La subida de tipos comienza a elevar la tasa de ahorro de los hogares
Las familias españolas dedicaron al ahorro el 16,2% de su renta disponible en el último trimestre de 2006, rompiendo una tendencia decreciente de casi tres años. El encarecimiento del recurso al crédito explica un avance que, aun así, no pudo mitigar la caída del conjunto del año hasta el 10,1%.
Las subidas de tipos de interés decretadas por el Banco Central Europeo en el último año y medio comienzan a hacer mella en las decisiones de las familias. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro alcanzó el 16,2% de su renta disponible en el último trimestre de 2006, 1,8 puntos por encima del mismo periodo del año anterior. De hecho, hay que remontarse hasta finales de 2003 para encontrar una cifra semejante.
En encarecimiento del dinero iniciado en la zona euro en diciembre de 2005 (ha pasado, desde entonces, del 2% al 3,75%) supone un menor incentivo al recurso al endeudamiento, y empieza a observarse una tendencia a ahorrar una porción mayor de la renta disponible (rentas brutas menos impuestos más transferencias corrientes).
El fuerte repunte del ahorro familiar en el último trimestre (tradicionalmente, el más ahorrador) no sirvió para evitar una caída en el conjunto del año: se limitó al 10,1% de su renta disponible, medio punto menos que el año anterior, y casi dos menos que cuando comenzó la última fase descendente, en 2003. Sin embargo, si se observa la evolución por años móviles (es decir, los cuatro trimestres terminados en la fecha de referencia), el dato del cuarto trimestre de 2006 supone una clara ruptura de la tendencia, con un aumento de medio punto.
Empresas y familias, peor
Las cuentas no financieras de los sectores institucionales publicadas por el INE denotan, para el conjunto del año, un peor comportamiento de las empresas y las familias, que no puede ser compensado por el creciente superávit de las administraciones públicas. El conjunto de la economía requirió en 2006 76.451 millones de euros del exterior, lo que equivale al 7,8% del producto interior bruto. Un año atrás, la necesidad de financiación exterior era del 6,5% del PIB.
El comportamiento conjunto de las empresas no financieras se asemeja notablemente al de la media del país. Así, su necesidad de financiación creció en casi 20.000 millones de euros, hasta llegar a 79.177. El INE atribuye ese mayor recurso a la deuda al efecto conjunto de una caída de la renta disponible, del 5,3%, y un aumento de la inversión del 10,3%.
El resto de los sectores institucionales tuvieron movimientos más compensados: la necesidad de financiación de los hogares (21.958 millones) fue similar al superávit de las administraciones públicas (17.575 millones, 1,8% del PIB), y ambos acentuaron sus saldos en 2006. En cambio, las entidades financieras mantuvieron su capacidad de financiación prácticamente estable (7.109 millones, frente a 6.681 en 2005).
Desde la perspectiva de las cuentas con el resto del mundo, la mayor necesidad de financiación respecto a 2005 se explica casi por completo por el empeoramiento del saldo de operaciones de bienes y servicios, que se incrementó en 11.637 millones. También en este aspecto, el cuarto trimestre reportó otra buena noticia: el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios (10,8%) superó al de las importaciones (10,5%) por primera vez desde 2002.