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Finanzas

Bruselas investiga a la banca por comercializar productos cruzados

Las tácticas comerciales del sector bancario inquietan a la Comisión Europea. Bruselas está a punto de concluir la primera fase de su investigación sobre los servicios esenciales que la banca minorista ofrece a particulares y pequeñas y medianas empresas. La CE investiga, en concreto, la venta cruzada de productos y los elevados costes que soporta un cliente cuando desea cambiar de entidad.

Más de dos centenares de bancos de la Unión Europea se afanan estos días en responder a un inquisitivo cuestionario remitido desde Bruselas. La Comisión Europea reclama información detallada sobre sus prácticas comerciales en el marco de una investigación sectorial sobre la banca minorista. El organismo comunitario sospecha que particulares y pequeñas y medianas empresas soportan, en ciertos casos, unas condiciones abusivas.

El plazo para contestar expira el próximo miércoles. Y la Comisión está facultada para imponer multas en caso de respuestas incorrectas, confusas o incompletas. Bruselas advierte, además, que los bancos que no han recibido esta vez el cuestionario (enviado tras realizar un muestreo del sector), podrán ser contactados en los próximos meses.

Los cuestionarios forman parte de la investigación sectorial que la Comisión puso en marcha en junio del año pasado. Pero no fueron enviados hasta finales de 2005. Y Bruselas ha fijado el plazo del 15 de febrero para contestar en atención a la coincidencia con el periodo de la presentación de balances anuales en el sector.

La Comisión Europea podría llegar a intervenir por la vía legislativa

Las CE no ha revelado el nombre de las entidades afectadas por la investigación, aunque reconoce que su selección respeta un equilibrio estadístico entre el peso del sector financiero de cada país. Eso convierte a los principales bancos de países como España, Alemania, Francia, Reino Unido o Italia en objetivo prioritario de Bruselas.

Los departamentos comunitarios de Competencia y Mercado Interior recaban, en concreto, información sobre la libertad real de elección de que gozan los consumidores y las pymes en sus relaciones con su entidad financiera. La investigación se centra, de momento, en prácticas como la venta cruzada de productos, por la que un cliente se ve obligado, de manera más o menos tácita, a suscribir varios contratos sin relación intrínseca entre sí.

El caso más frecuente atañe a las pólizas de seguro que suelen acompañar a un préstamo hipotecario o a la expedición de una tarjeta de crédito. Pero algunos mercados, entre ellos el español, presentan prácticas más sofisticadas como las ofertas conjuntas de productos a los que se aplica una comisión conjunta conocida como 'tarifa plana'.

Bruselas también tiene serias dudas sobre los costes 'implícitos' que conlleva un simple cambio de entidad y la repercusión de ese tipo de comisiones en la 'movilidad' de los clientes.

La información que faciliten las 250 europeas contactadas hasta ahora permitirá a la CE hacer un retrato robot a finales de año sobre las deficiencias del sector en materia de competencia, en relación, sobre todo, con la distribución de ciertos productos y la fragmentación geográfica del mercado.

La Comisión, si detecta carencias graves, podría intervenir en el sector por la vía legislativa. Pero, además, la dirección general de Competencia de la CE puede utilizar los datos para iniciar expedientes disciplinarios contra determinados bancos, si de la evaluación de los datos se concluye que alguna entidad está violando las normas comunitarias.

La investigación en curso se añade al enfrentamiento que Bruselas mantiene con el sector financiero por su presunta lentitud en la unificación de los sistemas de pago de la zona euro. Bruselas quiere que antes de 2010 los consumidores puedan abonar o domiciliar un pago en cualquier país de la UE con independencia de su lugar de residencia. El cambio requiere una importante inversión del sector para interconectar y compatibilizar todos los sistemas de pago nacionales.

Seguros. Bruselas rastrea pactos para imponer condiciones en las pólizas

La investigación sectorial de la Comisión Europea sobre la competencia en el mercado asegurador se encuentra más avanzada que la del sector bancario. Bruselas envió los primeros cuestionarios en agosto de 2005 y todas las compañías aseguradoras han aportado ya la información exigida.En octubre del año pasado, la CE concentró su atención en las asociaciones del sector que agrupan a intermediarios y gestores de riesgo. La colaboración, señala Bruselas, no ha sido tan satisfactoria en este caso, y se ha reiterado la petición de información. La CE advierte también que ha llegado ya la fase en que la investigación se centra en compañías e intermediarios concretos, a los que se reclama información adicional.Bruselas vigila la existencia de acuerdos ilícitos entre aseguradoras y mediadores, la existencia de pactos sobre las condiciones de ciertas pólizas y la facilidad o no de una compañía para entrar en el mercado de otra.

Tarjetas. 26 sistemas de pago obligados a justificar su baremo de comisiones

¿Por qué hay discrepancias en el sistema de comisiones de las tarjetas de pago en los 25 países de la UE? ¿Cómo se justifica la evolución de esas comisiones? ¿Por qué se aplican tarifas diferentes a los diversos sectores comerciales? ¿Cuáles son las condiciones impuestas a los comerciantes para pertenecer a un sistema de pago electrónico? La Comisión Europea se plantea todas estas preguntas y algunas más tras requerir información a más de 200 entidades financieras y a 26 sistemas nacionales e internacionales de pago con tarjeta.La Comisión publicará próximamente sus conclusiones preliminares sobre un sector con el que ya ha tenido roces anteriormente. La dirección general de Competencia obligó en 2002 a Visa a modificar y rebajar las comisiones interbancarias en las operaciones transfronterizas. En 2004, Visa y Mastercard aceptaron publicar las comisiones que imponen en esas operaciones a los comerciantes.

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