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CincoSentidos

Alerta: déficit de científicos

España necesita 50.000 nuevos investigadores si quiere salir del furgón de cola de la innovación tecnológica

La primera cifra impresiona: la producción de publicaciones científicas ha crecido un 600% en España en los últimos 25 años, según los datos del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), que ayer presentó el informe sobre publicaciones científicas de difusión internacional (1981-2003). La fuente de los datos es Thomson ISI (Instituto de Indicadores de Ciencia de la Universidad de Filadelfia), que constituye la referencia mundial.

El ritmo de aumento de las publicaciones españolas es 7,14 veces superior al promedio mundial y 10,9 veces al de EE UU, que también es la primera potencia mundial en asuntos científicos. La contribución de España a la producción científica mundial pasó del 0,8% en 1981 al 3,02% en 2003. Pero debajo de estos números tan positivos subyacen carencias que sitúan a España como el antepenúltimo país de la UE-15 en impacto internacional de sus investigaciones. Por detrás sólo están Grecia y Portugal. 'Los recursos que tenemos no son suficientes', advirtió el presidente del CSIC, Carlos Martínez Alonso. 'Si queremos crear una verdadera economía del conocimiento necesitamos de 50.000 a 60.000 nuevos científicos de aquí a 2010', concluyó Alonso. Avisadas quedan las autoridades.

La fórmula del responsable de la institución científica para alcanzar este número de científicos se apoya en tres pilares, a cada cual más ambicioso: crear una carrera científica y técnica 'que haga verdaderamente atractiva la investigación', abrir el mercado de investigación a todos los investigadores, 'independientemente de su nacionalidad' y, por último, una financiación 'continuada'. Alonso celebró la mejora de la situación en las últimos tres años, en los que se ha incrementado el presupuesto público para I+D en al menos un 25%, pero el punto de partida es muy bajo.

'Tenemos unos científicos que saben utilizar muy bien sus recursos, pero estamos muy por debajo de nuestros competidores'. Para hacerse una idea, el dinero por investigador destinado al CSIC es seis veces inferior al de su homólogo francés, CNRS, o la tercera parte del de la institución alemana Max Planck.

El problema de España es que por producción de investigaciones científicas es ya la décima potencia del mundo, pero el impacto global que tienen estas publicaciones es muy inferior. 'En términos de patentes, estamos mal, a la cola de Europa, con Grecia y Portugal', admitió Alonso. 'En los últimos 20 años, el peso de las publicaciones españolas en el ámbito internacional se ha multiplicado por 10. Pero ha sido gracias al voluntarismo de la comunidad científica, porque no hemos contado con recursos suficientes', remarcó.

El CSIC pone, como ejemplo paradigmático, la comparación con Canadá. Con 10 millones menos de habitantes, el PIB de Canadá es prácticamente igual al español, pero su contribución científica es muy superior: representa el 4,5% de la producción mundial de investigaciones divulgadas en el ámbito internacional y el número de investigadores por cada 1.000 habitantes está más de un 30% por encima del de España. 'La clave está en que Canadá invierte en I+D un equivalente al 2% del PIB, el doble que España', puntualizó el presidente del CSIC, que insistió en la necesidad de que España duplique su gasto.

Dentro de un mes se cumplirá el primer aniversario del plan Ingenio 2010, impulsado por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero. El objetivo es acercarse a los criterios de la sociedad del conocimiento aprobados en la agenda de Lisboa (año 2000). La meta es que dentro de cuatro el gasto en I+D represente el 2% del PIB y que la contribución del sector privado sea del 55%. En Lisboa, las aspiraciones eran de una inversión equivalente al 3% del PIB y que la implicación privada alcanzara el 65%.

Suspenso a los economistas

Los estudios económicos españoles no tienen un impacto decisivo en la divulgación mundial. La importancia de un documento se mide por el número de veces que es citado en otras publicaciones. Como este número puede variar mucho según las materias, ya que hay más revistas especializadas en unas disciplinas que en otras, los investigadores del CSIC han tomado una base relativa global, estableciéndola como 1. El impacto se mide en mayor o menor desviación respecto al 1. El resultado es que en la materia de economía el impacto de las publicaciones españolas es de -33, esto significa que la desviación está un 33% por debajo del promedio.Sólo la aportación en psicología y psiquiatría tiene una relevancia inferior, ya que la desviación negativa sobre la media mundial es del 40% en ese caso. Nada que ver con la preponderancia en materias como la física, donde el impacto supera en un 19% la media mundial. La investigación española también es puntera en ciencias agrarias (7%) e ingeniería (5%).La disciplina con más publicaciones en el ámbito global es la medicina clínica. Tampoco hay las notas son buenas: España está un 5% por debajo de la referencia general.En términos generales, el impacto relativo está un 7% por debajo del promedio general y un 13% inferior a la de la UE. Aún así, lo logrado por España tiene un mérito enorme, no sólo por la falta de medios, sino porque hace 20 años el peso del país en la investigación científica mundial era prácticamente nulo. El informe completo se puede consultar en www.csic.es.

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