_
_
_
_
_
El ecuador de la legislatura

Vigor económico y estabilidad fiscal con alta inflación

Los dos primeros años de la Legislatura se han caracterizado por la continuidad de un periodo de prosperidad económica al que el Gobierno ha contribuido con la estabilidad en las finanzas públicas.

Desde abril de 2004 se han creado 1,7 millones de empleos y la tasa de paro ha caído casi tres puntos, llegando a sólo el 8,7% de la población activa, por debajo incluso que el desempleo medio comunitario. La extensa creación de empleo se ha fundamentado, sobre todo, en el vigor de una economía impulsada por la demanda interna. El PIB ha ido acelerándose de forma lenta pero sostenida, desde una tasa de crecimiento ya de por sí elevada (3% a comienzos de 2004) hasta llegar al 3,5% a finales de 2005.

La creación de empleo se ha visto impulsada también por el proceso extraordinario de regulación de inmigrantes (casi medio millón) llevado a cabo por el Gobierno el pasado año y que ha ampliado los colectivos de cotizantes a la Seguridad Social (el número de afiliados supera los 18 millones).

Empleo y PIB son las mejores credenciales de la política económica del Gobierno. Al otro lado figuran la inflación y el déficit exterior

La sanidad, la inmigración y una educación de mayor calidad presionan sobre los presupuestos

Los expertos reclaman nuevos cambios en el mercado laboral para agilizar la creación de empleo y mejorar la competitividad

Ante esta bonanza económica, el Gobierno ha preferido centrarse primero en proyectos normativos de marcado carácter social (igualdad de género, pensiones mínimas y educación) y dejar para la segunda parte de la legislatura reformas económicas de calado, como la fiscal.

IRPF y Sociedades

No obstante, la reforma del IRPF y la del impuesto de Sociedades que se aplicarán a partir de 2007, ya están aprobadas por el Consejo de Ministros y en espera del trámite parlamentario de enmiendas. Estas dos reformas suponen una rebaja fiscal para contribuyentes y empresas que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, cifra en torno a 4.000 millones de euros y que la patronal CEOE critica por ir acompañadas de la eliminación de gran parte de las deducciones actuales a las empresas.

En el caso del IRPF, la rebaja media prevista es del 6%. El tipo marginal máximo se recorta del 45% al 43% y se amplían las deducciones por hijos y ascendientes y por rentas del trabajo. En el ahorro, se agrupa la tributación de todos los instrumentos que hay en el mercado bajo un único tipo de gravamen (del 18%). En ahorro previsión, se limitan las aportaciones máximas a planes de pensiones y se incentiva únicamente el rescate de las mismas en forma de renta vitalicia.

La rebaja del impuesto de Sociedades (recorte de cinco puntos en el tipo general y el especial para pymes) se hará de forma gradual, en cinco años (hasta 2011) aspecto que ha sido criticado por expertos fiscalistas y la propia CEOE, por su 'excesiva gradualidad'. El vicepresidente Solbes justifica esta gradualidad en las reformas tributarias para garantizar que el ahorro que obtendrán los contribuyentes con la mismas no suponga a la vez un varapalo a las arcas del Estado (el fisco ingresa menos).

Con todo, y a pesar de que la reforma fiscal diseñada por Hacienda es mucho menos ambiciosa de lo previsto en un principio (algunos miembros del Gobierno querían fijar un tipo único de gravamen para todo el IRPF), el Ejecutivo confía en que sirva para impulsar el crecimiento de la economía sin desviarse de la senda de la consolidación presupuestaria.

Este último punto es vital para Solbes. Su ministerio ha dado prioridad desde el primer momento a que el aumento del gasto público se mantenga en torno al del PIB nominal, sin superarlo ampliamente. Así lo ha mantenido en los dos Presupuestos Generales del Estado que ha elaborado y en el que ahora toca diseñar para 2007.

Hacia el superávit fiscal

Esta política de control presupuestario ha permitido ya en 2005 conseguir el primer superávit fiscal de la democracia en el conjunto de las administraciones públicas (1,1% del PIB) y recortar seis puntos el ratio de deuda pública, hasta el 43% del PIB. El Gobierno quiere mantener este superávit mientras el crecimiento del PIB se mantenga vigoroso como hasta ahora. No obstante, la nueva ley de Estabilidad Presupuestaria (reforma de una norma que aprobó el PP en la anterior legislatura), prevé una mayor flexibilidad para los casos en que el crecimiento no sea vigoroso. De hecho, permitirá ligeros déficits a comunidades y municipios en caso de que se desacelere la economía o se necesiten mayores inversiones para garantizar su crecimiento.

Competitividad e inflación

Si el gasto público se ha mantenido a raya en los dos últimos años no se puede decir lo mismo de la inflación. Las fuertes tensiones de los precios (el IPC se encuentra ahora en el 3,9%, casi el doble de lo previsto por el Gobierno), unidas a un patrón de crecimiento demasiado escorado hacia el consumo interno han llevado al Gobierno a aprobar medidas de 'dinamización' de la economía, en busca de un cambio en patrón productivo en el que primen los bienes y servicios con un alto valor añadido.

En marzo de 2005 el Ejecutivo presentó la intención de sacar adelante 224 medidas (centradas en la liberalización del sector energético y telecomunicaciones, servicios de transporte y postales, defensa de la competencia y vivienda protegida). Un año más tarde se han aprobado ya el 85%, aunque Solbes reconoce que deberá pasar más tiempo para que surtan efecto. Ligado a estas medidas se encuentra la aprobación de nueve planes-país para impulsar las inversiones y el comercio con las economías que se consideran prioritarias para España. China, Japón, Brasil y otros emergentes se encuentran en esa lista, en un intento de recortar el abultado déficit comercial español que en 2005 registró un récord histórico (por encima del 7% del PIB). Se exporta poco porque se pierde competitividad fuera y se importa mucho debido al vigor de la demanda interna y a la pérdida de competitividad interna. Un círculo vicioso difícil de corregir.

En enero de este año el Gobierno aprobó también un plan de fomento empresarial, dotado con 8.000 millones de euros a invertir en los próximos cinco años para dinamizar la creación y desarrollo de empresas. Aparte de bonificaciones a mujeres jóvenes por crear empleo, se amplían las líneas del Instituto de Crédito Oficial para préstamos empresariales en condiciones preferenciales.

Reforma laboral

Pero si algo se ha hecho de rogar es la negociación entre sindicatos y patronal para la reforma laboral. A punto de llegar a un acuerdo en los próximos días, tras largos meses de diálogo, el Gobierno es consciente de que este acuerdo será de menor calado del que había previsto en un principio para dinamizar la economía. El pacto incluirá una ampliación del uso del contrato con indemnización por despido de 33 días, el aumento del periodo de cobro de las bonificaciones al empleo fijo, rebajas de cotizaciones y limitaciones a la contratación laboral.

La intención del Gobierno es firmar junto con la laboral, la reforma de las pensiones. Los cambios en la Seguridad Social incentivarán la prolongación de la vida laboral y endurecerán de forma progresiva el acceso a la jubilación parcial. También prevé una reforma en dos fases de la pensión de viudedad, que se hará incompatible con determinadas rentas para los nacidos a partir de 1967.. No obstante, sigue pendiente una reforma profunda de la Seguridad Social para aliviar los problemas financieros que llegarán en quince años.

Por otro lado, Trabajo está a punto de presentar en Consejo de Ministros la ley de Dependencia, que garantiza la prestación de servicios para los que no se pueden valer por sí mismos. El sistema deberá dotarse de suficientes recursos. Esta suficiencia también la buscan las CC AA, que están pendientes mejoras en la financiación autonómica.

Lo que queda.Reforma medioambiental y pensiones

 

Fiscalidad ecológica. Es la tercera pata de la reforma tributaria prevista para la legislatura, además de la del IRPF y la del impuesto de sociedades, que entrarán en vigor en 2007. El próximo otoño, el Gobierno sacará adelante un texto normativo, una reforma fiscal verde, sobre el principio de 'quien contamina paga'. Hacienda estudia la actualización al alza de impuestos y la creación de nuevas tasas, entre otros objetivos, para asumir los compromisos del protocolo de Kioto, y penalizar el despilfarro en el consumo (agua, sobre todo).

Plan de dinamización. Está pendiente el desarrollo de las últimas medidas aprobadas en el plan de dinamización de la economía. Entre ellas figura la reducción de aranceles y comisiones bancarias para el cambio de modelo de hipotecas (de variable a mixto o fijo), en un entorno de alza de tipos de interés. También, el impulso de las llamadas hipotecas inversas, por las que una persona mayor se asegura el cobro de una renta vitalicia a cambio de entregar su vivienda en propiedad a una entidad financiera después del fallecimiento.

Liberalización. Se seguirá acelerando el calendario para lograr la apertura definitiva de nuevos mercados, como el ferroviario. En el energético, se introducirá mayor competencia con medidas como la limitación de la participación de operadores en el capital de Enagás. Se crearán bancos públicos de agua y se reformarán las confederaciones hidrográficas.

Pensiones. A pesar de los leves cambios en el sistema de pensiones que ha logrado consensuar el Gobierrno con empresarios y sindicatos, queda pendiente una reforma más en profundidad de la Seguridad Social. Esta reforma de más calado deberá contener medidas que supongan un mayor ahorro para el sistema de pensiones. Estos cambios serán necesarios para sostener la viabilidad de la Seguridad Social que, si no se remedia, entrará en números rojos dentro de quince años. No obstante, para adoptar medias de ahorro, como el aumento del número de años que se tienen en cuenta para calcular la pensión, será necesario un elevado grado de consenso y, probablemente, otra revisión del Pacto de Toledo.

Dependencia. A punto de aprobarse el proyecto de ley por el Consejo de Ministros, en los próximos dos años deberá iniciarse la puesta en marcha del Sistema Nacional de Atención a Personas Dependientes, un largo proceso que durará hasta el año 2015.

Infraestructuras. El Ministerio de Fomento iniciará en las próximas semanas las conversaciones con el sector privado para acordar las fórmulas de apoyo financiero al Plan de Infraestructuras Terrestres.

Financiación. Gobierno y comunidades se sentarán a final de año para pactar un nuevo modelo de financiación autonómica y lograr también mayores recursos para los municipios.

Relevo institucional. El Gobierno tiene pendiente el relevo en algunos organismos económicos importantes. El más próximo es la sustitución en julio del gobernador del Banco de España. En marzo ocupó una plaza de consejero en el banco central el ex secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que se perfila como el candidato del Ejecutivo.

Las empresas se refuerzan en el exterior

Los dos años de Gobierno socialista han coincidido con un repunte de las operaciones corporativas y con un significativo impulso a la compra de empresas en el exterior.En el momento de desembarcar en el poder, el nuevo Ejecutivo fue prudente y señaló que no era su intención intervenir en la gestión de las empresas privatizadas. El único cambio en este tipo de empresas llevado a la práctica fue el relevo en Repsol que llevó a Antoni Brufau a la presidencia del primer grupo petrolero español, en sustitución de Alfonso Cortina. Otras grandes compañías que antaño dependían del Gobierno y cuyos presidentes habían sido nombrados por el PP, se mantuvieron sin cambios. César Alierta en Telefónica, Manuel Pizarro en Endesa o Fernando Conte en Iberia siguen al frente de compañías ahora totalmente privadas.Pero la llegada de Brufau fue interpretada como una compensación a La Caixa, primer accionista de la petrolera y claro aliado del ejecutivo en materia económica.

ENERGÍA.La actuación del Gobierno marca el desarrollo del sector

Donde se está registrando una clara intervención por parte del Gobierno es en el sector energético. Ha puesto en marcha iniciativas legislativas defensivas ante la aparición de una opa presentada por la alemana Eon por Endesa, competidora de la oferta inicial de Gas Natural. La opa hostil que Gas Natural lanzó sobre Endesa el 5 de septiembre de 2005 respondía, en parte, al modelo del Gobierno de crear un campeón nacional en el sector. Pero la forma de afrontar esa operación no parece, de momento, estar dando los resultados apetecidos.La apuesta del ministerio que dirige José Montilla se ha encontrado con múltiples obstáculos. Nada hacía pensar que la reacción de Endesa iba a ser tan virulenta. La eléctrica, en su lucha por evitar la compra, ha atraído la oferta competidora de Eon. El gigante alemán ha ofrecido 29.100 millones de euros en efectivo por el 100% de la eléctrica que preside Pizarro.La respuesta del Gobierno ante esta oferta no ha sido otra que reformar la legislación española y las competencias de la Comisión Nacional de la Energía, a la que ha otorgado la posibilidad de vetar la operación por 'razones estratégicas'.Esta normativa supone también un enfrentamiento con la Comisión Europea, que trabaja en la creación de un mercado común. La actitud española ha coincidido con una ola de proteccionismo en otros países como Francia, Italia o Polonia.En estos momentos todo depende de la Comisión Nacional de la Energía, que será la encargada de decidir si la operación alemana puede o no seguir adelante y en qué condiciones.

CONQUISTAS. Telefónica se vuelca en Europa y no olvida Latinoamérica

La protagonista de la internacionalización ha sido Telefónica. En un corto espacio de tiempo ha pasado de centrarse en Latinoamérica a tener un claro protagonismo en Europa y ser el tercer operador de telecomunicaciones del mundo por su valor de mercado.La principal operación ha sido la compra de la británica O2, cuarto grupo de telefonía móvil en Gran Bretaña, por 26.000 millones de euros. Previamente se había hecho, mediante subasta, con el control de la empresa checa Cesky, su primera gran operación continental.A pesar de esta apuesta europea, el grupo no ha dejado de lado el mercado sudamericano. Este mismo mes ganó la subasta, en dura puja con la venezolana Cantv, por la compra de Colombia Telecom. Con esta compra bate de nuevo a su principal rival en Latinoamérica, el mexicano Carlos Slim, propietario de Telmex y América Móvil. Slim había firmado el pasado verano un acuerdo con el Gobierno colombiano para tomar el control de la compañía, pero el pacto fue suspendido por parte del organismo que se dedica a auditar las cuentas públicas en Colombia por presuntas irregularidades en la operación.

CONSTRUCCIâN.La caja de las empresas acelera la ofensiva exterior

Las constructoras están también liderando la expansión exterior. Mientras Ferrovial ha presentado una opa de 12.600 millones por el operador de los aeropuertos británicos, BAA, el resto de sus competidoras se han lanzado a una carrera por tomar posiciones en el área de las concesiones públicas. Sacyr está librando ahora su particular batalla sobre la francesa Eiffage, de la que ya tiene el 33,3% del capital. El asalto, sin la complacencia del presidente de Eiffage, le ha costado 1.750 millones. Un consorcio liderado por Abertis acaba de cerrar la compra, por 15.000 millones, del grupo de autopistas Sanef.

BANCA.Las grandes entidades salen de compras

Tras su aventura en América Latina, la gran banca se ha volcado en salir de compras en Europa y Estados Unidos. El Santander selló en 2004 la adquisición del británico Abbey, una entidad que el pasado año aportó al grupo 811 millones de beneficio. Hace seis meses, el Santander volvió a sorprender con la firma de un acuerdo para hacerse con el 20% del estadounidense Sovereign. El BBVA, el segundo banco español, ha tenido menos suerte de momento en sus planes de expansión. La entidad tuvo que retirar el pasado verano su oferta sobre la BNL ante los fuertes obstáculos que encontró para cerrar con éxito esta operación. Mejor acabó el encontronazo del BBVA con Sacyr Vallehermoso, compañía con la que mantuvo un duro pulso durante dos meses.La constructora pretendía adquirir un 3,1% del banco y conseguir así un puesto en el consejo. Objetivo: forzar la salida del presidente del BBVA, Francisco González. El 15 de febrero de 2005, sin embargo, Sacyr desistía de sus planes y anunciaba su renuncia a entrar en el capital del BBVA.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_