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Pedro Mejía

'Destinaremos 1.600 millones a los planes-país hasta 2009'

El número dos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio explica la renovación de los planes específicos de desarrollo de mercados, las posibilidades de éxito de la recién reanudada ronda de Doha y el futuro del turismo en España

Mejía repasa la actualidad del sector exterior español, del que espera un comportamiento similar al del año pasado, quizá con una ligera ralentización de las exportaciones. Demanda una apuesta por la calidad como marca del turismo español, y sugiere un final feliz al acuerdo comercial multilateral incluso antes del verano.

El año pasado supuso un cierto alivio para el sector exterior español. ¿Qué perspectivas tienen para el año en curso

Es verdad que el déficit comercial creció un 15%, prácticamente la mitad que en los dos años anteriores. Para 2007 esperamos cifras similares, tal vez con una ligera aceleración, entre el 15% y el 17% de incremento. Sería el resultado de un crecimiento de las importaciones similar al del año pasado, entre el 10% y el 12%, por la fortaleza de la demanda interna, y un aumento de exportaciones ligeramente menor al de 2006. Quizá un 9%, frente al anterior 10,6%.

Las exportaciones se recuperaron en 2006, pero ¿cómo evolucionan sus precios?

El aumento del 10% es muy positivo, en el marco de una apreciación del euro. Además, hemos logrado una cierta recuperación de los precios de exportación, y vamos a ganar algo de cuota de mercado. Todo ello, en un marco difícil, con nuevas potencias emergentes y con las economías maduras derivando su actividad cada vez más a los servicios y menos a la industria, que ocupa el grueso de la balanza comercial.

El Gobierno está haciendo balance de los planes específicos de desarrollo de mercados. ¿Están satisfechos?

Ahora mismo estamos evaluando con las organizaciones empresariales los resultados de 2006, para elaborar instrumentos adicionales. En 2005 se realizaron más de 2.500 acciones promocionales relativas a 13.500 empresas, con una dotación de 440 millones de euros. Los resultados se verán más a medio y largo plazo, pero en los nueve países incluidos en los planes se ha registrado un incremento de exportaciones superior al global (12% frente a 4,6% en 2005, y 12% frente a 10% en 2006).

¿Hasta cuándo extenderán los programas y con qué dotación adicional?

Inicialmente estaban diseñados para el trienio 2005-2007. Pero iremos corriendo un año móvil, de forma que ahora estamos preparando los programas de 2007 a 2009. En este periodo, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio invertirá alrededor de 1.600 millones de euros en los planes. Entre 1.300 y 1.400 se destinarán a compromisos para financiación de proyectos, y, alrededor de 270 o 300, a la promoción del comercio, el turismo y la inversión.

¿A eso hay que añadir lo que aporten las empresas?

Así es. Por ejemplo, Cofides puede dar a una empresa un millón de euros, condicionados a que ésta ponga otro de capital. Si después se incluyen otros ocho millones de deuda, llegamos a que, poniendo nosotros sólo un millón, se puede apoyar un proyecto que llegue a 10. De esta forma, actuamos como lanzadera.

Este año se añadirán Turquía y Corea del Sur a los nueve países prioritarios. ¿Cuándo estarán en marcha sus planes?

Los borradores definitivos están hechos, y están pendientes de presentarse a las organizaciones empresariales para llegar al consenso antes de su puesta en ejecución. En Turquía, priorizaremos al principio el aspecto financiero; en Corea iremos más por la promoción, porque la presencia española es muy baja incluso para nuestros estándares en Asia.

¿Cómo está funcionando el programa de fomento de exportación en sectores de tecnología avanzada?

Es un programa de tres años de duración, dotado con 100 millones de euros. En el primero, se gastaron cerca de 30, lo que implica que, en la práctica, se han movilizado prácticamente el doble, dado que todas las actividades son cofinanciadas. Se busca promover sectores punteros (telecomunicaciones, control aéreo, desalinizadoras...), y apoyar la visión de España como país tecnológicamente avanzado. No buscamos sustituir la imagen actual, que tiene grandes virtudes, sino complementarla.

Usted ha sido protagonista en las negociaciones de la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio. ¿Cree que su reciente reanudación llegará a buen puerto?

En los últimos meses, y sobre todo a raíz de la cumbre de Davos, se ha consensuado la necesidad de relanzar la ronda. La última negociación se fue al traste en verano por la negativa de Estados Unidos a reducir sus apoyos internos a la agricultura. La oferta de la Unión Europea llegaba a reducir los aranceles un 40%, y la Comisión sugirió que, si los emergentes aceptaban abrir sus mercados y servicios y EE UU reducía sus subvenciones, la bajada se acercaría al 50%, similar a lo demandado por el G-20 países emergentes.

Hoy hay un cambio de actitud en EE UU, aunque hay que ser conscientes de que ahora su Gobierno no controla las Cámaras. Los demócratas son favorables al acuerdo, pero imponen condiciones para proteger la incidencia sobre el medio ambiente, el empleo y la economía de su país.

Entonces, ¿hay que ser optimistas?

Parece que hay la mejor voluntad para lograr un resultado, probablemente antes del verano. Para que la ronda tenga éxito, no debería perderse el momentum, aunque todo dependerá de la actitud de las Cámaras en Estados Unidos, que tienen que renovar al presidente George Bush su autorización para negociar. La posición de la UE es relativamente cómoda, porque los esfuerzos ya anunciados son bastante buenos.

'España debe optar por un turismo de calidad'

España volvió a batir en 2006 su récord de turistas recibidos, con 58,4 millones. La cifra supone un crecimiento del 4,5% respecto a 2005, contrarrestado por el crecimiento casi marginal del gasto medio por turista, que apenas creció un 0,3% en el mismo periodo.Sin embargo, Mejía considera que el indicador en el que hay que fijarse es el gasto medio diario por turista, que creció un 3%. A su juicio, el patrón de turismo en España está sufriendo cambios estructurales: 'las estancias se acortan aunque se repite más veces, porque las facilidades para viajar son mayores, y los gastos medios diarios varían mucho en función del origen de los visitantes'. Para que este último indicador crezca, Mejía asegura que 'estamos desarrollando el programa Premium', cuyo objetivo es identificar en los tres grandes mercados emisores (Reino Unido, Alemania y Francia) a los turistas que más gasto pueden hacer. 'Hay que cambiar la percepción del turismo en España, ya que las cosas no son baratas o caras si lo que recibes es de calidad. Ese es el objetivo que tenemos que perseguir', señala.En este sentido, el secretario de Estado apunta otro instrumento como el Fondo para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (Fomit), dotado con 100 millones de euros al año, para la renovación de las infraestructuras hoteleras. 'España es líder en turismo vacacional y no debe competir en niveles de precio bajo. Tiene que optar por una serie de productos de calidad buena. Si ese precio se ajusta a la calidad, entonces se podrá pedir un precio alto y obtener más ingresos', apunta.En su opinión, este punto es muy importante, ya que el turismo suele tener un fuerte superávit que sirve para compensar el déficit de las otras rúbricas de la balanza de pagos, especialmente el comercial. Sin embargo, España ingresó menos dinero por turismo en 2006. 'Los ingresos crecieron en 2004 y 2005 en torno al 20% o el 25%; en 2006, el crecimiento ha sido más lento, en torno al 10%, a lo que se ha unido un aumento mayor de los gastos, por el mayor nivel de vida de los españoles, que salen más al exterior'.

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