La UE se decide por los acuerdos bilaterales con China, India y Corea
La UE decidió ayer aparcar la Ronda de Doha y volcarse a partir de ahora en tratados bilaterales para la liberalización del comercio mundial. India, Corea del Sur y el sureste asiático son los primeros objetivos. Y con China se buscará un acuerdo especial.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, reunidos ayer en Bruselas, acordaron impulsar 'una nueva generación de acuerdos bilaterales (...) que incluyan una ambiciosa liberalización del sector servicios y de la inversión'. Bruselas responde así a la reciente paralización de la llamada ronda de Doha, la inacabable negociación que en el marco de la Organización Mundial de Comercio aspira a un desarme arancelario multilateral.
La UE mantiene su apoyo a esa iniciativa. Pero la considera inviable por el momento a la vista del creciente proteccionismo de EE UU (que, según algunos analistas, pude verse reforzado con la reciente victoria electoral de los Demócratas) y de la resistencia de los países emergentes a asumir los dictados de las naciones industriales.
Bruselas observa con preocupación, además, que otros socios comerciales están aprovechando el parón de las negociaciones multilaterales para cerrar sus propios acuerdos bilaterales. 'EE UU con Corea del Sur, y los países del sureste asiático con Japón, por ejemplo', explica la CE.
La UE comenzará también a cultivar relaciones comerciales privilegiadas con aquellos países que ofrezcan un mayor potencial comercial y cuyo nivel actual de protección esté penalizando a las exportaciones europeas.
Con esos criterios, los ministros de Exteriores de Los 25 señalaron ayer a Corea del Sur, India y el ASEAN (Tailandia, Indonesia, Filipinas, Malaisia, Vietnam, Laos, Myanmar, Camboya, Singapur y Brunei) como los países idóneos 'para un próximo comienzo de las negociaciones'.
China, según el departamento de Comercio de la CE, que dirige el comisario Peter Mandelson, también cumple esos criterios, 'pero requiere una especial atención por los riesgos y oportunidades que representa'.
Los ministros también acordaron iniciar negociaciones con Rusia y Ucrania 'tan pronto como culminen su accesión a la OMC'.
La UE se propone, además, completar las negociaciones en marcha con los países del Mercosur.
Inquietud sindical
La ofensiva bilateral despierta inquietud en la Confederación Europea de Sindicatos. Su secretario general, John Monks, pidió ayer a la CE que 'ponga fin a la actual desvinculación entre la política comercial y las consideraciones sociales, medioambientales y de desarrollo'.
'No estamos en contra de los acuerdos bilaterales', señaló Monks, 'pero tenemos que discutir abiertamente el precio que están dispuestos a pagar los europeos por obtener la apertura de los mercados en países terceros.'
Los sindicatos apuntan a Corea del Sur como una de las pruebas de fuego del nuevo planteamiento. 'Sería inaceptable que la UE alcanzara un acuerdo bilateral con un país que ignora sus obligaciones internacionales en cuanto a los derechos de los trabajadores'.
A pesar de estas reticencias, los ministros apoyaron ayer las negociaciones. Y la estrategia se prevé duradera, porque la CE considera que la conclusión de la ronda de Doha no permitiría alcanzar unos objetivos de liberalización tan ambiciosos como los acuerdos bilaterales.
Polonia frena el inicio de la negociación con Rusia
Varsovia impidió ayer que los ministros de Exteriores de la UE aprobasen el mandato para que la Comisión Europea inicie las negociaciones de un nuevo acuerdo de cooperación con Rusia. El veto polaco pone en peligro el arranque de esas negociaciones, previsto para la cumbre UE-Rusia del próximo día 24. Los embajadores de Los 25 en Bruselas intentarán mañana miércoles desbloquear la situación.Las objeciones de Polonia obedecen a temas estratégicos, como la difícil relación energética con Rusia, y a roces coyunturales, como el reciente bloqueo de Moscú a las exportaciones de carne polaca.El actual Tratado con Rusia expira en diciembre de 2007, aunque prevé su renovación automática, si ninguna de las dos partes lo denuncia, por períodos anuales sucesivos.Pero la UE quería aprovechar su vencimiento para crear con una zona de libre cambio con su gigantesco vecino oriental. Para facilitar las negociaciones, Los 25 incluso renunciaron, tras la cumbre de Lahti con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, a exigir como condición previa para las negociaciones que Moscú ratifique la Carta Internacional de la Energía. Polonia se ha desmarcado ahora de ese aparente consenso.