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Petróleo

El crudo marca nuevo máximo en 75 dólares

El barril de Brent llegó a cotizar el viernes a 75,09 dólares, superando el anterior récord registrado en Semana Santa. Las crisis de Irán y Corea del Norte, unidas al aumento de demanda de gasolina por la temporada estival, explican la enésima subida.

El precio del petróleo sigue rompiendo techos. El viernes, el barril de Brent llegó a cotizar en el mercado de Londres a 75,09 dólares, un precio nunca visto hasta ahora. El barril de West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos, también rozó máximos al pagarse a 75,78 dólares.

Las tensiones geopolíticas, centradas en la crisis nuclear iraní, se han unido al aumento de la demanda de gasolina de la temporada estival para llevar al crudo un paso más arriba. No muy lejos en el horizonte aparece ya el umbral de los 80 dólares, el máximo del barril alcanzado nunca en términos reales.

La temporada veraniega dispara todos los años la demanda de gasolina para automoción en Estados Unidos, y la actual no es la excepción: los inventarios de petróleo en EE UU acumulan dos semanas consecutivas de caídas, y no hay visos de recuperación inmediata. Más leña al fuego de una demanda de petróleo de por sí sobrecalentada.

La incorporación de nuevas potencias al consumo energético masivo (sobre todo, China) ha supuesto en los últimos años una presión de la demanda petrolera difícil de igualar desde el lado de la oferta. De hecho, el otro gran factor explicativo de la escalada del crudo es la inestabilidad geopolítica: al caos imperante en un gran país productor como es Irak se han ido uniendo crisis en otros como Nigeria o Rusia.

El último episodio, de momento, es el desarrollo de uranio enriquecido en Irán, cuyo gobierno duda del holocausto judío y que niega el derecho a existir del Estado de Israel. La comunidad internacional busca persuadir a Teherán para que ceje en un empeño que podría esconder la búsqueda de armamento atómico. Entre tanto, la posibilidad de sanciones económicas o incluso de un ataque armado están en el aire. Irán es el cuarto mayor exportador de petróleo del mundo, lo que explica que las tensiones actuales pongan nerviosos a los mercados.

Tampoco está ayudando la situación en Corea del Norte: el reciente lanzamiento de misiles ha puesto en alerta a Japón, que amenaza con sanciones si Pyonyang sigue con sus pruebas. Algunos analistas, como Hang King, broker de Lasalle Futures citado por Bloomberg, creen que la situación puede poner en peligro algunas líneas de abastecimiento petrolífero.

Así las cosas, la subida del precio del crudo se explica desde ambos lados de la balanza: el de la oferta y el de la demanda. La capacidad ociosa de extractoras y refinerías está en mínimos. La Organización de Países Exportadores de Petróleo, que extrae el 40% del crudo mundial, ha elevado su producción para, según afirman, contener la escalada de los precios. En junio creció n 0,6%, hasta los 29,82 millones de barriles diarios, cifra que se demuestra insuficiente para afrontar la demanda.

Con todo, los movimientos del precio no están exentos de un componente especulativo. A última hora del viernes, después de pasar el techo de los 75 dólares, el barril de Brent moderó su precio hasta el entorno de los 74.

El alza del crudo no detiene la economía mundial

La invasión de Irak por parte de la coalición liderada por Estados Unidos, en febrero de 2003, inició una etapa de inestabilidad política que, unida a las presiones de la demanda, han llevado el precio del crudo a triplicarse: desde 25 dólares por barril hasta los actuales 75 en poco más de tres años.Los techos de 50, 60, 70 y 75 dólares han ido cayendo irremisiblemente. Los récords se han sucedido, aunque los optimistas recordaban que, en términos reales, la cotización más alta se dio en 1979. La segunda crisis energética fue provocada, precisamente, desde Irán, cuando la revolución de los ayatolás revocó la monarquía del sha e instauró un régimen islamista. El récord en términos reales se situó entonces en los 80 dólares por barril, una barrera histórica que podría caer en las próximas semanas.En los tres años transcurridos en esta tercera crisis petrolera, las autoridades económicas mundiales han señalado la subida del crudo como uno de los mayores riesgos para el crecimiento. Desde el Fondo Monetario Internacional hasta la Comisión Europea, pasando por la Reserva Federal estadounidense o el Banco Central Europeo, los análisis han alertado sobre su posible impacto en la economía y los precios. De momento, las tensiones inflacionistas no son dramáticas, puesto que no se han producido los temidos efectos de segunda ronda (espiral precios-salarios, y traslación de la subida del crudo a la inflación general). En cuanto al Producto Interior Bruto, estos tres años han visto cómo Japón salía de la crisis una década después, Estados Unidos mantenía un crecimiento por encima del 3%, y la Unión Europea despertaba de su letargo. El PIB mundial agregado sigue avanzando a tasas de más del 4%. La economía, de momento, resiste los embates del crudo.

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