Los 25 y EE UU sellan una alianza energética frente a los productores de gas y petróleo
El presidente de turno de la UE, el canciller austriaco Wolfgan Schussel, y el presidente de EE UU, George W. Bush, sellaron ayer en Viena un acuerdo para coordinar sus posiciones geoestratégicas en los mercados mundiales energéticos.
Los dos bloques, que consumen el 40% de la energía producida en todo el planeta, quieren hacer valer su condición de clientes solventes frente a unos países productores que se sienten cada vez más tentados por mercados emergentes como China o India. Tanto Bruselas como Washington se han esforzado en impedir que la alianza geoestratégica levante resquemores en países como Rusia. 'Nuestro acuerdo no es contra nadie', enfatizó ayer en Viena el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Pero el pacto llega sólo seis meses después de que Moscú haya dejado claro su intención de utilizar sus enormes recursos energéticos como arma diplomática. La declaración conjunta firmada ayer por Bush y Schussel reconoce que 'estamos preocupados por algunos de los recientes acontecimientos en Rusia y en la región, y trabajaremos para promover la seguridad energética'. Y el texto menciona expresamente a Ucrania, el país que sufrió el corte del gas ruso la pasada Navidad, como uno de los lugares donde la UE y EE UU contribuirán al mantenimiento de la infraestructura de transporte 'para garantizar el suministro ininterrumpido'.
La alianza recuerda a los países productores, aunque sin nombrar a ninguno en concreto, sus obligaciones internacionales de garantizar un mercado estable y con garantías de suministro. Las dos partes se comprometen también a diversificar las fuentes de energía y las rutas de suministro, 'en especial en la región del Caspio, Oriente Medio, África continental y América Latina'. 'Tanto la Unión como EE UU tienen por delante un reto en el campo energético', justifica la Comisión Europea. Y apunta como uno de los riesgos actuales el hecho de que 'está aumentando la dependencia de las importaciones procedentes de regiones inestables'. Bruselas calcula que el consumo mundial de energía 'va a aumentar más de un 50% hasta 2030, con India y China como actores clave'. La competencia internacional por los recursos disponibles se augura, encarnizada.