Cambio de clima en EE UU
El 6 de enero, los vecinos de Nueva York se dieron cita en los parques de la ciudad en mangas de camisa ¿La temperatura? 21 grados centígrados. The New York Times explicaba que la última vez que la nieve se retrasó tanto fue en 1878. El 4 de enero. El Times contaba que entonces el edificio más alto de la ciudad era la Iglesia de la Trinidad.
El récord se rompió la madrugada del viernes, y aunque la fina capa de nieve no resistió mucho las horas del sol, la repentina caída de temperaturas devolvió a la ciudad la sensación de estar en la estación que debía.
La anomalía climática se ha vivido en ambas costas del país y ha hecho reflexionar sobre el calentamiento global. La cuestión ha llegado a Washington. En la capital de un país que renunció al Protocolo de Kioto tan pronto como instaló a George Bush en el poder, hay un cambio de clima político y sensibilidad que debe mucho a la victoria demócrata.
En el Senado hay varias propuestas de ley que coinciden en la necesidad de establecer límites a las emisiones de dióxido de carbono y crear un sistema basado en los mercados para los derechos de emisión. La propuesta más importante es la del republicano John McCain y el independiente Joe Lieberman. El objeto es reducir el 66% de las emisiones del país en 2050. Barack Obama, el precandidato demócrata a la presidencia, se ha unido a ellos.
Nancy Pelosi, líder demócrata de la Cámara de los Representantes, va a crear un nuevo comité que centre su análisis en la independencia energética del país (que evite a EE UU estar a merced de naciones hostiles o inestables) y en el calentamiento global. Pelosi quiere elaborar, a partir del trabajo del comité, una legislación que se presente el 4 de julio para 'declarar nuestra independencia energética', dijo. A diferencia del Senado, en la Cámara Baja se ha debatido poco esta materia hasta ahora.
La creación de este comité es vista con cierto escepticismo por muchos congresistas, eso sí, no se puede negar que Pelosi se va soltando en el fino arte de los golpes de efecto que tan bien han servido antes (vacíos o no) a sus oponentes. Para añadir presión, líderes de la iglesia evangélica y científicos declararon el miércoles su intención de luchar juntos contra las causas del cambio climático. Una coalición tan atípica como este invierno de Nueva York.
La tormenta ha llegado a las puertas de la Casa Blanca y su portavoz adelantó que en el discurso del Estado de la Unión que el presidente pronunciará mañana habrá referencias al calentamiento global. El escéptico Bush ha cambiado algo. Este verano admitió que la intervención humana ampliaba el problema del clima y el año pasado dijo que EE UU era adicta al petróleo. Se espera que el presidente esté a años luz de las propuestas del Senado porque sigue teniendo alergia al límite obligatorio a las emisiones.
Hoy, en la víspera de este discurso, una coalición de 10 empresarios entre los que están los líderes de General Electric, BP, DuPont y Alcoa, presentará una serie de principios para inspirar a los legisladores en sus propuestas para reducir emisiones entre un 10% y un 30% en 15 años.
Este grupo reconoce que el cambio climático es importante, pero más lo es adelantar a un congreso demócrata y a las muchas legislaciones de distintos Estados, entre ellos California, que diseminen mapa regulatorio. Los empresarios quieren que la cuestión del clima esté en la agenda de Bush y no en la del próximo presidente.