El déficit comercial sube un 20%, aunque mejora la exportación
La notable mejoría de las exportaciones en el primer tercio del año (un 12,2% de avance interanual) no ha sido suficiente para detener el deterioro comercial español. El déficit suma ya 28.000 millones, un 20% más, a causa del tirón de las importaciones.
El déficit comercial español no cede, ni siquiera después de la deseada recuperación de las exportaciones. Las ventas al extranjero registraron en el arranque del año unas cifras esperanzadoras: sumaron un valor de 55.356 millones de euros, después de crecer un 12,2% respecto al año anterior, según los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El incremento es significativo, sobre todo si se compara con el exiguo 5% nominal (es decir, apenas un 1% en términos reales) del último trimestre de 2005. Sin embargo, esa buena noticia no basta para mitigar el desequilibrio comercial, que sumó hasta abril 28.000 millones, un 20% más que en el mismo periodo del año anterior.
El motivo hay que buscarlo en el imparable ascenso de las importaciones: 83.356 millones de euros entre enero y abril, con un crecimiento interanual del 14,7%. La fortaleza de la demanda interna, unida a la limitada competitividad de ciertos productos nacionales respecto a otros extranjeros (sobre todo, los relacionados con la inversión en bienes de equipo) llevan a un ritmo difícilmente superable por el de las exportaciones. La tasa de cobertura (relación entre exportaciones e importaciones) quedó en el primer tercio del año en el 66,4%, un punto y medio menos que un año antes. Eso significa que, por cada dos euros de mercancías que las empresas españolas venden en el exterior, los españoles compran tres en el extranjero.
La parte del león del déficit comercial español sigue causada por Alemania: el gigante exportador vendió a España por valor de 12.032 millones de euros hasta abril, prácticamente el doble de lo que le compró, con lo que ese país por sí sólo supone casi 6.000 millones de déficit. Pero, de cara al futuro, el país que supone cada vez más dolores de cabeza a las autoridades españolas en el ámbito comercial es China: España importó casi 4.000 millones de euros desde ese país en el primer tercio del año, y apenas exportó 530 millones. El resultado es un déficit de 3.420 millones de euros, el segundo mayor tras Alemania.
Desde el punto de vista sectorial, la rúbrica que más incide en el déficit es la de productos energéticos: el fuerte aumento de cotización del petróleo y el gas en los mercados internacionales han llevado a encarecimientos del 47% y el 55%, respectivamente. El saldo deficitario de España en materia energética alcanzó hasta abril los 10.758 millones de euros.
A cierta distancia la siguen los bienes de equipo, con un déficit de 7.365 millones de euros. El motivo, en este caso, es la fortaleza de la inversión productiva en España, que crece a ritmos que rondan el 8%. Aunque las ventas al exterior no son desdeñables (11.752 millones), la competitividad de la maquinaria extranjera llevó las importaciones hasta los 19.117 millones. La única rúbrica donde España tiene superávit es la de alimentación, con 1.049 millones. Sin embargo, en este apartado las importaciones crecen más rápido que las ventas (7,5% frente 2,5%).
La inversión extranjera en inmuebles cae un 10,2%
El primer trimestre del año registró un nuevo retroceso en la inversión de extranjeros no residentes en inmuebles españoles, informa Europa Press. Según el Banco de España, entre enero y marzo este capítulo ascendió a 1.115 millones de euros, un 10,2% menos que en el mismo periodo del año anterior. Este retroceso sigue la línea iniciada en 2004 y continuada el año pasado, con caídas del 6% y del 16,7%, respectivamente. El aumento de los precios en los últimos años puede estar detrás de este creciente desinterés de los extranjeros a la hora de valorar los inmuebles españoles como inversión o segunda residencia. Paradójicamente, el alto volumen de dicha inversión en años precedentes (en 2003 suponía un 0,91% del Producto Interior Bruto) es uno de los factores que explican el aumento del precio de la vivienda en España.