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Campaña de la renta

El nuevo IRPF se adelanta a su tiempo

Todos los contribuyentes que durante 2006 vendieran algún tipo de activo de su propiedad tendrán que estar alerta. Para ellos, el nuevo IRPF tiene impacto en la actual declaración siempre que la ganancia de patrimonio lograda proceda de un activo comprado antes de 1996.

En la campaña de la renta que empieza el próximo 2 de mayo se declaran todas las operaciones con impacto fiscal realizadas desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2006. Rige, por tanto, el IRPF vigente en ese año y que es el nacido en 1998.

Sin embargo, el nuevo impuesto que entró en vigor en enero de 2007 también se aplica ahora, aunque sólo, para el cálculo de plusvalías por venta de activos comprados antes de 1996. Durante años ha pervivido un régimen transitorio que ha permitido reducir estas ganancias en unos porcentajes (coeficientes de abatimiento) que varían según su antigüedad. Dicho régimen se suprime en el nuevo IRPF y se dibujan dos nuevos escenarios.

Están los contribuyentes que vendieron antes del 20 de enero de 2006 y los que vendieron después de esa fecha -día en que se conoció el fin del sistema-.

Las plusvalías afloradas antes de la fecha de corte (20 de enero) siguen el sistema de años anteriores: se calcula la plusvalía (valor de venta menos valor de compra) y se aplica la reducción que corresponda según los años pasados desde la compra hasta el 30 de diciembre de 1994. Este porcentaje es de 14,28% por cada año de permanencia para fondos de inversión, del 25% para acciones cotizadas y del 11,11% para inmuebles. Así, la reducción es total para las acciones cotizadas adquiridas en 1991, los inmuebles comprados en 1986 y los fondos de inversión suscritos en 1988.

Quienes vendieron sus activos tras el 20 de enero de 2006 lo tienen más difícil.

Por un lado, existe una regla general llamada de distribución lineal de la ganancia y que, sobre todo, afecta a inmuebles. La plusvalía se separa en dos. Una parte que va desde el día de la compra hasta el 20 de enero de 2006 y otra, desde el 20 de enero hasta la venta. Sobre la primera cifra se aplican reducciones. Sobre el resto nada.

Por otro, está la regla especial que afecta a acciones cotizadas y fondos de inversión. Para calcular la parte de ganancia que se reduce hay que ver si el valor de transmisión es superior o inferior al valor de dichos activos el 31 de diciembre de 2005 (valor de cotización o el liquidativo para los fondos).

Si resulta inferior, la ganancia total se reduce. Si el valor de adquisición es superior (lo más habitual), entonces la plusvalía nuevamente se parte. De un lado va la ganancia que resulte de restar el valor de compra del valor que el activo tuviera a 31 de diciembre de 2005. Esta parte se reduce. De otro lado está la plusvalía calculada por la diferencia entre valor de transmisión menos el valor del activo a 31 de diciembre de 2005. Esta última plusvalía es la que no podrá reducirse. Quienes sientan que les duele la cabeza sólo de leer cómo se hacen los cálculos pueden echar mano del programa Padre. Sólo hay que introducir los diferente valores y las fechas de compra y de venta y el hace los cálculos.

Además, según advierten los asesores fiscales del REAF, el certificado de las transmisiones de acciones o de fondos anteriores a noviembre de 2006 vendrán con una retención que no se corresponde con el importe a consignar como ganancia patrimonial. En resumen, mucho cuidado con estas plusvalías.

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