Su abogado, Robert Bennett, argumentó el martes que el plazo era "terriblemente injusto" y solicitó tiempo adicional. El Consejo le concedió el mismo martes 24 horas más, aunque ha ampliado de nuevo ese plazo hasta el viernes.
Desde Europa, Alemania ha pedido que Wolfowitz deje el puesto y Francia ha pedido que el conflicto se solucione "con rapidez". Al otro lado del Atlántico, en Washington, la Casa Blanca ha insistido en que respalda "plenamente" al ex número dos del Pentágono y en que éste merece un proceso justo, aunque eso postergue una decisión final.
Según el nuevo calendario, Wolfowitz presentará su respuesta el viernes (tiene de plazo hasta el final del día). El comité investigador se reunirá durante el fin de semana para evaluar la respuesta de Wolfowitz, redactar un informe definitivo y, probablemente, elaborar una lista de recomendaciones sobre cómo proceder en la actual controversia.
El futuro de Wolfowitz se decide el miércoles
El comité enviará sus conclusiones al Consejo el domingo o el lunes, después el Consejo iniciará el martes una reunión y tiene de plazo máximo hasta el miércoles para alcanzar una decisión definitiva. El Consejo Ejecutivo podría recomendar que Wolfowitz sea destituido, emitir algún tipo de voto de no confianza o adoptar alguna medida para reprenderlo.
En el centro de la polémica están las condiciones laborales de la novia de Wolfowitz. Riza fue trasladada de forma temporal al Departamento de Estado en septiembre del 2005, para evitar así el conflicto de interés que se planteaba al tener a su pareja como supervisor. Su traslado incluyó un abultado incremento de sueldo inicial y garantías de futuras subidas.