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Resultados 2006

E.ON redujo su beneficio un 32% en 2006, hasta los 5.057 millones, por los menores extraordinarios

E.ON obtuvo un beneficio neto de 5.057 millones de euros en 2006, lo que supone un descenso del 32% respecto a los 7.407 millones que ganó en 2005. Este descenso es consecuencia de los resultados extraordinarios conseguidos en 2005 derivados de la venta de Viterra y Ruhrgas Industries. Si no se cuentan las plusvalías, el beneficio neto de la energética alemana alcanzó los 4.400 millones de euros, un del 20%. Mientras, Endesa sube esta mañana en Bolsa más de un 1% después de que E.ON anunciara que renuncia a levantar los blindajes en sus estatutos, como condición indispensable para hacer efectiva la OPA. Esta medida ha sido interpretada como un signo de que va a luchar por Endesa contra la italiana Enel.

Además, la facturación de E.ON se incrementó el pasado año en un 21%, hasta 67.760 millones de euros (88.766 millones de dólares), frente a las cifras de 2005.

Con este beneficio alcanzado en el conjunto del año, E.ON va a proponer a sus accionistas el reparto de un dividendo de 3,35 euros, frente a los 2,75 euros abonados el pasado año.

Precisamente ayer, el grupo alemán comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que renuncia a levantar los blindajes en Endesa. Hasta ayer, ésta era una de las dos condiciones de E.ON para pagar 38,75 euros por acción de Endesa. La compañía alemana mantiene, no obstante, la condición de alcanzar un 50,01% del capital de la eléctrica para mantener la oferta. La renuncia es una señal de que E.ON se apresta a luchar hasta el último momento con sus rivales Enel (22%) y Acciona (21,03%). Endesa decidirá hoy si mantiene la junta del día 20.

Guerra de movimientos en la larga pugna por la primera eléctrica española. E.ON renunció ayer a que "con anterioridad a la finalización del periodo de aceptación de la oferta [la OPA que lanzó en febrero de 2006], la junta general de accionistas de Endesa adoptara los acuerdos necesarios para modificar determinados artículos de los estatutos sociales de la sociedad".

En concreto, E.ON renuncia a lograr que una mayoría del capital de Endesa apruebe un cambio de estatutos para eliminar la prohibición de que un accionista ejerza derechos por más del 10% del capital y otros blindajes menores. Mantiene, al menos de momento, la otra gran condición de su oferta: que un 50,01% del capital acepte vender sus acciones.

Presión

El movimiento de E.ON responde a la presión introducida en el proceso por la fulgurante entrada de la compañía italiana Enel (32% propiedad del Estado italiano). Si se suman los porcentajes de los actores opuestos a la OPA de E.ON, los de Enel (22%), Acciona (21,03%) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), resulta que casi un 45% del capital podía votar en contra de E.ON o abstenerse en la votación. El resultado sería el mismo: una probable derrota del gigante alemán. En público y tras haber disfrutado, entre los meses de enero y febrero, de una intensa sensación de triunfo.

Ahora, tras la entrada de Enel en el capital de Endesa, y a pesar del apoyo demostrado por el consejo de la eléctrica que encabeza Manuel Pizarro a la oferta alemana (que calificó de "adecuada"), las cosas están en el aire. Para empezar, Endesa reunirá hoy a su órgano de administración en un encuentro ordinario que analizará la conveniencia de mantener o retirar la convocatoria de junta extraordinaria del día 20 de marzo

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