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Fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Incertidumbre en Bolsas

Los fondos de renta variable global han sufrido la corrección bursátil del último mes

Los partícipes de fondos de perfil más agresivo y los inversores en Bolsa en general se encontraron con que la desenfrenada carrera de los primeros meses de este año, hacia los máximos bursátiles históricos de primeros del año 2000, sufrió una brusca detención el pasado 10 de mayo. Tras unas caídas iniciales no vistas (al menos en los índices europeos) durante el último periodo alcista, iniciado en la primavera del 2003, hemos asistido a unas semanas de cierta indefinición. La incertidumbre por tanto se ha instalado tanto en inversores en general como en los propios profesionales, aunque el último par de sesiones bursátiles apuntan a que el rebote que muchos estaban esperando puede producirse.

No obstante, incluso en el supuesto de que estemos en los albores de un rebote con cierto recorrido, que nos lleve de nuevo o incluso supere ligeramente los niveles de primeros de mayo, no esta claro que la tendencia alcista de fondo pueda tener continuidad por mucho más tiempo. Los analistas en general siguen siendo positivos con respecto a la Bolsa y la mayoría siguen sobreponderando la renta variable en sus carteras. Así, la última encuesta de distribución de activos de Lipper y Reuters entre gestores españoles de fondos de inversión, muestra como todavía el 57% de los encuestados se encuentra sobre ponderado en renta variable, aunque ello supone una ligera reducción desde el 64% de finales de mayo. Por el contrario, sólo un 14% se encuentra infraponderado en estos momentos aunque ello supone también una ligera subida con respecto al 7% del mes anterior.

Sin embargo, existe un historial de excesivo optimismo entre los miembros del mercado y no sería la primera vez que no son capaces de anticipar cambios de tendencia y fases bajistas. Son bastantes los que defienden que los datos macro y corporativos en estos momentos siguen siendo positivos en general y no hay indicaciones evidentes de un posible cambio de tendencia pero es que, en realidad, nunca ha sido de forma diferente. El problema es que cuando los datos económicos y de resultados empresariales son malos los índices ya están bien entrados en el medio de la caída si no en su final.

Lo que sí parece claro en esta ocasión es que no hay una burbuja bursátil en el sentido de valoraciones descabelladas como a finales de la década de los noventa. Sin embargo, los tipos de interés han estado inusualmente bajos por un largo periodo de tiempo y esto sí parece haber creado un exceso de liquidez y de sobrevaloración de los activos inmobiliarios. El temor fundado es que los principales bancos centrales y en especial la Reserva Federal estadounidense (Fed) suban los tipos demasiado y terminen ahogando la demanda y con ello el crecimiento económico.

Recientemente, el prestigioso banco de inversión JPMorgan estimaba que la posibilidad de una recesión en los Estados Unidos el año próximo es de un tercio, por lo que las posibilidades de que la economía siga creciendo serían de dos tercios. Es seguro que una recesión en los Estados Unidos arrastraría la economía global, los beneficios empresariales de los próximos años serían rebajados drásticamente y se llevaría a los índices bursátiles por delante. En realidad, tampoco es necesaria una recesión en toda regla (más de dos trimestres de crecimientos negativos) para que viéramos un cambio de tendencia, ya que una ralentización seria con algún trimestre en negativo sería suficiente.

En la hipótesis de que lo arriba mencionado se hiciera realidad, no es improbable que los índices principales de referencia tocaran niveles un 20% a 25% por debajo de los actuales en algún momento de los dos próximos años. En caso de alinearse con esta visión, el inversor debería reducir el porcentaje de renta variable en su cartera y para la parte en Bolsa moverse hacia valores más defensivos y no cíclicos que aguantan mejor las bajadas.

En el caso de los fondos, los de estilo valor y large cap o grandes compañías se suelen comportar mejor en este escenario que los de estilo crecimiento y pequeñas compañías. Otro de los consejos útiles es que se deben evitar los mercados de mayor riesgo como los emergentes y concentrarse en los más maduros y desarrollados como el norteamericano o los europeo, principales. Finalmente, fondos de Bolsa sectoriales como servicios públicos, bienes no cíclicos o industrias básicas pueden comportarse mejor, aunque el concentrarse en un solo sector siempre supone más riesgo.

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