del año 2002. 'El avance en la rentabilidad de los bonos es uno de los aspectos que despiertan inquietud respecto a las concesionarias de autopistas', reconoce JPMorgan.Con semejante contexto para el sector, la firma destaca que Abertis es la concesionaria europea menos sensible al alza de los bonos, en contraste con Cintra, que tiene contratos de 70 años de duración.