La cara más solidaria del rally Dakar
África necesitaría un Dakar Solidario cada mes'. Nani Roma, el primer piloto español en ganar el Rally Dakar lo tiene claro. Pero, de momento, la colaboración que presta un grupo de españoles vinculados a la carrera se produce una vez al año, coincidiendo con el raid, y aglutinados en torno a la Fundación Dakar Solidario.
El promotor de la iniciativa es el doctor Xavier Mir, traumatólogo del Hospital Vall d'Hebron y de la clínica Dexeus. æpermil;l operó a Roma antes de que ganara el rally en 2004 y aceptó la invitación del piloto a acompañarle un año después a la carrera. 'Así que, la idea de la fundación surgió por casualidad. Ya que iba a África, tenía que hacer algo', explica el médico. Ese año recogió dos toneladas de medicamentos entre los compañeros del hospital.
La visita le permitió constatar sobre el terreno las necesidades de los países por los que pasa el Dakar y contactar con los posibles receptores de la ayuda. Para aglutinar todos estos esfuerzos y ganar en eficacia apostó por crear la Fundación Dakar Solidario. La organización está patrocinada por Repsol, Mitsubishi Motors, el Vall d'Hebron, la Dexeus y el Hospital Sant Pau de Barcelona. Entre sus vocales, el propio Nani Roma, Marc Coma o Jordi Arcarons.
Para Mir, el trabajo que desarrolla la fundación tiene dos grandes virtudes. Por un lado, se entrega exactamente lo que necesitan los hospitales que reciben la ayuda. Para ello, se aprovecha cada edición del rally para visitar lo centros médicos y preparar los envíos que se realizarán el año siguiente. Por otra parte, la ayuda llega íntegra, ya que aprovecha la estructura logística del Dakar y evita en parte los controles fronterizos que reducirían los cargamentos de material médico 'quizás a un 40%', señala el doctor.
En esta edición de 2007, que acaba el domingo, la caravana del Dakar Solidario (diez personas, dos camiones y dos coches de asistencia y un camión de avituallamiento) ha repartido 1.000 cajas de medicamentos y 50 aparatos médicos. Los destinatarios han sido siete centros: cinco en Mauritania y, por primera vez, dos en Senegal. Y el elemento estrella, cuatro aparatos de diálisis para el Hospital Nacional de Nouakchott, la capital mauritana. Hasta ahora, sólo había tres aparatos de este tipo en todo el país.
En todo caso, el centro que tiene una significación más singular para la caravana es el Hospital de la Fraternidad, situado en la localidad de Chinguetti, en pleno desierto del Adrar. Fue el primer hospital con el que contactó Mir y es el único creado y sostenido desde España. El responsable de la iniciativa es Alfonso Torres, un constructor murciano que, junto a su mujer Ana, puso en marcha el centro en abril de 2004. El amor de Torres por Mauritania nació hace 25 años, en un rally Madrid-Las Palmas-Nouakchott. Alfonso y Ana destinaron todo el dinero recogido en su boda a iniciar el hospital. 'Nos quedamos sorprendidos por las carencias de la zona y las condiciones en las que daban a luz las mujeres. Y lo que al principio parecía un sueño, empezamos a trabajar en serio y, casi sin ayuda de la Administración, lo hicimos realidad'.
Ahora, el Hospital de la Fraternidad es 'la Clínica Mayo de Mauritania', como describe gráficamente Xavier Mir. Con un aspecto similar al de un buen ambulatorio español, su gestión está ahora en manos de Orville Báez, un médico venezolano que lleva ya 18 meses en el lugar y cuya vinculación con el centro vence en mayo. 'Buscamos alguien que quiera venirse aquí', explica. Orville, que se especializó en salud pública y medicina humanitaria en Alicante y está al frente de un equipo de 15 trabajadores, que incluye una matrona y cuatro enfermeros locales, algunos de los cuales han recibido formación en España, como N'Gaide Mohammed, que ha estudiado en Almería. El objetivo es que la gestión pase a manos mauritanas a partir de 2009. Puntualmente, también cuentan con el apoyo de médicos españoles voluntarios, que trabajan por uno o dos meses.
El centro, que cuenta con laboratorio, rayos X y ecógrafo, atiende a unos 600 pacientes cada mes y tiene 12 camas, se ha convertido de facto en el hospital de referencia no sólo de Chinguetti (3.000 habitantes) sino de Atar, la capital de la región, que está a más de una hora de camino, y de poblaciones incluso más lejanas. 'Soy el médico del pueblo y aquí estoy de guardia 24 horas al día, todos los días del año', señala Báez. El hospital ha puesto en marcha un programa pionero para asistir a las madres en el parto y hasta que los niños tienen tres años. Y sus resultados son espléndidos: en el primer año de funcionamiento sólo atendieron a once embarazadas; ahora, dos años después, llegarán a los 200 partos.
Los problemas sanitarios de Chinguetti son los que sufre todo el país: meningitis, anemias, malnutrición parasitosis, diarreas o conjuntivitis crónica. Con una esperanza de vida de 53 años, en Mauritania sólo hay 14 médicos por cada 100.000 habitantes y la mortalidad infantil es del 183 por mil.
Frente a las críticas que despierta el rally (impacto ecológico, fomento de estructuras corruptas en los países implicados, derroche millonario de los equipos competidores ante poblaciones que sólo comen una vez al día, por ejemplo), Orville señala que el Dakar Solidario para ellos es 'como los Reyes Magos'. Una sensación que comparten muchos mauritanos. Javier Inclán, responsable de patrocinio deportivo de Repsol YPF, rechaza que la iniciativa sirva para lavar conciencias y deja claro que el proyecto de ayuda se mantendrá incluso cuando la compañía ya no participe en la carrera. 'A quienes critican, les invito que vengan a África y vean lo que hacemos', concluye.
La iniciativa de un alcalde singular
El responsable último de la puesta en marcha del hospital de Chinguetti es Mohamed Amara, el singular alcalde de la localidad. Un hombre activísimo, que se maneja perfectamente en castellano y que convenció a Alfonso Torres para construir el centro.Amara pretende devolver a Chinguetti algo del esplendor que tuvo en el siglo XVIII, cuando era clave en el comercio caravanero entre el norte de África y el África negra. Séptima ciudad santa para el Islam, es Patrimonio de la Humanidad y conserva una docena de bibliotecas con 1.300 manuscritos de diferentes materias, algunos de los siglos IX y X. Amara ha llegado a escribir, sin éxito, al Ministerio de Asuntos Exteriores español y a la fundación Legado Andalusí para promover una ruta cultural de los almorávides.Ahora, sus principales proyectos pasan por fomentar un turismo cultural que deje más dinero que el actual 'de caravana' y por impulsar la explotación y exportación de roca de la zona para crear empleo y evitar el despoblamiento de la localidad.