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Coyuntura

Rato avisa del elevado riesgo de freno en la economía mundial

Los riesgos a los que se enfrenta la economía mundial se han incrementado y esa preocupación por el alza del petróleo, la inflación y los desequilibrios mundiales se está reflejando ya en los mercados financieros. Este es el diagnóstico presentado ayer por el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato.

En un discurso pronunciado ayer en el Club Nacional de Prensa de Camberra (Australia), el responsable de esta institución mantuvo una cierta confianza en que la economía global crezca a un ritmo cercano al 5% en 2006. Sin embargo, Rato no dejó de recalcar que espera 'una modesta corrección de los incrementos de los precios de los activos', y subrayó que los inversores están empezando a desarrollar ya una aversión al riesgo 'al recalcular las perspectivas de liquidez, inflación y crecimiento' para los próximos meses.

Sus palabras se vieron corroboradas poco después por los parqués de todo el mundo en los que se registraron pérdidas mientras los inversores abandonaban posiciones 'arriesgadas' (acciones, mercados emergentes, materias primas y metales) para refugiarse en la seguridad de los bonos del Tesoro.

Con un escenario en el que las expectativas pasan por una subida de la inflación y, por tanto, de los tipos de interés que reduzcan la liquidez y el crecimiento, Rato explicó que la labor de los bancos centrales se ha complicado mucho e insistió en que sería bueno que los Gobiernos les facilitaran la labor reduciendo los riesgos a los que se enfrenta la economía mundial.

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de subir sus tipos al 2,75% en la zona euro y la Reserva Federal de EE UU los subirá, previsiblemente, por 17 vez consecutiva el día 29 para dejarlos en el 5,25%. Estos riesgos, enumeró Rato, llegan por el más elevado y volátil precio del petróleo que va a convertirse en un freno al crecimiento; el 'pequeño pero serio riesgo de una pandemia de gripe aviar'; y el que más atención requiere, los desequilibrios globales en las balanzas de pagos, cuyo ejemplo más obvio y preocupante es el déficit por cuenta corriente de Estados Unidos.

El director gerente explicó que EE UU depende de los ahorros y los superávit de otros países, fundamentalmente Asia y los productores de petróleo, para cubrir un agujero en su cuenta corriente que es equivalente al 6,5% de su PIB en 2006. El agravante es que, además, la primera economía del mundo tiene un elevado déficit presupuestario y aunque el Gobierno de George Bush se ha comprometido a reducirlo, en el FMI se considera que sus objetivos son poco ambiciosos. 'Este desequilibrio no es sostenible', explicó. Los consumidores americanos no pueden mantener la demanda en el resto del mundo indefinidamente ni el resto de los países puede financiarla.

Consultas multilaterales

Rato, que desde el Fondo ha lanzado una iniciativa de consultas multilaterales para tratar de reducir estos desequilibrios, asegura que aunque hay consenso de que hay que hacer algo, 'de momento, éste no se ha reflejado en ninguna acción'.

El peligro es que el ajuste se produzca de una forma desordenada que provoque el pánico en los mercados, una fuerte caída del dólar y, a la postre, una recesión.

Las consultas multilaterales en las que trabaja el FMI desde que ésta iniciativa obtuviera el respaldo del G7 en abril, se van a centrar este año en los desequilibrios de pagos internacionales.

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