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5d. Finanzas

La banca desata una guerra de depósitos de alta remuneración

Hacía tiempo que no proliferaban las opciones para rentabilizar el ahorro, salvo ofertas puntuales de alguna que otra entidad. Y es que después de varios años de avalancha, con ganchos del 5%, el 6%, el 7%, e incluso porcentajes superiores, se han sucedido otros muchos en los que lograr rentabilidades atractivas sin asumir riesgo se ha antojado harto difícil. Cierto que la situación era otra y que en la mayor parte de los casos los precursores de estas ofertas eran nuevas entidades ávidas de clientes y que el precio oficial del dinero superaba en algún punto el tipo de interés actual.

Ahora, y salvo por matices como que el precio del dinero sigue en mínimos, 2,5%, y que esas entidades parecen haberse hecho un hueco, el escenario no parece ser muy diferente. El objetivo sigue siendo el mismo: captar y fidelizar a un cliente que, al menos en la banca española, no se casa con cualquiera.

Remuneraciones atractivas, que alcanzan hasta el 10% en algún caso, breves periodos de permanencia y sólo disponibilidad en la contratación para los no clientes son el denominador común de las promesas con las que algunas entidades financieras intentan engordar su base de clientes. Desde los mismos bancos no dudan en tachar estas ofertas de cebo. 'Evidentemente es un gancho para captar nuevos clientes, pero es el coste de adquisición que tenemos que pagar para ampliar nuestra cuota de mercado', señala Luis Tomassoni, director de productos transaccionales y depósitos de Citibank, la entidad que más ha revolucionado el segmento del pasivo en los últimos meses con el lanzamiento de un depósito que remunera el ahorro al 10% durante un mes.

Algunas cajas contraatacan para evitar la huida del cliente

Premiar para fidelizar

La estrategia es clara. Primero se asegura una alta rentabilidad para un corto periodo de tiempo. Cuando éste finaliza, la entidad ofrece la posibilidad de traspasar el importe de su inversión a una cuenta con una remuneración menor pero que no es cero. 'El cliente llega atraído por el 10%, es verdad, pero si luego le diéramos el 0,5% por sus ahorros, seguramente se iría, por eso, combinamos este producto con una cuenta que ofrece el 2,25% TAE', afirma Tomassoni.

Y como él, actúan la práctica mayoría de las entidades que ofrecen este tipo de instrumentos. ING y Openbank, habituales de estas batallas del 'quién da más', desarrollan desde hace años estrategias similares. En ambos casos, las cantidades depositadas en sus productos estrella se trasladan a una cuenta remunerada al 2,25%.

Pero no es ésta su única limitación. Al plazo (que no suele superar el mes) se une, en ocasiones, un importe máximo.

Otra novedad que presenta esta nueva lucha por el ahorro es que entran en escena actores que hasta hace poco se habían mantenido al margen de esta batalla. Caixa Galicia fue una de las primeras entidades tradicionales en tomar posiciones en este segmento con un depósito al 8,5% a un mes cuya contratación se permitió durante los pasados diciembre y enero, y que también estaba ligado a una cuenta de alta remuneración. Citibank se ha sumado recientemente a esta tendencia. 'Tras ofrecer hace un año y medio la Cuenta Nómina Viva, que pretendíamos fuera la mejor oferta de ese momento, ahora queremos focalizarnos en el ahorro, presentando también el mejor producto. Tiene todas las ventajas que conlleva posibilitar el acceso inmediato al dinero, sin tener que realizar traspasos previos, sin obligar a contratar un producto adicional para conseguir una alta rentabilidad y todo ello con la ventaja de que el cliente puede recurrir a nuestras sucursales', explica Tomassoni, en clara alusión a los bancos que operan en la red, y en segundo lugar a los que ligan sus productos de alta remuneración a otro instrumento de inversión propio.

Contraatacar con la misma arma

Estas entidades, pese a ser las únicas que publicitan sus ofertas no están, sin embargo, solas. Y es que contraofertar con propuestas similares al cliente que amenaza con abandonar la entidad en busca de una remuneración mayor para su ahorro se ha convertido en una práctica bastante habitual. Sobre todo, por parte de cajas de ahorro pequeñas y medianas que, según algunas fuentes, son las más osadas a la hora de contraatacar con ofertas agresivas. 'Trabajan con cifras que no son lógicas para grandes campañas pero es verdad que la masiva contratación que realizan financia por sí sola el sobreprecio', señalan.

Los grandes tampoco escapan a esta tendencia. Sin grandes carteles ni llamativas campañas de publicidad, su estrategia se centra en descubrir aquel cliente que está empezando a establecer una relación financiera.

Estos usuarios y los que residen en zonas de crecimiento de las ciudades son candidatos habituales de ofertas que sin llegar al 7% fácilmente se acercan al 5%. 'Utilizamos estos ganchos con el ánimo de que el cliente se pueda vincular', coinciden desde varios bancos.

Y es que pocos bancos y cajas renuncian a un cliente que amaga con transferir su dinero a una entidad en busca de una promesa del 7% o el 10%. Más, cuando saben que se trata de un plazo corto, que no se alarga más allá del mes, y que mantenerle vinculado puede reportarle la contratación de un nuevo producto. æpermil;ste es, de hecho, el objetivo que persiguen tanto las que ofrecen ofertas jugosas como las que no: fidelizar a un cliente que hoy contrata un depósito pero que mañana puede domiciliar la nómina y suscribir un préstamo personal, una hipoteca y ojalá un plan de pensiones.

Rentabilidad, pero con riesgo

El gancho, sin embargo, no es sólo sinónimo de seguridad ni exclusivo de las entidades que operan en la red. Con otras características, muchas entidades llevan tiempo apostando por otro tipo de depósitos que, bajo distintas denominaciones (mixtos, combinados o estructurados) prometen, en algunos casos, una ganancia atractiva para la mitad de la inversión y vinculan la otra mitad a un fondo, una cesta de acciones o un índice; en otros incrementan el interés premiando el mantenimiento y, por último, están los que la rentabilidad asegurada para la parte fija depende del importe que se destina a otro producto.

Este tipo de opciones, si bien pueden resultar rentables conllevan cierto análisis por parte del cliente. Y es que si en algunos casos el riesgo es nulo -caso de los depósitos crecientes de BBVA y Unicaja-, en otros, sobre todo los estructurados y en parte los combinados, la posibilidad de pérdida se incrementa. 'Los depósitos crecientes están pensados para un perfil de inversor conservador que valora, sobre todo, la liquidez que presenta', explican desde BBVA.

Conocer si se penaliza el reembolso anticipado y sopesar si el interés final que ofertan interesa se convierte en máxima cuando se suscriben algunos de estos depósitos. Y es que, a veces, la inflación convierte en negativa una rentabilidad que a priori se antojaba positiva.

Un análisis más pormenorizado merecen aquellos instrumentos que combinan las ofertas a un plazo fijo de varios meses con la participación directa en Bolsa o en un fondo de inversión. Los ejemplos abundan. Openbank, Uno-e o La Caixa comercializan actualmente productos de este tipo, donde el 50% de la inversión se destina a un depósito de alta remuneración y el 50% restante se referencia a un fondo en los dos primeros casos y al Ibex 35 en el segundo.

Citando al Banco de España, 'conviene tener en cuenta que el elemento central de la inversión, el que hay que mirar con más cuidado (...) es el producto de mayor plazo; siempre se deben contratar productos cuya estructura y funcionamiento se comprenda y requerir información y asesoramiento (...) y que son muy importantes las condiciones en que se puede recuperar la inversión a largo plazo', alertan desde el Portal del Cliente Bancario del organismo regulador.

Pese a todo, si la tendencia actual continúa, las ofertas seguras y rentables podrían aumentar si, como todos los expertos sostienen, los tipos siguen al alza.

Cómo especular con las últimas ofertas

Ya lo ejemplarizaba hace unos meses un alto ejecutivo del Banco Popular: siguiendo la estela de las distintas ofertas que hay en el mercado (cuentas nómina en las que se remunera en efectivo o en metálico, créditos nómina al 0% o depósitos de alta remuneración), un cliente avezado puede llegar a hacerse con un determinado capital. Invertir 6.000 euros al 7% durante un mes producen 'sólo' 35 euros. Es verdad que para 'vivir' de estas rentas, es necesario partir de una cantidad importante, pero no es menos cierto que 'especular' con las ofertas del mercado puede reportar cierta ganancia. Dado que casi todas las entidades limitan estos depósitos a los nuevos clientes o a los importes que se incrementen respecto a la cantidad inicial, un usuario tiene la posibilidad de ir colocando su dinero en cada una de las entidades que cuenta con un instrumento de alta remuneración. En algunos casos, ni siquiera es necesario buscar este tipo de productos. Entidades como ING -en la cuenta nómina- o Caixa Galicia -para no clientes y para usuarios de la oficina virtual, aunque prevé ampliar la oferta a clientes ya vinculados- mantienen sendas ofertas en las que devuelven el 2% de los recibos de servicios (luz, teléfono...). Hacer uso de ellas supone engordar aún más la cuenta del usuario.Pese a ser lícitas, estas prácticas no cuentan con el beneplácito de todos los expertos. Desde las entidades, donde luchan por evitar la infidelidad del cliente, mantienen que el usuario que especula con las distintas ofertas 'lo que gana por un lado, lo pierde por el otro', sostienen.'Seguir la última oferta también tiene sus costes ya que mantener una relación con tu banco te proporciona disponer en un momento dado de un asesoramiento financiero que pierdes si estás constantemente migrando de una entidad a otra', argumentan. Quizás estén en lo cierto, pero cuando se habla de rentabilidad, el asesoramiento, y más a largo plazo, pasa a un segundo término.

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