La dependencia cuesta 10.000 euros al año por discapacitado
La dependencia supone un coste anual de 10.400 euros por cada beneficiario, según el cálculo realizado por expertos de la Universidad de Barcelona. En el análisis se ha diferenciado por tramos de edad y grado de discapacidad. Por otro lado, el lunes se reunirá el Consejo Territorial de Dependencia para negociar los baremos necesarios para aplicar la Ley de Dependencia.
Diez mil euros anuales cuesta la dependencia de cada individuo mayor de 65 años que padece algún tipo de discapacidad en España. El cálculo ha sido realizado para la Fundación BBVA por el equipo de la Universidad de Barcelona que dirige la doctora Montserrat Guillén. Se trata de un estudio cuantitativo que analiza el envejecimiento y la dependencia desde una doble vertiente, demográfica y económica, y que entre otras cosas concluye que a partir de los 65 años, un tercio de los años de vida que restan a los españoles transcurre en dependencia.
Actualmente hay en España casi tres millones y medio de dependientes, de los que dos millones son mayores de 65 años y algo más de 800.000 ancianos que tienen una discapacidad total. La mayoría vive en Murcia, Andalucía, Extremadura y Castilla y León, y según este grupo de expertos cada uno gasta al año en servicios para atender su minusvalía entre 9.132,30 y 12.870,34 euros, dependiendo si se trata de una discapacidad moderada o de una discapacidad total. Pero estos costes no incluyen los gastos sanitarios y en el caso del uso de residencias, los servicios hoteleros.
El estudio ha extrapolado los datos al año 2010 y ha concluido que si la discapacidad se produce a partir de los 65 años y los cuidados requeridos son mixtos, es decir, incluyen el uso de residencias, centros de día y atención domiciliaria, el gasto para una persona que se costease su dependencia sin ayuda pública ascendería desde esa edad hasta su fallecimiento 57.438 euros para los hombres y 85.315 euros para las mujeres. Sin embargo, se reducirá a 11.237 euros para ellos y a 18.328 para ellas, si el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia financia totalmente la dependencia más grave y al menos el 30% de los costes de atención de las discapacidades moderada y severa.
La Universidad de Barcelona realiza un estudio sobre costes de la discapacidad
Aunque éste es el supuesto del estudio, los términos de la cofinanciación son ambiguos en la ley aprobada por el Congreso de los Diputados. El texto aprobado en diciembre de 2006 no fija el porcentaje de gasto que asumirán las administraciones públicas. Sólo se conocen declaraciones de Jesús Caldera, ministro de Trabajo, anunciando que el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia correrá aproximadamente con el 70% de los gastos anuales y el 30% restante será sufragado por los contribuyentes, variando el coste de las ayudas en función de la renta.
El equipo de expertos que han trabajado en este proyecto también analiza en varios apartados del informe el estado de discapacidad asociado a la edad. Para los hombres que alcanzan los 65 años, la esperanza de vida restante supera los 16 años, de los cuales un 29% transcurrirá en situación de dependencia. En el caso de las mujeres, la esperanza de vida a partir de los 65 años supera los 20 años, de los que un 38% serán en estado de discapacidad y el 16,82% en situación de gran dependencia.
Por otro lado, Caldera anunció que el próximo lunes se reunirá el Consejo Territorial de Dependencia, que agrupa al Gobierno y a las regiones, para estudiar los baremos necesarios para aplicar la Ley de Dependencia. El responsable de Trabajo confía en que estarán listos antes del 1 de abril y se podrán aplicar de inmediato.
Las mujeres viven más, pero peor
Los cuidados de larga duración asociados a la vejez tienen un coste superior en el caso de las mujeres que en caso de los hombres.Ellas son el principal colectivo de personas mayores que requieren atención. Presentan una mayor tasa de discapacidad, mayor proporción de discapacidades para realizar tareas habituales de la vida diaria y mayor número de años en situación de soledad, a menudo viudedad.Aunque, y comparando con los hombres, la gravedad de las discapacidades que padecen puede ser inferior, la elevada longevidad de las mujeres implica unas necesidades de cuidados, que siendo menos intensas, permanecen en el tiempo.Con todo, en términos absolutos y para todas las edades, tanto la esperanza de vida como la esperanza de vida libre de discapacidades es mayor para las mujeres que para los hombres. Igualmente, la esperanza de vida con discapacidad de todo tipo es mayor en las mujeres hasta edades avanzadas.A los 76 años se produce para las mujeres un punto de inflexión en el que la esperanza de vida que resta tiene mayor proporción de años con algún grado de dependencia que de años de vida activa o sin dificultas, en los hombres esta inflexión se producen a los 81 años.En el año 2010, una mujer de 65 años tendrá una esperanza de vida en salud de 15,11 años y de 5,51 años a partir de los 80.En el caso de los hombres, la esperanza de vida libre de discapacidad es de 13,07 años a los 65 años y se reduce a 5,37 años a partir de los 80.