La evolución del petróleo, de arma política a especulativa
El Brent marca un récord por encima de 75 dólares y su precio se duplica en año y medio, pero se descarta una crisis como en los setenta
El barril de crudo Brent, el que se utiliza de referencia para Europa, franqueó el viernes la barrera de los 75 dólares por primera vez en su historia. Aunque el precio se moderó al cierre, llegó a alcanzar 75,09 dólares, máximo histórico en términos nominales, que no reales. De hecho, para asomarse a los máximos de finales de los setenta y comienzos de los ochenta, sería necesario que el crudo se aproximara a niveles de 90 dólares. El petróleo atraviesa su quinto ejercicio consecutivo al alza. En lo que va de año, la subida es del 20% y en todo el periodo del 275%.
Hay datos, sin embargo, que pueden contribuir a la tranquilidad de consumidores e inversores: no estamos de vuelta a las crisis de los años setenta y ochenta, cuando fue necesario llegar a racionar el consumo de gasolina para los vehículos privados. Si entonces el factor determinante fue la tormenta política, ahora las fuerzas de mercado vienen dadas por el papel de fondos especuladores y, de forma muy notable, la potencia económica de Asia.
'La diferencia básica es que hoy no hay crisis energética y en los setenta sí que la hubo', subraya Deborah White, de Société Générale. 'En los últimos años, los bancos centrales de todo el mundo han sido extremadamente acomodaticios en su política monetaria y han alcanzado un éxito que no habían imaginado ni en sus mejores sueños. Se ha creado el mayor crecimiento económico de los últimos 25 años', continúa la experta. 'Uno de los efectos secundarios es la generación de una liquidez excesiva, que ha derivado en una carrera desbocada en los precios de todas las materias primas, incluido el petróleo', concluye White.
Occidente aprendió muy rápido la lección del ascenso del crudo. 'El uso de petróleo por cada 1.000 dólares de PIB ha descendido en términos globales de 1,4 barriles en 1970 a 0,85 un 40% menos en la actualidad', confirma Craig Pennington, analista de la gestora Schroders.
Si bien esta mayor eficiencia energética no es uniforme en todo el planeta. 'Asia usa mucha más energía que las economías desarrolladas para producir una unidad de PIB, dado que su economía está centrada en la actividad manufacturera, y en EE UU, el consumo promedio es superior en un 50% al de la UE, por causa sobre todo del uso de automóviles de mayor tamaño', puntualiza Fabrizio Quirighetti, de Oyster Funds. 'La dependencia energética ha cambiado', constata Sara Pérez-Frutos, de la gestora Eaton Vance. 'En los setenta, dos terceras partes de la energía consumida provenía del petróleo, cosa que ahora no pasa pues están las energías renovables, el gas y la energía nuclear', añade.
La historia del petróleo ha sido, ante todo, una historia eminentemente política. Algo que puede estar cambiando ahora. 'El precio de la crisis de los años setenta y ochenta no fue un precio de mercado, sino un precio provocado por la OPEP Organización de Países Exportadores de Petróleo', enfatiza Anton Brender, economista jefe de Dexia Asset Management. 'La situación concluyó en 1986 porque Arabia Saudí comprendió que si seguía restringiendo la oferta terminaría por no producir nada de nada. Hoy el mercado es completamente diferente, no sólo tiene una capacidad de absorción de los impactos mucho más poderosa, sino que además el precio del crudo no está más alto porque Arabia Saudí produce todo lo que puede'.
El control de la OPEP
Lo que no ha cambiado es el hecho de que la OPEP sigue teniendo hoy la llave del oro negro. El cartel, creado en Bagdad en 1960, tiene un producción superior a los 29,8 millones de barriles diarios, un 35% del suministro mundial, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La inmensa mayoría de las reservas de crudo conocidas están en el área OPEP (Arabia Saudí, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela) y sólo un país en el mundo, Arabia Saudí, tiene capacidad para colocar en un plazo de tiempo inferior a un mes una cantidad relevante de crudo en el mercado. Pero el margen es corto: entre 1,3 y 1,8 millones de barriles, insuficiente para cubrir posibles distorsiones de suministro de países problemáticos como Irán, Nigeria o Venezuela.
La escalada del crudo no ha tenido hasta ahora demasiadas consecuencias en la inflación global (el IPC de la zona euro está en el 2,5%, el mismo nivel que hace dos años). Buena parte de ello también se debe a factores que no son demasiado sostenibles en el tiempo. 'Mientras en los países de la OCDE la presión fiscal ha impulsado el ahorro energético, en muchos otros países se aplican subsidios en el precio minorista de los combustibles', explica Lawrence Eagles, de la AIE. Esta política ya está generando abultados déficit públicos en Asia, la región que representa un 38,8% del aumento mundial de consumo de crudo entre 2004 y 2006.
¿Una nueva fuente de tensión para el futuro? 'Principalmente se trata de un tema de conciencia, por parte de la población y de los Gobiernos, para uso más eficiente, junto con un impulso de las energías alternativas', concluye Federico Limpenny, de Citigroup Private Bank. Todas las previsiones apuntan a que la cotización del barril de crudo ha tardará años en normalizarse. La petrolera BP anticipa, por ejemplo, que el precio se mantendrá por encima de 40 dólares a medio plazo. La economía global ha demostrado una capacidad de resistencia insospechada. La cuestión es si esa fortaleza será duradera.
La resistencia de la renta variable
Contra lo que pueda parecer, la incidencia del crudo en las Bolsas ha sido casi residual en los últimos 30 años. 'Entre 1974 y 2005, la Bolsa y el petróleo han subido simultáneamente en un 60% de las ocasiones', advierte Miguel Forteza, de Citigroup.Este escaso impacto se pone de manifiesto al repasar las sacudidas políticas que jalonan la historia del barril. El 6 de octubre de 1973 comenzó la cuarta guerra árabe israelí, conocida como la guerra del Yom Kippur (entre los judíos) o del Ramadán (para los musulmanes), que desembocó en el uso del petróleo como arma política contra Occidente. El embargo decretado por los países árabes hizo que en enero de 1974, el petróleo subiera un 135%, 'la Bolsa americana bajó sólo un 1%', recuerda Forteza.'En agosto de 1986 cuando Irak atacó el puerto iraní de la isla de Sirri el crudo subía de nuevo un 30,38% y la Bolsa también lo hacía, un 7,12%', señala Forteza. La anexión de Kuwait por parte de Irak en agosto de 1990, precipitó un alza del 45,8% en el precio del crudo, la caída del mercado fue del 9,4%.El Brent se ha encarecido un 200% en dos años y medio; el Euro Stoxx ha subido casi un 100% en el mismo plazo de tiempo.